Ventanas correderas o deslizantes, máximo aislamiento cuando se necesita espacio

Qué es una ventana corredera o deslizante

Ventajas de las ventanas correderas o deslizantes

Inconvenientes de las ventanas correderas o deslizantes

Tipos de ventanas correderas o deslizantes

• Ventanas correderas
• Ventanas paralelas
• Ventanas correderas elevables
• Ventanas plegables
• Ventanas de guillotina

Conclusiones

Qué es una ventana corredera o deslizante

Una ventana corredera es aquella que se compone de dos o más hojas, en la que éstas se deslizan solapándose entre sí, como sistema de apertura. Para favorecer este deslizamiento las ventanas correderas cuentan con unas guías o raíles horizontales en el marco y unos rodamientos, tanto en la parte inferior como superior. Las ventanas correderas pueden tener dos o tres guías en función de la cantidad de hojas que se deslicen.

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Este tipo de ventanas ha sido extensamente utilizado en la construcción de edificios de viviendas. Las más populares son las ventanas correderas de aluminio. En general, las ventanas correderas o deslizantes se fabrican con gran variedad de tamaños. Desde ventanas de dimensiones estándar hasta puertas o balconeras de mayores dimensiones para el acceso a un espacio exterior.

Los materiales más utilizados en la fabricación de ventanas correderas o deslizantes son el aluminio y el PVC, aunque también se fabrican de madera o acero para ventanas de grandes proporciones. Son ventanas realmente versátiles, ya que se pueden combinar con protecciones solares, como persianas, estores, cortinas o toldos, y también con mosquiteras.

Las ventanas correderas o deslizantes son económicas en general. No obstante, su precio podrá variar en función del material y su acabado, del sistema de apertura, de si incorpora o no persiana y de las dimensiones de la ventana. En el mercado existen gran variedad de opciones, partiendo de ventanas de dimensiones estándar y de menor capacidad de aislamiento y hermeticidad hasta las más sofisticadas y minimalistas, aptas para su instalación en viviendas o edificios de alta eficiencia energética.

Ventajas de las ventanas correderas o deslizantes

El tipo de apertura es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir la ventana más adecuada para cada espacio. Aspectos como las dimensiones de la estancia, el tipo de estancia, la seguridad, la accesibilidad o la estética pueden influir en la decisión final.

Popularmente se conoce, la ventana corredera como alternativa a la ventana practicable. Las ventanas correderas no invaden el espacio interior de las estancias como sí lo hacen las ventanas practicables cuando se abren. Las ventanas correderas se deslizan dentro del hueco de la ventana sin proyectarse hacia el interior, por lo que son perfectas para estancias con poco espacio.

En lo que respecta a la seguridad, las ventanas correderas no se proyectan hacia el interior por lo que evitamos el riesgo de impacto con elementos que sobresalen. Aspecto importante a tener en cuenta especialmente cuando hay niños en casa.

Por otro lado, las ventanas correderas se pueden instalar en huecos de grandes dimensiones. Por ejemplo, en estancias en las que se busca conectar el interior con el exterior. Las llamadas ventanas balconeras que dan acceso a un jardín, una terraza o un balcón. Incluso se puede ocultar el marco inferior en el suelo para facilitar la accesibilidad de un espacio a otro.

También se pueden conseguir un mayor aprovechamiento de la luz natural. ya que generalmente los elementos proyectados con este tipo de aperturas tienen medidas muy amplias en sustitución de muros opacos.  En puertas correderas elevables o plegables por ejemplo, al haber una mayor proporción de superficie acristalada, la luminosidad es mucho mayor.

Inconvenientes de las ventanas correderas o deslizantes

Si bien es cierto que las ventanas correderas en general son más económicas que otros tipos de ventanas, también es cierto que esta circunstancia va asociada a unas menores prestaciones de la ventana.

En general, las ventanas correderas o deslizantes son menos aislantes y herméticas que las ventanas con otros sistemas de apertura. Por ejemplo, las ventanas practicables cuentan son sistemas de cierre y herrajes que presionan las hojas contra el marco. Con este sistema de apertura se consigue una mayor hermeticidad y por lo tanto un mayor aislamiento térmico y acústico. No obstante, luego veremos que es posible adquirir ventanas correderas de altas prestaciones en función del sistema de deslizamiento que se elija.

Otra desventaja que caracteriza a las ventanas correderas o deslizantes es que sólo se pueden abrir parcialmente. Es decir, no permite la apertura total del hueco, ya que las hojas se solapan. Por lo tanto, es necesario prever el espacio de apertura necesario antes de optar por este tipo de ventana. No sólo para permitir el paso de personas o garantizar la ventilación suficiente de la estancia, sino también para permitir el paso de mobiliario en espacios exteriores accesibles únicamente desde el interior.

La limpieza de los cristales puede ser otro inconveniente en algunas ocasiones. El CTE establece un apartado dedicado a la limpieza de los acristalamientos exteriores en el DB SUA. Las superficies acristaladas que no sean practicables o fácilmente desmontables, para permitir su limpieza desde el interior y evitar así el riesgo de caída, y se encuentren a una altura mayor de 6 m, deberán de cumplir una serie de condiciones. Una de ellas, que toda la superficie acristalada se encuentre en un radio de 0,85 m, desde algún punto de la zona practicable situado a una altura no mayor de 1,30 m.

Tipos de ventanas correderas o deslizantes

Las ventanas correderas o deslizantes se pueden clasificar a su vez en función del tipo de apertura. Su elección dependerá de las necesidades y expectativas del usuario final.

• Ventanas correderas

Las ventanas correderas tal cual son las más básicas.  Las hojas se deslizan sobre el carril del marco inferior y para ello cuenta con unos rodamientos que facilitan el desplazamiento sin obstrucciones. Este sistema de apertura tiene peor clasificación de permeabilidad al aire, por lo que tienen el inconveniente de que no aíslan demasiado del ruido y su transmitancia térmica es elevada en comparación a otros sistemas correderos, para el mismo material y acristalamiento.

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Por aclarar conceptos, la clasificación de la permeabilidad al aire de las ventanas se desarrolla en la norma UNE-EN 12207:2017, y tiene que ver con la hermeticidad al aire de las ventanas. La clasificación va de la clase 1 a la clase 4. La clase 1 es la peor clasificación y por lo tanto menos hermética (El CTE ya no las admite). La clase 4 es la mejor clasificación y, por lo tanto, la de mayor hermeticidad.

• Ventanas paralelas

Este sistema de apertura combina las ventajas de los sistemas practicables y correderos. Las más conocidas son las ventanas oscilo-paralelas. Se trata de un sistema de ventana que generalmente se configura con una hoja fija y otra móvil. El herraje es más complejo que el de la ventana corredera convencional. La apertura se produce en dos movimientos, uno para la apertura oscilante y otro para la apertura deslizante. La apertura oscilante permite que la hoja móvil bascule respecto del marco inferior garantizando una pequeña abertura en su parte superior para la ventilación del espacio interior. La posición del herraje en modo deslizante permite desplazar la hoja móvil en horizontal solapando con la hoja fija. El cierre es totalmente hermético. Con este sistema de apertura se consiguen mejores prestaciones térmicas, acústicas y una mejor clasificación de permeabilidad al aire.

• Ventanas correderas elevables

Las ventanas correderas elevables son el tipo de ventanas top de este sistema de apertura, por sus elevadas prestaciones térmicas. Válidas para proyectos de edificios y viviendas de alta eficiencia energética. Este sistema es óptimo para huecos de grandes dimensiones propio de diseños arquitectónicos minimalistas en los que se busca una proporción elevada de superficies acristaladas sin renunciar al confort y el ahorro energético. El herraje permite un deslizamiento suave de las hojas (incluso las más pesadas) sin apenas esfuerzo. A su vez el cierre es totalmente hermético. El sistema se eleva ligeramente desde el momento en el que se acciona el herraje y se inicia el movimiento. El cierre se produce haciendo descender la hoja para su cierre hermético.

• Ventanas plegables

Las ventanas plegables se abren como si fueran un acordeón ya que las hojas se deslizan por una guía y quedan agrupadas, todas juntas, en un lateral del hueco o en ambos. El sistema es corredero y se emplea en huecos de grandes dimensiones donde se busca la total conexión entre el espacio interior y el exterior ya que la apertura es lo más parecido a la apertura total de la ventana. No es muy habitual encontrar este tipo de ventana corredera o deslizante, y tampoco es un sistema hermético.

• Ventanas de guillotina

Es la ventana corredera vertical cuyo uso es casi inexistente en la actualidad. Muy probablemente sea el origen de la ventana corredera. En este sistema la hoja móvil se desliza verticalmente sobre el marco lateral. Puede configurarse con una hoja fija y otra móvil o las dos móviles.

Conclusiones

Las ventanas correderas o deslizantes son comúnmente conocidas como la alternativa a las ventanas practicables y han sido muy utilizadas en las últimas décadas en la construcción de edificios en este país. Actualmente muchas de ellas se están renovando en procesos de rehabilitación energética. Sin duda conocer sus prestaciones, pros y contras, en función del sistema de apertura elegido, será una ventaja para conseguir los objetivos de máximo ahorro y confort interior en tus proyectos.

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*Imagen principal, cortesía de Veka