Uno de los requisitos básicos que incorpora la normativa de edificación en nuestro país es la protección de la salud de los usuarios de los edificios. Para ello reconoce una serie de fuentes de contaminantes que pueden afectar al bienestar de las personas en los espacios interiores. Posteriormente, establece unas pautas de diseño y unas limitaciones a verificar para el cumplimiento de las exigencias normativas. Entre las fuentes de contaminación reconocidas por la norma se encuentra el gas radón. Un gas cuya concentración se debe limitar en espacios interiores ya que es la primera causa de muerte por cáncer de pulmón en personas no fumadoras.
En este artículo te explicamos qué es el gas radón, cuál es su origen y cómo limitar su presencia en tu vivienda mediante soluciones de aislamiento. No olvidemos que las personas pasamos más del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, y una gran parte de ese tiempo, en nuestros hogares.