En el Día Internacional de la Mujer hablamos con Magdalena Verdú, empresaria e instaladora: “Para ejercer esta profesión creo que tienes que estar muy preparado”
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
En el Día Internacional de la Mujer y, como cada año, desde Caloryfrio.com queremos rendir nuestro particular homenaje a todas las mujeres que desarrollan su actividad profesional en nuestro sector y están encantadas de hacerlo. Magdalena Verdú, es una de ellas.
La historia de Magdalena Verdú García como instaladora en el sector del gas, comienza en el año 1.987. Una extraña vocación que nace de la experiencia compartida con su padre, que trabajaba en una pequeña empresa instaladora. Desde el primer momento, esta experiencia llamó su atención, hasta el punto que, tras la jubilación de su padre, decidió continuar al frente de la empresa junto a un socio.
Años después, en el 2004, esta sociedad se rompe y Magdalena atraviesa uno de los momentos más duros de su trayectoria profesional. Entonces decide volver a empezar, pero esta vez, sola.
Magdalena califica este momento como duro, pero a la vez apasionante. Nace así la empresa Segurgas, una empresa dedicada en la actualidad al asesoramiento, diseño, ejecución, y mantenimiento de instalaciones domesticas e industriales de gas, fontanería, energías solares, calefacción y climatización. Una empresa que durante los últimos doce años le ha proporcionado grandes satisfacciones.
Pero la trayectoria profesional de Magdalena Verdú no se limita a su empresa. En la actualidad, esta mujer forma parte también de diversas asociaciones y federaciones, ocupando puestos en sus comités y juntas directivas: Vicepresidenta de la asociación de instaladores de Valencia, Miembro del comité ejecutivo de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana, Miembro de la Junta Directiva de Conaif y además, la única mujer Consejera de Conaif Sedigas Certificación.
En Caloryfrio.com hemos charlado con Magdalena Verdú quien nos ha hablado sobre su vocación, su trabajo, sobre el sector de las instalaciones y sobre las claves para llegar al éxito en un mundo eminentemente masculino.
Magdalena, háblanos un poco de tu vocación… ¿Cómo llegas al mundo de las instalaciones?
¿Cuál es mi vocación? Pues empecé porque mi padre era instalador y a pesar de ser la quinta de cuatro varones, me gustaba la profesión de mi padre, me parecía creativa, me parecía bonita; había mucha relación con las personas. Mi padre no quería porque pensaba que no era trabajo para una mujer. Pero yo continué, continué con la empresa, la pequeña fontanería muy chiquitita que él tenía y me especialicé en el mundo del gas que era el que realmente me gustaba a mí. Formé una sociedad con otra persona y aunque salió mal, en doce años volví a comenzar. Pero si de lo que hablamos es de cómo empecé, te puedo decir que al principio llevaba los presupuestos a los clientes en una Vespino.
¿De verdad?
Una Vespino, sí. La dejaba en una esquina porque consideraba que los clientes igual pensaban que no tenía capacidad para hacer las instalaciones. Te estoy hablando de 18 añitos recién cumplidos.
¿Qué creías que pensaban?
Cuando firmabas un presupuesto, tenías que dar una cantidad a cuenta, y cuando vas con una Vespino, eres joven, vas con unas zapatillas de deporte y unos vaqueros, pues a lo mejor … y además si eres mujer … En un mundo que estaba copado por hombres de mediana edad, hablamos de los años 87-89, imagínate el impacto cuando iba una chica joven a dar un presupuesto en la moto … pero era así. Yo empecé reparando calentadores.
Yo no sentí esa marginación por ser mujer,… en absoluto todo lo contrario, yo no he tenido ese problema jamás.
¿Y cómo te formaste? Nos has contado que en parte ayudando a tu padre, pero… ¿Tuviste alguna otra formación?
Como mi padre quería que me sacara los estudios hice un pacto con él. Durante el día me formaba como instaladora para sacarme los carnets del gas y por la noche, iba al instituto. Así, mi padre me permitió estar en la pequeña fontanería donde se inició todo. Me enseño su profesión y con él realmente aprendí los conceptos más valiosos: la seriedad, la honestidad, la honradez… Mi padre no me lo puso fácil; él quería algo mejor, no consideraba… aunque yo estoy encantada con la profesión que tengo.
¿Tu lo tenías claro, no?
Sí, yo lo tenía claro; era muy cabezona y continúo siéndolo. Y bueno… aquí estoy.
¿Cómo era la formación en aquel entonces?
Pues bueno te lo cuento… verás 90 señores de mediana edad, y yo con 18 años. Pero tengo que decirlo; lo he dicho siempre… Yo jamás me sentí marginada por ser mujer. Nada en absoluto. Mis compañeros siempre me apoyaron, siempre me ayudaron, tengo grandes amigos de aquella época que continúan siéndolo hoy. Y yo siempre me he sentido muy bien tratada en este sector. Yo no sentí esa marginación por ser mujer,… en absoluto todo lo contrario, yo no he tenido ese problema jamás. Al contrario, diría que te protegen…
¿Y ahora, como profesional sigues viendo un sector eminentemente masculino?
Sí, sigue siendo masculino, pero cada día hay compañeros, señores de 40,50, 60… que me llaman para pedirme consejo, y otras veces yo les llamo a ellos. Yo dirijo mi empresa, tengo 14 personas a mi cargo, tengo ingenieros, técnicos, operarios… Cuando comencé en el año 89 yo misma hacía las instalaciones de calefacción. Eramos dos personas y yo tenía que montar las calefacciones y las instalaciones de gas. Pasados los años, soy la gerente de una empresa y creo que como gerente debo saber hacer las cosas para saber corregirlas. Sé decirle a un operario “déjame un momento… esto se hace así porque si no, te quedarán poros”. Así te ganas el respeto; ese es mi día a día. Ya no hago instalaciones físicamente, pero sí las controlo, las dirijo, superviso a los ingenieros...
Perfecto! Y si nos centramos en tu trayectoria ya como profesional, ¿cómo la definirías?
¡Con satisfacción! Yo sinceramente, estoy súper satisfecha de mi trayectoria. Las cosas se pueden hacer de dos maneras, despacito y bien o corriendo y con cierto riesgo. Yo voy despacito y bien, intento hacer las cosas lo mejor que sé; posiblemente, me equivoque todos los días, casi con toda seguridad; pero yo a las noches me acuesto muy tranquila. Y cuando trabajas con gas, y cuando trabajas con seguridad, el acostarte tranquila… Sí claro, te puedes equivocar, pero nunca de una manera deliberada. Hace muchísimos años, un empresario muy importante de aquí, de Valencia, me dijo: “mira Magdalena, haz las cosas bien, que el dinero vendrá. No busques nunca el dinero”. Y eso lo he llevado siempre conmigo. Yo hago las cosas bien y el dinero ya vendrá después.
Cuando hago una instalación o un proyecto, no estoy pensando en el dinero. Yo siempre he querido ser un referente, sin ser pretenciosa, siempre pensando en mi pequeña parcela. Aportar algo más que mi competencia.
Creo que esta profesión es de las que tiene más formación, más reciclaje y más control en formación
Y con respecto a las mujeres, ¿has conocido otras mujeres en el sector?
¿Mujeres en el sector? Las mujeres que yo he visto dentro, normalmente han sido mujeres, esposas de instaladores, pero me encantaría encontrarme con alguna mujer instaladora.
¿Cuál crees que es la causa por la que las mujeres no se deciden por esta profesión? ¿Cómo se podría promocionar?
Para ejercer esta profesión creo que tienes que estar muy preparado. Yo creo que habría que hacer alguna formación, jornadas, etc. donde grupos de mujeres empresarias o emprendedoras hablaran a otras mujeres sobre sus experiencias en este sector, porque la verdad, es un sector donde se pueden desarrollar todas las capacidades que tengas: personales, creativas… porque cada instalación es nueva, tienes que crearla, el diseño, el trazado; y luego cada instalación se proyecta para un sector diferente… todos los días se aprende.
Tú lo tuviste muy claro desde el principio… Desde las asociaciones del sector se está dando formación profesional con elevados índices de empleabilidad…
¡Por eso digo! Hacen falta más jornadas con mujeres emprendedoras para explicar cómo es esta profesión. El problema es que como no se conoce, no se tiene en cuenta.
Magdalena, hemos hablado de tu formación, de tu trayectoria profesional pero también dedicas tu tiempo a desempeñar cargos de responsabilidad en algunas de las más importantes asociaciones del sector. ¿Cuáles son las claves de tu éxito profesional?
Ser muy transparente y ser seria en el trabajo. Habrá gente a la que no les gustes y gente a la que sí. Soy lo que ves, soy muy transparente. Me gusta trabajar; trabajo 15 horas al día, todos los días de la semana. Para trabajar por las asociaciones hay que quitar tiempo de la empresa pero lo haces porque ayudas al sector, y de esta manera, te ayudas a ti misma. Al tener una empresa mediana tengo la suerte de poder permitirme más horas para ayudar en las asociaciones… pero insisto, ayudo al sector, pero me miro a mi misma. Además, soy una currante.
como empresaria quieres estar informada de primera mano, porque quieres formar parte de los cambios que se producen en el sector
¿Ese es el único misterio? ¿Currar mucho?
No tengo otro, Trabajar y trabajar.
Hablando de trabajar y formarnos… El mundo de las instalaciones está en un proceso de constante cambio (tecnologías, normativas, etc.). ¿En tu opinión la profesión está lo suficientemente formada o informada?
Creo que esta profesión es de las que tiene más formación, más reciclaje y más control en formación. Todo está muy controlado. Todos los sectores que intervienen en una instalación están en formación constante; no pasan 6 meses sin que tengamos algo de formación. Yo creo que la gente puede estar tranquila con el instalador autorizado.
Volviendo al tema de las asociaciones sectoriales ¿cómo surge el formar parte de ellas?
Pues porque como empresaria quieres estar informada de primera mano, porque quieres formar parte de los cambios que se producen en el sector; porque creía que podía aportar cosas; porque había cosas que se hacían porque siempre se habían hecho de la misma forma y yo pensaba que igual se podían mejorar, pero solo se pueden cambiar si te mojas. Te tienes que mojar; no vale con ir a una reunión de la asociación y quejarte, que no que no, hay que ir, mojarse y echarle horas.
¿Y cómo ves el sector en este momento? ¿Crees que ha sufrido lo mismo que otras profesiones?
Lo veo un sector que últimamente está algo movido por la crisis, por la falta de inversión, y por las ilusiones; como ha pasado en todos los sectores; pero independientemente de eso, es un sector que mueve muchísimo del mercado. Están las incertidumbres lógicas, del entorno económico, político, social, pero no veo mal el sector.
¿Y cuál crees que debe ser el papel de las asociaciones en esos momentos de cambio? ¿Cuál es el papel que deben desempeñar?
Las asociaciones son muy importantes. Las asociaciones son escuchadas por los organismos oficiales, por las distribuidoras; y no nos engañemos: la famosa frase “La unión hace la fuerza” es real. Tú vas solo y te escuchan poco, pero cuando la que habla es una asociación, es diferente. Porque las asociaciones representan los intereses de un sector, de muchas empresas… Es importante que estemos unidos sobre todo porque no olvidemos que estamos hablando de un sector que en un 60-70% está formado por pequeñas empresas que o se asocian o tendrán un problema. Y yo creo que en eso estamos. Las asociaciones deben desempeñar un papel fundamental, vital. Las asociaciones deben estar ahí cuando hay problemas y la Confederación Nacional, también. CONAIF está ahí para cualquier problema. Personalmente creo que es fundamental pertenecer a una asociación, de tu provincia, etc. y CONAIF también es fundamental.
Magdalena, para terminar, queríamos preguntare cómo ves el futuro. ¿Eres optimista?
Yo soy optimista, pero soy optimista por naturaleza. Quizá ahora mismo todos estamos muy preocupados, pero lo que tenemos que pensar es en las soluciones y no en lo que hay; cómo podemos aportar, y en eso estamos. Estamos en un sector que a pesar de la inestabilidad política y económica funciona así que, hay que estar preparados para cuando arranque de nuevo. Hay que generar más empleo, pero empleo cualificado, acreditado; en eso estamos las asociaciones, preparando a la gente para que en un futuro próximo puedan incorporarse a las empresas. No hay mal que cien años dure, no hay crisis inacabables.
¿Y a las mujeres que aún continúan buscando empleo, qué les dirías?
Que se acerquen a la asociación de instaladores, que pregunten por la formación y que se atrevan a entrar en este sector, que les va a encantar; que las mujeres somos muy disciplinadas, muy de reglas; no tenemos horas , si nos ponemos, nos ponemos. Estos son valores muy importantes, y además, estoy convencida que les iba a gustar. Pero que se atrevan, de verdad, que las asociaciones estaremos encantadas de recibirlas, y yo ni te cuento.
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