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Las incertidumbres políticas amenazan con frenar el impulso de las energías renovables

Energias-renovables-AIEUn reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía percibe las energías renovables como una opción competitiva en cuanto a costes y sin embargo aprecia igualmente crecientes riesgos en su implementación en el plazo medio. Tanto es así que, según un informe publicado el pasado 28 de agosto, la expansión de las energías renovables se ralentizará en los próximos cinco años, salvo que se disminuye la incertidumbre política.
Según el citado informe, la generación de energía a partir de fuentes renovables como la eólica, solar e hidroeléctrica creció fuertemente en 2013, alcanzando casi el 22% de la generación mundial, y estaba a la par con la electricidad a partir de gas, cuya generación se mantuvo relativamente estable. En cuanto a la generación renovable global se ve el aumento en un 45% y que constituyen casi el 26% de la generación mundial de electricidad para el año 2020. Sin embargo, en el año 2014, la AIE percibe una desaceleración y estabilización poniendo a las energías renovables en riesgo de caer por debajo de los niveles de generación absolutos necesarios para cumplir los objetivos mundiales sobre el cambio climático. 
 

Crecimiento fuera de la OCDE

 
La Agencia Internacional de la Energía, sitúa en su informe, el 70% del crecimiento del sector renovable en los mercados que no pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), matizando que pese al aumento, sigue sin superar el 35% de la energía generada en países como China donde la utilización de combustibles fósiles siguen jugando un papel fundamental.
 
"Las energías renovables son una parte necesaria de la seguridad energética. Sin embargo, justo cuando se están convirtiendo en una opción competitiva en un creciente número de casos, la política y la incertidumbre regulatoria está aumentando en algunos mercados clave. Esto se debe a las preocupaciones sobre los costos de las energías renovables ", según declaraciones de la directora ejecutiva de la AIE, María van der Hoeven. 
 
"Los gobiernos deben distinguir más claramente entre el pasado, presente y futuro, como los costos están bajando con el tiempo", añadió. "Muchas de las energías renovables ya no necesitan niveles altos de incentivos. Por el contrario, dada su naturaleza de capital intensivo, las energías renovables requieren un contexto de mercado que asegure una rentabilidad razonable y predecible para los inversionistas. Esto exige una seria reflexión sobre el diseño del mercado necesario para lograr un mix energético mundial más sostenible.” 
 
El informe señaló que los riesgos políticos y de mercado amenazan con frenar el impulso del despliegue de las fuentes renovables. Por ejemplo, en muchos mercados de fuera de la OCDE, entre ellos China, las restricciones incluyen las barreras no económicas, la ausencia de medidas de integración necesarias, y el coste y disponibilidad de financiamiento.
 
Por primera vez, el informe anual proporciona una perspectiva de inversión de energía renovable. Hasta el 2020, la inversión en nueva capacidad de energía renovable se estima en un promedio de más de USD 230 mil millones al año. Esta cifra es más baja que la invertida en 2013 y que supuso alrededor de USD 250 mil millones. La disminución se debe a las expectativas de que los costes de inversión unitarios para algunas tecnologías van a descender debido a una desaceleración del crecimiento global. Con la disminución de costes, las oportunidades de competencia se están expandiendo para algunas energías renovables, dependiendo de las condiciones específicas de cada país y de sus marcos regulatorios.
 
Por ejemplo, en Brasil, con buenos recursos y con las condiciones de financiación adecuadas, la energía eólica terrestre ha conseguido superar la oferta de plantas de gas natural en las subastas. En el norte de Chile, los altos precios de la electricidad al por mayor y los niveles elevados de radiación han abierto un nuevo mercado solar no subvencionado.
 
La participación de los biocombustibles para el transporte y el calor renovable también están aumentando, aunque a un ritmo más lento que la electricidad renovable.  Y también en estas áreas la incertidumbre sobre la política de apoyo está aumentando en la UE y en los Estados Unidos. Las expectativas de desaceleración de crecimiento de la producción suponen una seria amenaza para el desarrollo de la industria de los biocombustibles avanzados en un momento en que las primeras plantas comerciales comienzan a funcionar a pleno rendimiento. 
 
El informe anual destaca las posibles implicaciones para la seguridad energética a causa de la utilización de la energía para la generación de calor, lo que representa más de la mitad del consumo mundial de energía final y está dominado por los combustibles fósiles. Pero la contribución de las energías renovables para satisfacer necesidades de calefacción y refrigeración continúa como una asignatura pendiente, con marcos de política más limitados en comparación con los sectores de la electricidad y el transporte. Aunque se espera que las fuentes de energías renovables crezcan en casi un 25% hasta 2020, su participación en el uso de energía para el calor se eleva tan sólo al 9%, siendo del 8% el pasado año.
 

Situación en Europa

 
En el caso de la Unión Europea, la IEA señala que la inseguridad de los inversores proviene de, entre otros, la ausencia de un marco regulatorio definido para las renovables a nivel comunitario más allá de 2020 y la lentitud a la hora de establecer una red eléctrica que consiga conectar a los 28 Estados Miembros.
 
En España concretamente, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), Miguel Ángel Martínez-Aroca ha calificado el futuro de las renovables en nuestro país como “inexistente y caótico” especialmente en lo concerniente a la energía fotovoltaica a causa de las últimas regulaciones del sector llevadas a cabo por el Gobierno y que han supuesto un recorte drástico de los incentivos para las instalaciones y además, con carácter retroactivo.
 
Alemania y Reino Unido son, junto a España y Polonia, los países europeos que este año han modificado su regulación sobre renovables. En el caso de Polonia, su paquete normativo está siendo evaluado por la Comisión. En el de España, no se ha hecho público si ha sido sometido o no a consideración.
 
En cualquier caso, tanto la regulación alemana como la británica contrastan fuertemente con la Reforma Energética aprobada en España. La German Renewable Act (EEG, según sus siglas en alemán) ha entrado en vigor el 1 de agosto, y establece que el país destinará 20.000 millones de euros anuales (el 0,73% del PIB) a incentivar las renovables. Los incentivos se financiarán a través de un recargo que habrán de pagar los generadores y autogeneradores en función de la electricidad que suministren a los consumidores.
 
En cuanto a Reino Unido, ha aprobado un sistema llamado Contratos por diferencias, que estará en vigor durante diez años desde abril de 2015, al que se destinarán 19.000 millones de euros. Bajo este esquema, tecnologías más maduras como la eólica terrestre competirán entre sí por los incentivos a través de subastas. Las más nuevas, como la eólica offshore, contarán con sus propios presupuestos, pero también participarán en algún tipo de subastas.
 
Francia ha sido el último de los países de nuestro entorno en aprobar una nueva normativa energética. A finales de julio, el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley de Transición Energética, con el que Francia pretende reducir el consumo, la factura y la dependencia energética. De los 10.000 millones de euros que destinará el país en tres años para desarrollar su plan, una parte no especificada se destinará a nuevos proyectos de renovables, que además disfrutarán de créditos baratos y la simplificación de procesos administrativos. El objetivo es que la energía producida por fuentes renovables suponga el 40% del total en 2025 frente al 15% que representa actualmente. Además, se pretende reducir el consumo de combustibles fósiles en un 30% en 15 años.
 
(Fuentes: Agencia Internacional de la Energía, REVE)
 
 
 
Modificado por última vez enMartes, 09 Septiembre 2014 13:16

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