Cadena de frío para la vacuna COVID-19 ¿Cómo será su logística y distribución?
- Escrito por Maite Ruffo CALORYFRIO
El gran reto de la logística y distribución de la vacuna de la COVID-19, hace protagonista al sector del frío como imprescindible para el éxito del proceso de vacunación. En este artículo vamos a conocer cómo funciona el transporte frigorífico centrándonos en las especiales necesidades del transporte de la vacuna, la fabricación de equipos frigoríficos y cómo se adapta las especificaciones del sector sanitario y las empresas instaladoras y su papel imprescindible en la instalación y mantenimiento de los equipos que albergarán la vacuna y que deberán asegurar una temperatura concreta para la correcta refrigeración de la vacuna en todo momento (transporte y almacenamiento).
Hemos convocado a los representantes de 3 empresas y a una central de compras, cada una en una de estas áreas de actividad para hablar del tema y que nos comenten su funcionamiento y expectativas al respecto. Hemos charlado sobre transporte frigorífico con Marta Sánchez López-Lago, CEO de Transportes Frigoríficos Narval, sobre el funcionamiento de equipos frigoríficos con Javier Cano, subdirector de Intarcon, sobre el papel de los instaladores con Laura Mora, Directora General de ASOFRÍO y sobre las fortalezas de las empresas instaladoras con Jose Bernard, Gerente de JOSÉ BERNAD, S.L. Diseño, instalación y mantenimiento de instalaciones.
El presente artículo es un extracto de la conversación que podéis ver íntegramente en el video adjunto y es una síntesis de este funcionamiento sectorial que ha de enfocarse y dar solución a un reto sanitario tan importante en este momento.
- El transporte frigorífico
- Equipos de refrigeración y conservación
- Instaladores de refrigeración, su papel
- Los 10 puntos que hacen fuerte al sector de la refrigeración
- Podcast
Resumen gráfico del proceso de cadena de frío de la vacuna COVID-19
El transporte frigorífico: rapidez y condiciones de control de temperatura exhaustivas
El funcionamiento habitual del transporte frigorífico es que bien la empresa transportista recoge la mercancía en los fabricantes o bien los fabricantes acercan la mercancía a sus instalaciones. Las empresas de transporte hacen un primer removido de esta mercancía, pero si algo las caracteriza es tener siempre un estricto control de la temperatura, sea cual sea la carga. Concretamente, a nivel de productos farmacéuticos, durante todo el proceso de manipulación de removidos, de carga y descarga, en camiones y entrega, el control de la temperatura es si cabe más estricto y continuo por la importancia del producto y la alta exigencia de las condiciones sanitarias.
En transporte frigorífico, los tránsitos son siempre muy tensos. Una recogida de mercancía a las cinco de la tarde puede que tenga que estar, por ejemplo, colocada en una plataforma logística antes de las siete. Esto hace que todos los procesos relacionados con la cadena de distribución sean muy rápidos. Son cargas y descargas, con un mantenimiento y control de la temperatura exhaustivo en cada uno de los pasos y que se realizan en periodos muy cortos de tiempo.
Los controles y el registro de temperatura se realizan en cadena: desde las instalaciones y naves donde se conservan tanto refrigerados como congelados hasta la entrega. La trazabilidad es completa.
Además, los vehículos de más de 12.000 kilos tienen que llevar un termógrafo, y en muchos casos en los puntos de entrega existe la exigencia de tener como comprobante una tira impresa donde ha quedado registrada exactamente la temperatura de cada caja minuto a minuto, segundo a segundo. Cada día se trabaja más con sistemas automatizados -telemetría- que envían el estado de temperatura de cada uno de los pedidos a una central de control.
Cuando un vehículo refrigerado carga mercancía, existe un protocolo de toma de temperatura de ésta. Se verifica que todo salga en correctas condiciones, se carga el camión, y éste lleva un termógrafo que va registrando la temperatura en cada minuto. El camión refrigerado llega a un centro de removido, donde esa mercancía se vuelve a descargar y se vuelve a tomar la temperatura. Cada vez que se abren o cierran las puertas de un camión, se pierden grados y por lo tanto es un proceso crítico, que requiere de un estricto control y exigencia de cumplimiento de temperatura. El reto del control de temperatura es hacer el menor número de removidos posible, o asegurar al máximo la temperatura en los removidos.
Después de unas horas o minutos en un hub de distribución (lugar de transbordo donde confluyen los flujos de mercancías y donde se clasifican y cargan las mercancías según destino) se carga la mercancía de nuevo en un camión frigorífico que se traslada a otro centro de distribución.
En todo este proceso, donde las temperaturas exteriores pueden ser altas por ser verano o en la zona sur, la pérdida de grados es mucho más arriesgada y supone potencial pérdida de mercancía y más si se trata de un producto farmacéutico. Cada trayecto debe tener su curva de temperatura y los equipos de frío facilitan esa curva. Puede hacerse todo esto en un solo hub, o haber varios en el camino hasta llegar a la última milla y por lo que tienen que estar muy preparados y ser muy rápidos.
Hasta llegar a destino, que, en el caso de la vacuna, puede ser pueblos o zonas menos accesibles que las grandes ciudades, el reto es mantener la temperatura en el proceso que llevan a cabo estos vehículos. Cada vez que abre se la caja, son grados que se van perdiendo y por lo tanto hay que controlar mucho los registros y alarmas en el caso de que las temperaturas sufran una modificación.
A este control de temperatura y rapidez se le añade una dificultad adicional, y es que hay que llevar el vehículo lo más cerca posible del punto final de entrega. En el caso de la vacuna, hay que transportarla hasta los centros de salud, a lugares a veces recónditos, y hay que tener en cuenta en qué vehículo se transporta, que pueda llegar hasta allí y que el lugar al que llega esté preparado para la descarga.
“Esta crisis nos ha dejado ver la parte bonita y humana de las empresas. Todos los trabajadores han estado ahí, demostrando una gran valentía. Hemos puesto un granito de arena importante” afirma Marta Sánchez López-Lago, CEO de Transportes Frigoríficos Narval.
“En nuestro caso, lo que hemos sufrido en las cadenas de distribución es que estaban tan colapsadas que, al llegar el camión con la mercancía, cuando en situación normal descargaba en dos horas, durante la pandemia tardaba hasta 5 o 6 horas en descargar. Eso que estos centros están preparados para esta tarea diaria logística. Si esto lo aplicamos ahora a un centro hospitalario que no está preparado específicamente para la distribución y logística... Por esto, está claro que va a haber que establecer hubs en las distintas provincias”, explica Sánchez.
Además, los parámetros de conservación no son iguales en todos los sitios. No es lo mismo conservar una vacuna en una zona con temperaturas frías, o en Almería en primavera, por ejemplo. “Esto va a ser un proceso que nos va a poner al límite a toda la cadena de distribución y que, con todo, vamos a tardar meses, no semanas, para asegurar que esa vacuna llegue en perfectas condiciones a todos los españoles”.
Los equipos frigoríficos
Los equipos frigoríficos en alimentación y en otros sectores no supondrían ninguna novedad o problema, pero las alarmas saltaron al conocerse que la vacuna de Pfizer exigía conservación a -80º, temperatura realmente excepcional.
Al reto del transporte frigorífico, se une el reto de disponer de equipos frigoríficos suficientes, para todo tipo de vacunas, conocer la inversiones justas y necesarias y dependientes del tipo de vacuna que dispongamos. Existen muchos equipos y sistemas para ayudar a resolver esa cadena de frío, desde el equipo de frío móvil al equipo de refrigeración fija. La dificultad en este momento se da con la vacuna de Pfizer y su conservación a -80º. No existe una infraestructura en España para resolver una conservación a -80º, ni existe un catálogo de producto, con la salvedad de los armarios de congelación, los ultras congeladores, del ámbito sanitario, de muestras de sangre, órganos, tejidos y vacunas. Resolver esa cadena de frío logística para la vacuna de 80 grados bajo cero con el producto existente actualmente no parecía posible.
Pfizer ha diseñado unos embalajes especiales que pueden mantener la temperatura durante varios días, pero existe mucha incertidumbre sobre cómo se va a realizar la distribución para que el embalaje que dura x días llegue a su destino en ese tiempo.
En el caso de INTARCON, con toda su experiencia acumulada en la fabricación de maquinaria frigorífica, han buscado como dar solución a esa cadena logística, pensado más que en el transporte, en los centros de distribución. Las vacunas se transportan, pero han de alojarse y almacenarse en algún lugar, y los grandes armarios frigoríficos existentes en hospitales, exigen grandísimas inversiones y es prácticamente inviable e inútil a posteriori, dotar de este tipo de armarios a todos los lugares en los que se necesita almacenar la vacuna antes de su dosificación a la población.
Ya existen los armarios con un congelador a menos 80 grados, armarios grandes, con puertas y estanterías donde se puede almacenar el producto a dicha temperatura, pero resolver la cadena logística de esa manera es difícil. La unidad con la que se trabaja de transporte, de bulto que se trabaja en logística, como la caja o el palé, en un armario como tal, no cabe.
Ante esta dificultad, han desarrollado una solución para poder almacenar palés, es decir, una solución que permite hacer pequeños almacenamientos a 80º bajo cero en las zonas de tránsito, en los hubs.
Una cámara frigorífica, en la que se puede pueden almacenar los palés en estanterías y en la que poder trabajar a 80 bajo cero sin estar en el interior de la cámara. Es un planteamiento de disponer de minicámaras en los “hub” para albergar los palés. Estas minicámaras estarían ubicadas dentro de una precámara a una temperatura bastante baja, por debajo de cero grados o incluso 20 bajo cero, para evitar la entrada de humedad en las cámaras a 80 bajo cero.
Las cámaras frigoríficas de congelados ya existen, por lo que sería muy fácil equipar dentro de esas cámaras de congelados a menos 20, minicámaras a menos 80. Una solución con una pequeña instalación frigorífica que se podría hacer dentro de las cámaras de menos 20º y en la que el papel del instalador es esencial, ya que hay que ejecutar esa pequeña minicámara con esos equipos frigoríficos. Se trata de una manera rápida de desplegar una red de conservación a 80 bajo cero.
Esto evita grandes desembolsos, no solo por el importe económico de hacer una inversión en una nueva instalación a 80 bajo cero que igual luego no se puede usar para nada más, sino también porque el plazo de ejecución es muy rápido.
La vacuna está ya aquí y de manera rápida tendríamos una infraestructura a 80 bajo cero, no muy costosa y que incluso puede ser reutilizada para otra ocasión.
“La vacuna de Pfizer no deja de ser un producto perecedero que al cabo de 10 días deja de funcionar ya que se le acaba el hielo seco”, explica Javier Cano, Director comercial de INTARCON. “Digamos que cuando la vacuna llegue a España, le queda una semana de utilidad. En esa semana tenemos que hacer la distribución, no sólo ser capaces de transportarlo en una semana, sino ser capaces de administrarla. En esos siete días llega al aeropuerto y debe de ser administrada al paciente. Tiene que haber un ejercicio de adaptación por parte de todos muy potente”.
El papel “esencial” de los instaladores de refrigeración
El instalador es pieza clave en este proceso, al igual que lo ha sido durante la pandemia en temas de climatización o aseguramiento de la refrigeración en el sector de la alimentación. Las empresas instaladoras son el último eslabón para mantener la cadena de frío que permite que los productos refrigerados se conserven, sea cuáles sean.
Para la logística, mantener la cadena de frío para la conservación de la vacuna del COVID-19 es un reto, y para el fabricante lo es tener que desarrollar o innovar con un producto útil para las exigencias de la vacuna de Pfizer. Sin embargo, para el instalador no va a suponer ningún cambio sustancial en su labor, como nos comentan desde ASOFRÍO, Central de compras y servicios de empresas instaladoras. El instalador ejecuta y mantiene las instalaciones de refrigeración para que no se pierda la cadena de frío de los productos. “Para el caso concreto de la vacuna, tendrán que acometer trabajos en un régimen de temperatura de menos 80º y algunos ya lo habrán acometido en otras ocasiones y otro no, pero no les va a resultar una mayor dificultad”, nos explica Laura Mora, Directora General de ASOFRÍO.
La solución que plantea Intarcon, por ejemplo, es una solución que prácticamente todos los instaladores pueden ejecutar. Hay que estar preparados, tener una formación específica en la instalación, en la solución y conocer el producto. Esto es fundamental para ajustar la regulación de temperatura de una manera correcta y para llevar a cabo un buen plan de mantenimiento, pero ninguna de estas variables significa una complicación mayor para las empresas instaladoras acostumbradas a este funcionamiento.
“Una parte vital de la labor de los instaladores es estar al día de las nuevas tecnologías, tener una formación constante, se adaptaron a la F-Gas y la normativa siempre ha obligado a estas empresas a mantener un altísimo desarrollo tecnológico”, asegura Mora.
En cuanto al mantenimiento, el instalador debe ofrecer siempre unos altos estándares de calidad de servicio. Tiene que responder ante una avería de una manera inmediata y eficaz, para que esa cadena de frío no se pierda. Desde ASOFRÍO lo tienen claro; “Tal vez se tendrán que adaptar algunas praxis si no se ha trabajado anteriormente en el sector sanitario, pero no será un problema. En plena pandemia, los instaladores tuvieron que trabajar en hoteles medicalizados, hospitales de campaña y son circunstancias en las que saben trabajar perfectamente”.
Fortalezas de las empresas instaladoras y éxito demostrado con los hospitales de campaña
Una gran fortaleza del sector de los instaladores español es que nuestro país cuenta con un tejido instalador muy atomizado y con el volumen de profesionales necesario con capacidad para dar servicio en cualquier punto de España.
Las empresas instaladoras tienen la resiliencia en su ADN, gran capacidad de adaptación en situaciones límite y están acostumbradas a tener que dar solución a problemas urgentes en tiempo récord.
“Nuestras empresas tienen prestigio y credibilidad ante el cliente, y estamos acostumbrados a trabajar en un entorno donde el factor tiempo es esencial. Somos un tejido empresarial que podemos llegar a la última milla en momento puntuales y rápidos” nos asegura Jose Bernard, Gerente de JOSÉ BERNAD, S.L. Diseño, instalación y mantenimiento de instalaciones.
En concreto, Bernard nos pone como ejemplo el día en que desde el Servicio de Salud de Castilla la Mancha les solicitaron sus servicios para adecuar el hospital de Albacete, o cómo en la facultad de medicina solicitaron voluntarios y todos los montadores de la empresa se ofrecieron, incluso sabiendo que era un trabajo en turnos de día y noche y coordinados con otras empresas. “En 48 horas se hizo y eso evidencia que somos un colectivo muy comprometido”, relata Bernard.
Declaradas “esenciales” durante los primeros meses de la pandemia, las empresas de instalación y mantenimiento de la cadena de frío pueden asegurar el éxito de todas sus instalaciones, y así lo harán con lo que se les demande en el proyecto de vacunación. “Los técnicos hacen programas de capacitación de la mano de los fabricantes continuamente, desarrollando y conociendo en profundidad los equipos, y en este caso será así también”, afirma Bernard. “Además, el colectivo de instaladores es profundamente solidario y está deseando poder ayudar para acabar con la pandemia, con lo que una vez más no va a escatimar en esfuerzo y dedicación”.
En este sentido, la llegada de la vacuna ha puesto en alerta a las empresas instaladoras/ mantenedoras que ya están hablando con fabricantes, trabajando y estudiando todas las posibilidades con las que van a tener que trabajar, tipo de refrigerantes, condiciones etc. Pendientes de la distribución, y de la incertidumbre del proceso, los instaladores ya están formándose y preparándose para para poder aportar el máximo de lo que se les demande.
Decálogo de fortalezas del sector para el éxito en la refrigeración de la vacuna COVID-19 y su llegada a la población
Sin duda mantener la cadena de frio para la distribución y logística de la vacuna contra la COVID-19 es un reto profesional de grandes dimensiones, pero el sector de la refrigeración de nuestro país, tanto logístico como fabricante, como instalador, está preparado. Tras la conversación mantenida con los profesionales ya citados, entre todos elaboramos un decálogo de fortalezas del sector de la refrigeración para el éxito en la distribución de la vacuna contra el Covid-19.
- Gran conocimiento tecnológico para crear soluciones de conservación incluso a -80º.
- Capacidad productiva para distribuir los equipos necesarios en tiempo récord.
- Rapidez y la capacidad de adaptación de las empresas instaladoras.
- Capacidad resolutiva encontrando soluciones a las posibles eventualidades lo antes posible.
- Excelente nivel en la trazabilidad de temperaturas tento en transporte como en las instalaciones. Garantía para mantener la cadena de frío.
- Competencias en todo el proceso para asegurar que la vacuna llegue en perfectas condiciones a cualquier lugar.
- Capacidad de preparación y formación para hacer de este un proceso, no solo rápido sino con eficiencia.
- Rápida detección y aplicación de medidas correctoras para mejorar el proceso si es necesario.
- Profesionales colaborativos e implicados. Esfuerzo colectivo para que todo salga bien.
- Compromiso social. Determinación para aportar lo que haga falta para acabar con la pandemia.
Al cierre de este artículo, una de las demandas más insistentes de los profesionales es que se tenga en cuenta a todas las partes desde la planificación de la operación de distribución de la vacuna. Contar con la experiencia de las empresas de transporte frigorífico, fabricantes e instaladores, supone tener mucho mejor preparado el tejido empresarial que va a tener que asumir esa tarea, para que se realice de la forma más eficiente posible. Durante los próximos meses daremos seguimiento a este proceso crucial para toda la sociedad.
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