Turquía: Plan de Acción Nacional para Energías Renovables para 2013-2023
- Escrito por Montse Bueno
En aplicación de la Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo, de obligado cumplimiento para todos los estados miembros, y en cierta forma también para Turquía, en virtud de su compromiso como país candidato, el Gobierno de la República de Turquía, a través del Ministerio de Energía y Recursos Naturales, ha desarrollado un Plan de Acción Nacional para Energías Renovables (RIEP) para el periodo 2013-2023, que ha visto la luz este pasado mes de diciembre y que, para su elaboración, ha contado con la colaboración del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) y el apoyo del Gobierno de España y de la firma Deloitte Touche Tohmatsu. Actualmente, gracias a un marcado crecimiento de su economía y población, Turquía es la diecisiete mayor economía del mundo y la sexta en Europa y, en consecuencia, a lo largo de los últimos años ha podido observar como aumentaba exponencialmente su demanda de recursos energéticos.
El hecho de que sea una nación de gran riqueza en cuanto a recursos renovables le permite plantearse una política energética progresista e innovadora, que conlleve un óptimo proceso de diversificación en materia de suministro energético.
La economía turca, caracterizada por su dependencia de las fuentes de energía importadas (alrededor de un 90%) – y, en especial, de las primarias procedentes de combustibles fósiles -, incrementará su demanda, se estima que en aproximadamente un 90%, durante el periodo comprendido entre 2011 y 2023. Y, debido a ello, con el fin de evitar riesgos vinculados al alto nivel de dependencia energética, por un lado, y desarrollar un modelo energético sostenible, por otro, el Gobierno turco se ha comprometido a promover soluciones alternativas basadas principalmente en las energías renovables. Así, de cara a 2023, ha establecido unos objetivos muy ambiciosos con respecto a la generación de electricidad; basados en la alta disponibilidad de los recursos energéticos renovables de origen: hidráulico, eólico, fotovoltaico y geotérmico. Si bien durante años las centrales hidroeléctricas, la biomasa y la geotermia han constituido la mezcla energética turca, a lo largo de estos últimos ejercicios han sido la geotérmica y la eólica las que han comenzado a tener un impacto relevante.
Seguridad en el suministro y sostenibilidad económica y ambiental
En línea con estos datos, las prioridades de la política energética turca son el desarrollo de las fuentes de energía renovable y la promoción de medidas de eficiencia energética, siempre bajo consideraciones ambientales. De hecho, con la llegada del Plan de Acción Nacional de la Eficiencia Energética (NEEAP), que verá la luz los próximos meses, a nivel general se persigue la seguridad en el suministro y la sostenibilidad en términos económicos y ambientales. Y, para ello, se han articulado una serie de valores o principios: transparencia, confianza, innovación, cooperación, eficiencia y coherencia. De hecho, en 2023, con ayuda del RIEP, este país se plantea contar con un mix de generación eléctrica en el cual la proporción de energías renovables represente el 30% del total necesario, y que un 10% corresponda al sector transporte. Pero, además, se ha propuesto asegurar un desarrollo tecnológico e industrial basado en la instalación de una mayor capacidad en energías renovables.
De cara a 2023, Turquía se ha propuesto generar, a partir de las renovables, electricidad bruta por valor de 91.800 GWh en el caso de la hidroeléctrica; de 50.000 GWh procedente de la energía eólica en tierra; de 5.100 GWh en cuanto a energía geotérmica; de 8.000 GWh a partir de la energía solar, y de 4.533 GWh originados por la biomasa. Si ello se acabara cumpliendo, en total generaría de forma renovable 159.433 GWh; una cantidad que representa un 37% del consumo total pronosticado para 2023. Y ello teniendo en cuenta que el objetivo del Gobierno en este sentido se fija en un 30%, o sea 127.324 GWh.
Etapa de transición: la convivencia de los dos modelos
Se calcula que el impacto de la penetración de las energías renovables en Turquía será muy positivo, en tanto que reducirá la dependencia energética de otros países y garantizará la seguridad en el suministro; evitará las emisión de 47 millones de toneladas de CO2; impactará substancial y positivamente en el PIB debido a que la penetración a gran escala de infraestructuras vinculadas a la energía renovable permitirá el desarrollo de nuevas actividades industriales y, por tanto, el suministro de equipos, componentes y servicios; fomentará el empleo cualificado, y favorecerá el desarrollo de actividades de I+D+i.
No obstante, durante esta etapa de transición, se prevé que convivan acontecimientos vinculados a ese nuevo escenario, que se perfila de cara a 2023, con otros relacionados directamente con esa marcada dependencia de los combustibles fósiles. En concreto y durante estas semanas han tenido lugar en Estambul, por un lado, el Intercontinental Wind Power Congress, en el WOW Istanbul Convention Center y, por otro, el certamen Petroleum Istanbul, que incluye el Gas & Power Network, y que se desarrollará en uno de los dos destacados recintos feriales de esta ciudad: el Tüyap Fair Convention and Congress Center.
Modificado por última vez enMiércoles, 28 Abril 2021 11:56
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