Emisiones de CO2, responsabilidades y soluciones
- Escrito por Esther Estévez
La opinión de Esther Estévez, Secretaria General de Amascal
La emisión de gases de efecto invernadero sigue en primera plana, o más bien la no emisión. Durante el COP25 en Madrid hemos asistido a mas de 15 días de negociaciones para ver en qué quedaba la voluntad política de reducir efectivamente la emisión de al menos uno de dichos gases, el CO2.
Para la mayoría, la terminología usada resulta de difícil comprensión y con demasiada frecuencia ajena a la actividad diaria de cada uno de nosotros. Sin embargo, parece clara la necesidad de cuidar nuestro planeta, si no queremos verlo reducido a un escenario casi apocalíptico de desertifización, sequía y todo tipo de fenómenos naturales adversos. Aquellos que lo niegan suelen utilizar la teoría de que el CO2 es necesario para el desarrollo de la vida en nuestro planeta, lo cual es cierto, pero, es el exceso de dicho gas, el que tiene consecuencias que se dejan sentir en toda la tierra.
Conseguir una industria menos contaminante supone un problema de reconversión de las industrias y una colaboración de la ciudadanía en general, con el consiguiente efecto en las economías de todos los países. Son precisamente los intereses económicos los que marcan las políticas energéticas y las consecuentes desavenencias entre los responsables de tomar medidas restrictivas a las emisiones de los gases de efecto invernadero. Es necesaria la búsqueda de un equilibrio no siempre sencillo. Pongamos por ejemplo la sustitución de las bolsas de plástico por bolsas de papel o de almidón de maíz. La sustitución total supondría talas masivas de zonas arbóreas o la plantación, a enorme escala de maíz, con un efecto de nuevo sobre la deforestación, por no hablar de la gran cantidad de personas que viven de estas industrias y que deberían reconvertirse para poder hacer frente a los objetivos pretendidos. Esto es un ejemplo mínimo de la complejidad del asunto con el que ilustrar la falta de acuerdos contundentes en cada cumbre de cambio climático que se celebra.
La dificultad, sin embargo, no debe llevar a caer en la trampa de negar la necesidad de cambiar de estilo de vida y de continuar en la senda de implantación de energías renovables y economías sostenibles. Cada ciudadano es capaz de contribuir a la solución de enorme problema teniendo claro que el mejor residuo es el que no se produce.
Algo que nos concierne directamente es la eficiencia de nuestras casas, en la actualidad tenemos a nuestra disposición, sistemas de climatización más eficientes y limpios que consiguen una reducción significativa de las emisiones. Los distribuidores de AMASCAL están en condiciones de asesorar y proveer a sus clientes de estos sistemas. Todos ganamos con instalaciones más verdes: emitiendo menos gases a la atmósfera, ahorrando energía y recursos consumidos al tiempo que mejoramos el confort de los hogares a un coste asequible. También como empresarios trabajamos para que nuestras instalaciones emitan y consuman menos energía, reciclemos y contribuyamos de manera efectiva en la reducción de los tristemente famosos gases de efectos invernadero.
Más información sobre asesoramiento en:
www.amascal.org
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