El camino de la refrigeración hacia la sostenibilidad: nuevos gases, eficiencia y tecnologías disruptivas

Este tipo de refrigerantes y de sistemas frigoríficos han sido la contundente respuesta de las industrias a la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, presentando niveles de Potencial de Calentamiento Atmosférico muy bajos. En paralelo, el compromiso con la eficiencia energética se manifiesta, además, a través de desarrollos relacionados con la acumulación energética, el ecodiseño, las cortinas cada vez más sofisticadas en las cámaras o con la compacidad aplicada al diseño de la refrigeración.

En este campo, el análisis de los costes del ciclo de vida de las instalaciones, incluyendo diseño, instalación, pérdidas de productos, explotación con mantenimiento y funcionamiento, va a ser muy pronto una constante en todas las memorias y fichas técnicas de los equipos y proyectos. De hecho, se trata de una información imprescindible para aplicar con garantías la economía circular y, cada vez más, va a ser un argumento de venta ya que el usuario final necesita de equipamientos que le ayuden a cumplir con sus propios objetivos energéticos.

Cinco tecnologías que definirán el futuro de la refrigeración

La ingeniería da la mano a la tecnología para alcanzar la integración de las tecnologías disruptivas en procesos de refrigeración en unos desarrollos que modelarán el desarrollo de la refrigeración a corto y medio plazo. Las cinco tecnologías esenciales con las que se está ya trabajando y que experimentarán un desarrollo fundamental en los próximos años son el block chain, el internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (AI), el big data y la realidad aumentada.

Todas ellas tienen una influencia importante en el objetivo de eficiencia energética y en el ahorro de costes de las empresas. Pasar del control manual al control automático significa dotar a la instalación de la capacidad de realizar una correcta regulación de forma automática con el objetivo de mantenerla siempre próxima a los parámetros de funcionamiento, fiabilidad y eficiencia energética óptimos.  Si damos un paso adelante, el funcionamiento correcto se traduce en rentabilidad económica para el cliente y para la propia empresa instaladora o mantenedora. Y, en definitiva, en un argumento de venta para el fabricante.

El gran reto consiste en la gestión de la gran multitud de datos que los sistemas informáticos pueden proporcionar: las estadísticas, el histórico de la evolución de los parámetros, las gráficas detalladas del funcionamiento de cada uno de los componentes, los índices de rendimiento energético y un largo etcétera. La inclusión de la realidad aumentada con la utilización de simuladores de forma simultánea a la adquisición de datos, permitirán nuevos niveles de aproximación a los parámetros óptimos. Por ello, aparece aquí un nuevo perfil profesional para trabajar en el sector del frío, el cual debe tener la capacidad de interpretar estos datos y convertirlos en información y conocimiento que sirva de apoyo tanto a los desarrollos técnicos del portfolio de producto de la compañía como al crecimiento del negocio.

A la vez, aunque de forma lenta, el cambio de mentalidad en todo el sector productivo de la refrigeración, como entre los consumidores de la misma se está produciendo de forma constante y segura generando un clima proclive a la introducción de todos estos cambios e inclusión de todas estas tecnologías.