El gas natural, imprescindible para garantizar la competitividad y la calidad del aire
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
El presidente de Sedigas, Antoni Peris, inauguró hace unos días, la presentación en Barcelona del Informe Rol del gas en una economía baja en carbono, elaborado por KPMG y accesible desde la web de Sedigas. En su discurso, Peris remarcó el papel del gas natural como energía limpia y su contribución a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 %, de acuerdo con los objetivos europeos del 2030, que pretenden alcanzar un 27% en renovables e incrementar la eficiencia energética en un 30%. Las ventajas competitivas de España, como su situación geoestratégica en cuanto al gas natural licuado europeo y su sistema de infraestructuras ya existentes, contribuirán a la consecución de estos fines.
Durante la presentación, la Secretaria General de Sedigas, Marta Margarit, señaló también que el gas, además de contar con tecnologías eficientes, es garantía para la seguridad del suministro tanto español como europeo, dadas las infraestructuras existentes. El alto grado de desarrollo de la infraestructura gasista española favorece una mayor penetración del gas natural sin comprometer el cumplimiento de los objetivos a 2030. De este modo, el gas natural juega un papel protagonista en la consecución de una economía baja en carbono, de acuerdo con los objetivos de la Unión Europea para 2030. Recordemos que dichos objetivos están alineados con los acuerdos alcanzados en París durante el COP 21 y ratificados en la COP 22.
En su intervención para la presentación del informe Rol del gas en una economía baja en carbono, el socio responsable de Economics & Regulation de KPMG en España, afirmó que las previsiones para 2030 en España apuntan a que, en un escenario base, una participación del gas natural en energía primaria, que fue del 20% en 2014, se incrementaría en siete puntos porcentuales hasta alcanzar una cuota del 27%.
Tomando en consideración las características del sistema gasista español en cuanto al desarrollo de sus infraestructuras, esta cuota podría incrementarse hasta un 33% permitiendo alcanzar beneficios adicionales que se concretan en menores emisiones y en ahorro económico, sin comprometer los objetivos para el año 2030.
El sector transporte
El gas natural aplicado al sector transporte (uno de los principales causantes de las emisiones GEI y de la contaminación atmosférica) aporta una solución económicamente eficiente, y tecnológicamente probada, para lograr la reducción de emisiones y mejorar la calidad del aire.
La polución es un problema que afecta a todas las ciudades. Hace unos días en Paris se impusieron severas restricciones de tráfico por haber superado el límite de partículas en el aire. Y no son infrecuentes los episodios de contaminación en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas.
Es por este motivo que en la ciudad de Barcelona, se prohibirá la circulación a un millón de coches contaminantes a partir del 2020, durante episodios de alta polución, dentro de un paquete de 58 medidas para mejorar la calidad del aire y la salud de las personas, tal como ha anunciado recientemente el Ayuntamiento de la Ciudad Condal.
Los vehículos a gas natural no se verán afectados por esta medida, y podrán circular con libertad, toda vez que soliciten a la Dirección General de Tráfico la etiqueta que acredite el impacto ambiental de sus emisiones. Esto es porque el gas es un combustible limpio y el transporte urbano se puede beneficiar de ello.
Gas natural como solución doméstica
Un incremento de hasta un 33% de gas en el mix energético permitiría a España obtener un ahorro de hasta 223 millones de euros. Esto supondría un ahorro de 340 euros al año para el hogar medio considerado. El sector terciario, por su parte, reduciría su gasto energético hasta 38 millones de euros.
De este modo, mediante el uso de energías limpias, España alcanzaría los objetivos de la Unión europea a un menor coste.
Gas natural en la industria, fuente de competitividad
El gas natural es un combustible eficiente en procesos industriales y de cogeneración. Por su implantación, disponibilidad, eficiencia e idoneidad de las instalaciones garantiza la competitividad del sector industrial. De forma adicional, su flexibilidad y su alto poder calorífico reducen la cantidad de combustible necesario para generar energía.
La necesidad de mantener la competitividad de la industria nacional requiere que la demanda de gas natural en la industria se mantenga, sustituyendo progresivamente a otros combustibles más contaminantes o menos eficientes.
Ciclos combinados
En el sector de generación, los ciclos combinados garantizan la continua penetración de las renovables. El sector eléctrico, imprescindible para los objetivos 2030, requiere un aumento de capacidad firme del 8% en el mix de generación a 2030. En lo que se refiere a la capacidad firme de gas, este aumento estaría entre 5,5 GW y 10 GW según el escenario de cierre de las centrales de carbón considerado.
Así, en 2030, el gas constituiría entre un 51% y un 58% del total de la capacidad firme del sistema eléctrico. Los ciclos combinados serán los suministradores de firmeza y estabilidad al sector eléctrico.
En definitiva, el gas natural es una energía limpia que permite una economía baja en carbono y una reducción de la contaminación. Favorece la penetración de las renovables maduras en el mix energético y garantiza la sostenibilidad económica, a la vez que contribuye a un ahorro para las empresas y las familias.
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