Molins Construction Solutions marca un nuevo hito sostenible con productos certificados para su contacto con agua de consumo
- Escrito por Alejandro Rodríguez CALORYFRIO
Molins Construction Solutions ha marcado un nuevo hito en sostenibilidad al garantizar que cuatro de sus productos de la gama de impermeabilización PROPAM® IMPE sean aptos para su contacto con agua potable, preservando su calidad y, tal y como expone la última normativa donde se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro.
Una normativa española basada en la Directiva (UE) 2020/2184, que regula la calidad del agua de consumo humano en la Unión Europea. En España, esta normativa establece requisitos específicos para los materiales utilizados en infraestructuras, como redes de distribución, depósitos de almacenamiento o sistemas de captación y tratamiento. Aplicable tanto a instalaciones nuevas como a proyectos de rehabilitación, su objetivo es garantizar que el agua no sufra alteraciones en su calidad, evitar la migración de contaminantes que puedan modificar su color, olor o sabor, y asegurar que no represente un riesgo para la salud.
Entre los materiales de la empresa que cumplen integralmente con la normativa que asegura los procesos del agua, destacan PROPAM® IMPE, PROPAM® IMPE CAPA GRUESA, PROPAM® IMPE FLEX y PROPAM® IMPE FLEXITEC.
Todos ellos forman parte de esa gama de impermeabilización que utiliza materiales no contaminantes. Compatibles con soportes como hormigón, morteros y cerámica, ofrecen una protección eficaz frente a la penetración de agua, incluso en condiciones de alta presión hidrostática. Y gracias a su permeabilidad al vapor de agua, contribuyen a evitar condensaciones y mantener la integridad de las estructuras.
El negocio de las soluciones integrales de Molins cuenta con una estrategia clara: desarrollar productos que no sólo reduzcan el impacto ambiental en términos de emisiones, sino que también contribuyan a la protección de recursos naturales como el agua.
La normativa obliga a las autoridades competentes a realizar rigurosos controles en el mercado para verificar que los productos utilizados en las infraestructuras relacionadas con el agua de consumo cumplen con todas las garantías y, en caso de no hacerlo, retirarlas del mercado. De no hacerlo, las sanciones para fabricantes, importadores o distribuidores pueden alcanzar hasta los 100 millones euros según lo dispuesto en la Ley 21/1992, de 16 de julio.
Si quieres más información sobre MOLINS:
www.molins.es
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