La necesaria carrera hacia la descarbonización de la economía está orientando las estrategias de las empresas, pero cuando se profundiza en sus actividades, la mayoría no las ha mejorado sustancialmente. Esa imagen de transición y sostenibilidad se queda en un espejismo, bien trabajado por las agencias de marketing y los departamentos de responsabilidad social corporativa.
Frente a esta realidad nos encontramos sorpresas como la de Dropet Intertrading S.L., una pequeña empresa que desde hace 20 años sirve de referencia a empresas de todo el mundo interesadas en el desarrollo del mercado de los biocombustibles. En un país como España, al que siempre parece que le da vértigo ponerse en cabeza del pelotón, encontrar PYMES consolidadas que, inasequibles al desaliento, creen en la sostenibilidad de los combustibles líquidos haciendo de ellos su negocio central, no deja de sorprender.