Un nuevo concepto de pobreza en el mundo desarrollado está muy relacionado con el suministro de energía.
Esta particular modalidad de pobreza actúa en dos tipos de escenarios. Cuando una unidad familiar no dispone de liquidez suficiente para contar en su vivienda con una situación de confort térmico y, en otro orden, cuando la familia sí destina capital a esta circunstancia, pero este pago supone gran parte de los ingresos, por lo que dicha unidad familiar no dispondrá de capital suficiente para hacer frente al resto de gastos.
En ambos casos se estará hablando de pobreza energética y estas situaciones a menudo se presentan cuando existen ingresos fijos en el hogar, pero estos son muy reducidos.
Por este motivo conviene señalar que del 17 al 22 de febrero se celebra la semana de la lucha contra la pobreza energética. En estas jornadas se recuerdan la tercera y última de las extraordinarias oleadas de frío que recorrieron Europa en febrero de 1956. Todavía hay millones de europeos que padecen pobreza energética.