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EuroPACE; el impulso a la rehabilitación energética de edificios

Europace proyecto financiacion rehabilitacion energéticaEl Property Assessed Clean Energy (PACE) es un innovador mecanismo de financiación destinado a permitir introducir mejoras en materia de eficiencia energética de edificios de amplio alcance.

En Estados Unidos (EEUU), en únicamente 6 años, ha permitido financiar más de 5.000 millones de dólares en la rehabilitación energética de 220.000 viviendas y ha generado más de 45.000 empleos estables. Estos datos, que ya de por sí son relevantes para calibrar el interés de su aplicación en Europa, permiten augurar un buen desembarco en la que será la primera prueba piloto europea, que se materializará en Olot (Girona).

En palabras de Franc Comino, cofundador de la ingeniería Wattia Innova (EspaiZero), “ya es un hecho que únicamente está pendiente de, junto con el consistorio, dar con la fórmula legal para ponerlo en práctica. Los que formamos la social lab y que, por tanto, hemos considerado que el modelo PACE era extrapolable contamos con el beneplácito de su fundadora en EEUU, Jane Elias, que en su día ya visitó la ciudad”.

De 70 a 350 mil viviendas rehabilitadas

En relación a si PACE es un modelo de financiación a nivel energético exportable y, si efectivamente es así, qué variables presenta su aplicación en Europa, Davide Cannarozzi y Eduard Puig MacLean, socios cofundadores de GNE Finance e impulsores de EuroPACE consideran que la diferencia principal en relación al marco estadunidense estriba en que “en Europa, además de una clara voluntad política para impulsar una nueva economía alrededor de la transición ecológica y sostenible, hay también una manifiesta intención de implementar mecanismos de mercado que permitan aprovechar la oportunidad económica que este reto supone”. Y, en este sentido, plantean que “la transición energética va a requerir una movilización de capital ingente que el erario público dista mucho de poder financiar.


Es por ello que las directivas europeas están impulsando la colaboración público-privada para atraer al capital privado”. Asimismo, desde su punto de vista “las políticas europeas actuales están evolucionando hacia un enfoque para situar al ciudadano en el centro y promover también su salud, confort y productividad. Siendo los edificios un elemento fundamental de dichas políticas, pues en ellos pasamos más del 90% de nuestro tiempo”.

Para la aplicación de PACE en Europa también serán necesarias algunas adaptaciones en cuanto al programa, ya que el mercado inmobiliario americano es distinto del europeo.

Así, mientras en Norteamérica la mayoría de viviendas son casas unifamiliares, en Europa, de media, el 70% de la población vive en edificios multifamiliares. Es por este motivo que se cree que la oportunidad en Europa es mayor, pues el parque de edificios está muy envejecido y requiere de medidas urgentes de rehabilitación.

El objetivo de EuroPACE, exponen Cannarozzi y Puig, “es estar operativos en 2019 para ofrecer un servicio que contribuya a acelerar la renovación de viviendas y edificios hasta alcanzar el 3% anual, multiplicando por 3 las cifras actuales. Y pasar de 70 a 350 mil viviendas rehabilitadas cada año”.

Ventajas para todos los implicados

La clave del programa PACE es la creación de una herramienta que impulsa la rehabilitación de viviendas y edificios ofreciendo ventajas a todos los actores implicados: ciudadanos, administración pública, contratistas e inversores. Tal y como señalan sus impulsores en Europa, “los ciudadanos que se acogen al programa reciben un acompañamiento durante todo el proceso que les facilita la toma de decisión sobre qué actuaciones realizar, con qué contratistas trabajar, así como un plan de financiación que puede ser a muy largo plazo y bajo interés. Esto último es fundamental para que el impacto en el bolsillo del ciudadano resulte positivo” y, del mismo modo, advierten que “los inversores encuentran en PACE una cartera de inversión segura y muy escalable. Lo que permite atraer financiación con un interés muy competitivo y que puede ser a muy largo plazo”.

En lo que se refiere a la administración pública explican que “sin tener que dedicar recursos adicionales de su propio presupuesto, puede dar respuesta a varios de sus mayores retos: la rehabilitación de edificios, generación de empleo local, la lucha contra el cambio climático, así como la pobreza energética” y, centrándose en los contratistas adheridos al programa, especifican que “pueden completar proyectos más grandes y tienen acceso a programas de capacitación que abren nuevas oportunidades para la mano de obra cualificada y no cualificada”. Rubrican su exposición destacando que “como indican datos del Ministerio de Fomento, por cada millón de euros invertidos en rehabilitación se crean entre 20 y 40 empleos estables. Con el bien entendido que en el sector de la rehabilitación, la gran mayoría de estos empleos corresponden a pymes locales”.

Naturaleza público-privada

Dada la naturaleza público-privada del modelo PACE, para su introducción en España se está trabajando a varios niveles, tanto de la administración pública como en el sector privado y, en esa línea, a día de hoy existe una interlocución fluida y regular con múltiples municipios de todo el país, agencias autonómicas, varios ministerios, así como instituciones de alcance nacional como la Federación Española de Municipios y Provincias o la Red Española de Ciudades por el Clima.

En paralelo, se está también trabajando con varias organizaciones sectoriales como, por ejemplo, la CEOE o la CNC, gremios, colegios profesionales, los sindicatos mayoritarios, así como con inversores multilaterales. Y el resultado – comentan Davide Cannarozzi y Eduard Puig MacLean - “está siendo la alineación de intereses de las múltiples partes para maximizar las probabilidades de éxito e introducir el programa en los plazos previstos. En este sentido, a día de hoy, la recepción, respuesta y apoyo no podrían haber sido mejores”.

La Garrotxa: contexto adecuado

Los aspectos que convierten a Girona y, en concreto La Garrotxa, en el contexto adecuado para la implementación de un programa innovador de naturaleza público-privada se basan en tres elementos fundamentales: “la voluntad política del consistorio, el tamaño de la ciudad y, por ende, de su ayuntamiento, y el interés de los actores privados del sector”.

Históricamente, esta región ha sido conocida por su conciencia medioambiental y por su clara voluntad social y política por fomentar un modelo económico sostenible, en consonancia con el tejido industrial de la zona. Desde esta conciencia y ambición, nació la voluntad del consistorio de Olot por implementar iniciativas innovadoras que dieran respuesta a los nuevos retos sociales, a la vez que generasen nuevas oportunidades económicas y sostenibles para la región.

Y siendo éste el contexto, desde EuroPACE se cree que “el tamaño medio de la ciudad de Olot y de su ayuntamiento permite que las tomas de decisión sean mucho más ágiles gracias a la implicación directa de sus máximos responsables. Asimismo, un tamaño de ciudad medio facilita la implementación operativa de un proyecto piloto” y, de hecho, “la implicación del sector privado, en particular de los contratistas y de las empresas de servicios energéticos, es fundamental para ofrecer un servicio excelente y maximizar la satisfacción del usuario ante un programa innovador”.

El proyecto en Olot será la primera experiencia de financiación vinculada a impuestos para proyectos de rehabilitación de viviendas o edificios en Europa. Una vez realizado el primer piloto, con los correspondientes aprendizajes y ajustes, será más efectivo plantear su implementación en ciudades mayores como Madrid, Sevilla o Bilbao, que ya forman parte del grupo de ciudades que participan en la iniciativa y han manifestado su interés por replicar el modelo EuroPACE.

 

Modificado por última vez enMiércoles, 30 Noviembre 2022 10:18

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