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El Desarrollo de un edificio y los criterios pasivos

Hace años, el diseño de edificios eficientes no contemplaba el aspecto energético, pero eso ha cambiado con el desarrollo de la tecnología. Ahora, el objetivo es diseñar viviendas que nos permitan controlar los consumos, que se pierda la mínima energía y que sean edificios saludables para los usuarios. Los edificios pasivos deben ser seguros, confortables y saludables, y hoy en día son ya una realidad. Pero, la pregunta es inevitable, ¿son edificios asequibles para todo el mundo? ¿O son edificios que requieren un gran desembolso y podríamos considerarlos de lujo?

La respuesta es que no son edificios de lujo, pero sí que se ha considerado durante años algo exclusivo que no era fácil de replicar o de implantar en la sociedad. Pero ese concepto debe cambiar, porque se trata de construir siguiendo unos criterios que benefician a todas las partes implicadas. Aunque es verdad que ciertos elementos de la vivienda deben ser de mayor calidad que en una vivienda tradicional, como el aislamiento o la ventilación, y esto puede suponer un sobrecoste. También existen beneficios, entre ellos, el económico que conlleva la eficiencia energética, la reducción de emisiones o el beneficio de la salud, el más intangible de todos, pero igual de importante.

Y la vivienda social debe estar bien diseñada, igual que el resto de las viviendas que se construyen. Además de la obligación moral que puedan tener los arquitectos de aspirar siempre al mejor edificio, ahora la Ley comienza a exigirlo en los edificios y hay ayudas europeas para materializarlos. Por lo que es importante también que este tipo de viviendas contemplen un diseño que asegure el bienestar de los usuarios, buscándolo a través de implementar criterios de edificios pasivos.

La vivienda social y los edificios pasivos en obra nueva

Los criterios de edificios pasivos aplicados a viviendas sociales son ya una realidad dentro de la sociedad española y existen ya proyectos que así lo avalan. Ya existen promotores privados que apuestan por este tipo de edificios, administración pública que sostiene estas viviendas y ayudas europeas que las avalan. Más allá de la rentabilidad de estos proyectos, que la mayoría lo son a largo plazo, hace falta tener en cuenta que este no es el único aspecto relevante y que el cambio de modelo de construcción es algo muy importante.

En torno al 40% del consumo mundial de energía se da a través de las viviendas y su uso. Y ese es uno de los puntos de acción importantes en los que se quiere actuar para que los países alcancen la independencia energética y reduzcan también sus emisiones. Entonces, quizá hoy sí que se requiera de una inversión algo mayor para este tipo de viviendas, pero el retorno a medio y largo plazo está asegurado: viviendas más sostenibles y eficientes que van a suponer un beneficio para el conjunto de la sociedad y un ahorro para todos.

Por eso, al igual que en la vivienda privada ya está teniendo lugar este cambio, en las viviendas sociales se debe dar de la misma manera. Además, cuando se hace el esfuerzo de construir siguiendo estos criterios, también es muy importante conseguir certificados que así lo avalen. Con estos certificados queda patente el esfuerzo, se da ejemplo gracias a la reducción de los consumos, y se consigue incluso dar buena imagen de las partes involucradas en el proyecto.

La vivienda social y los edificios pasivos en rehabilitación

Los criterios pasivos se pueden certificar también cuando se está llevando a cabo una rehabilitación. Estos criterios son menos estrictos que en el caso de obra nueva, porque, a fin de cuentas, hay muchas variables en una rehabilitación que pueden escapar al control de quien esté ejecutando el proyecto. Un ejemplo es que no se pueda alterar la fachada por ordenanza del ayuntamiento, lo cual impide instalar aislamiento por el exterior.

Además, para rehabilitación en este momento hay más ayudas europeas que para obra nueva, además en base al ahorro que cada vivienda obtenga después de esa rehabilitación. También la forma de ver cómo la calidad del aire se está mejorando es midiendo las variables. Por lo tanto, es importante realizar esas mediciones y controlar dichos parámetros.

Y, para terminar, tan importante como medir es divulgar: el usuario tiene que ser consciente también de cómo se está mejorando su vivienda y cómo interpretar esas mediciones que se le están diciendo que su casa es más saludable o que está consumiendo menos. Entender la situación de una vivienda y saber cómo manejarla para el beneficio energético es la pieza clave para maximizar los ahorros.

Te invitamos a que profundices también en 'El control solar y los cambios en el sector de la construcción', otra de las mesas redondas en Rebuild que moderó Caloryfrio.com