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Economía circular: ejemplos aplicados a la construcción

economia circular construccionLa economía circular contribuye a la consecución de los objetivos de la Unión Europea para una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de recursos y competitiva. El sector de la construcción mueve un flujo de residuos RCD de entorno a un tercio de todos los residuos generados en la UE y presenta un enorme potencial de mejora.

En este artículo te explicamos qué es la economía circular, cómo se regula en la construcción y algunos ejemplos de valorización según la jerarquía de residuos. 

Qué es la economía circular

Plan de acción para una economía circular en Europa

Contexto normativo nacional de la economía circular en la construcción

  • Demolición selectiva obligatoria desde el 1 de enero de 2024
  • Valorización de al menos el 70% en peso de los residuos generados

Ejemplos de valorización en la construcción según la jerarquía de residuos

Qué es la economía circular

La economía circular se plantea como la alternativa al modelo de economía lineal basada en extraer, fabricar, distribuir, usar y desechar. Un modelo obsoleto por su impacto negativo en el medio ambiente y en la salud de las personas, como consecuencia del consumo excesivo de recursos y la elevada generación de residuos. Un modelo económico que agota los recursos y que genera una fuerte dependencia de las materias primas. Poniendo en riesgo el suministro y generando precios elevados y volátiles. Además de una reducción considerable del patrimonio natural.

La economía circular en cambio apuesta por mantener el valor de los productos, los materiales y los recursos en el ciclo productivo, el mayor tiempo posible. Como consecuencia de ello se reduce el uso de materias primas y la generación de residuos. También se aprovecha al máximo aquellos residuos cuya generación no se puede evitar. Por lo tanto, la economía circular se basa en extraer, diseño sostenible, producir, distribuir, usar, reutilizar o reparar, recolectar cuando los residuos abandonan el ciclo y reciclar lo que sea reciclable para su reintroducción en el inicio de un ciclo que se repite. Es exactamente lo que significa el concepto Cradle to Cradle o de la cuna a la cuna. Todo ello de forma segura para la salud humana y para el medio ambiente. De esta manera, se desvincula el crecimiento económico del consumo finito de recursos.

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Plan de acción para una economía circular en Europa

En 2015 se publicó el Plan de Acción para una Economía Circular en Europa, con el objetivo de avanzar en la transición hacia la economía circular. Incluía medidas que afectaban a las diferentes etapas del ciclo de vida de los productos y a cinco áreas que la Comisión Europea (CE) consideró prioritarias, entre ellas la construcción y la demolición.

En 2020 se adoptó un nuevo Plan de Acción sobre la Economía circular, dentro del marco del Pacto Verde Europeo para el crecimiento sostenible. Un plan que pretende entre otros objetivos, que los productos sostenibles sean la norma, centrarse en sectores que más recursos utilizan y mayor potencial de circularidad presentan, incluido el de la construcción y los edificios, y garantizar que se generan menos residuos.

Según este Plan el entorno construido tiene repercusiones significativas en muchos sectores económicos, en el empleo local y en la calidad de vida. El sector de la construcción consume ingentes cantidades de residuos y absorbe el 50% de todos los materiales extraídos. Es responsable de más del en 35% del total de residuos generados la UE. Y se le asocian entre un 5% y un 12% de las emisiones nacionales totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por la extracción de materiales, fabricación y distribución de productos de la construcción y procesos de construcción y renovación de edificios.

En este contexto la CE promueve principios de circularidad en todo el ciclo de vida de los edificios proponiendo determinadas actuaciones. Entre ellas, la introducción de requisitos de contenido reciclado en determinados productos, medidas para mejorar la durabilidad y adaptabilidad de los edificios construidos en relación a los principios de economía circular de aplicación en el diseño de edificios, la elaboración de libros digitales del edificio y el análisis del ciclo de vida. 

Contexto normativo nacional de la economía circular en la construcción

A nivel nacional, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, establece una serie de objetivos e hitos a cumplir relacionados con la generación de residuos de la construcción y demolición de edificios (RCD) y su gestión.

Demolición selectiva obligatoria desde el 1 de enero de 2024

Como hito, la ley establece que a partir del 1 de enero de 2024 la demolición se llevará obligatoriamente de forma selectiva. Y se realizará preferentemente en lugar donde se hayan generado. Para ello se clasificarán los residuos en al menos las siguientes fracciones: madera, fracciones de minerales (hormigón, ladrillos, azulejos, cerámica y piedra), metales, vidrio, plástico y yeso. Además, se clasificarán también aquellos elementos que puedan ser reutilizados como es el caso de las tejas, los sanitarios o los elementos estructurales. Todo ello sin perjuicio del resto de materiales que ya tengan establecida una recogida separada obligatoria.

Las sustancias peligrosas como el amianto se deberán retirar y manejar de forma segura, prohibiendo su mezcla con otros residuos.

Valorización de al menos el 70% en peso de los residuos generados

En primer lugar, determina que la cantidad de residuos no peligrosos de construcción y demolición destinados a la preparación para la reutilización, el reciclado y otra valorización de materiales, incluidas las operaciones de relleno, con exclusión de los materiales en estado natural definidos en la categoría 17 05 04 (tierra y piedras que no contengas sustancias peligrosas) de la lista de residuos, deberá alcanzar como mínimo el 70% en peso de los producidos. Una exigencia que se traduce en la puesta en marcha de buenas prácticas en el proceso de desmantelamiento o demolición de edificios, para alcanzar el objetivo.

El estudio de gestión de residuos (EGR) en fase de proyecto verificará que se alcanza el objetivo anterior y para ello identificará para cada fracción: las cantidades de residuos generadas, si se almacenan mezcladas o fraccionadas, el tipo de operación (almacenamiento, restauración de espacios ambientalmente degradados o valorización y gestor de destino (planta de tratamiento o estación de transferencia). El constructor elaborará el Plan de gestión de residuos basado en el EGR y el porcentaje de valorización se verificará con los certificados de trazabilidad emitidos por el gestor, abalado por albaranes y facturas.

Cuando el estudio de gestión de residuos no sea obligatorio se realizará una previsión de las cantidades de cada fracción y su tratamiento según la jerarquía de residuos: prevención, preparación para la reutilización, reciclado, otro tipo de valorización, incluida la valorización energética  eliminación.

Para facilitar todo lo anterior, se establecerá la obligación de disponer de libros digitales de los materiales empleados en las obras de nueva construcción y se establecerán requisitos de ecodiseño para los proyectos de construcción y edificación. 

Ejemplos de valorización en la construcción según la jerarquía de residuos

La correcta gestión de los RCD y de los materiales reciclados aporta múltiples beneficios tanto al medio ambiente, como a la sociedad y a la industria de la construcción y reciclaje. Es lo que llamaríamos "construcción circular". Sin embargo, existen barreras que limitan la demanda de materiales reciclados de construcción y demolición. Por un lado, se cuestiona la calidad de los materiales que se obtienen a partir de residuos reciclados. Por otro, existe desconfianza en cuanto al riesgo sanitario que los trabajadores tienen que asumir al manipular materiales reciclados RCD.

Según el Protocolo de gestión de residuos y demolición den la UE, seguir la jerarquía de residuos ofrece beneficios de amplio alcance en cuanto a la eficiencia de los recursos, la sostenibilidad y el ahorro en costes. Lo que se traduce en una amplia gama de opciones de procesamiento y tratamiento. Es lo que se conoce como jerarquía de residuos que en orden de prioridad incluye preparación para la reutilización, reciclaje y recuperación de material y energía. La elección de una u otra opción dependerá según el Protocolo de los requisitos normativos, y las condiciones económicas, medioambientales, técnicas, de salud pública y otros aspectos.

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Existe una alta demanda de ladrillos y tejas y el metal tiene precio de reventa en el mercado. Además, el metal junto a la madera dura, son de gran valor y cada vez son más demandados al tratarse materiales reutilizados con escaso o ningún procesamiento. Se debe de establecer una buena planificación de las actividades conexas de construcción y de gestión de residuos RCD. Los materiales se pueden reciclar y transformar en nuevos recursos, in situ o en centros de reciclaje. Y la promoción del reciclaje de los RCD en áreas densamente pobladas reduce las distancias de transporte ya que se concentra la oferta y la demanda de estos materiales. 

El acero siderúrgico

El  acero es una aleación de hierro y carbono, elementos abundantes en la naturaleza, pero también es 100% reciclable y se puede reciclar indefinidamente. Es un material duradero, resistente y fácil de manipular además de muy versátil.

Los residuos de acero se clasifican como un flujo independiente, se recogen y se envían a destinos específicos para su proceso de reciclaje. El acero reciclado obtenido presenta la misma calidad y seguridad en un ciclo infinito. De hecho, es de los materiales más reciclados debido a que la mayoría de los aceros son magnéticos, lo cual facilita su reciclaje. Pero en realidad los residuos de acero se venden a cambio de una compensación económica y en lugar de enviarlos a planta de reciclaje, se mandan a fundiciones o acerías, donde se procesan para su venta como acero preparado para su uso como materia prima.

Más del 90% de los residuos de acero y subproductos del proceso de fabricación del acero se valorizan en una amplia gama de posibles reutilizaciones. Las escorias se utilizan sobre todo como árido, para producir cemento o en la construcción de carreteras. Se estima que el 75% del acero fabricado a nivel nacional es reciclado. 

Residuos de yeso

Los residuos de yeso se pueden reciclar para producir yeso. Por lo tanto, se puede reciclar indefinidamente y con un porcentaje de valorización del 100%. Pero la realidad del reciclaje de los residuos de yeso es otra. Para ello se ha creado el proyecto Gypsum-to-Gypsum (GtoG) que propone mejores prácticas para una mayor valorización:

  • Aplicar técnicas de desmantelamiento como norma, en lugar de demoler.
  • Clasificar el residuo de yeso en origen y no mezclado para evitar su contaminación.
  • Reincorporar el yeso reciclado en el ciclo productivo es seguro porque cumple con las especificaciones de calidad necesarias. 

Tuberías y ventanas de PVC

Los productos de PVC son muy fáciles de reciclar, física, química y energéticamente. El proceso de reciclaje incluye la separación mecánica, la trituración, el lavado, el tratamiento para la eliminación de impurezas y el procesamiento final para su reincorporación en el ciclo productivo.

Las ventanas de PVC son muy utilizadas en determinados países europeos por sus elevadas prestaciones térmicas. En estos casos es habitual la separación en origen de los marcos de PVC y su retirada independiente como una fracción más. El destino puede ser la donación sin coste en centros de recogida o su reciclaje para fabricar más marcos de ventanas de PVC. También se reciclan las tuberías de PVC para fabricar nuevas tuberías. 

Residuos de madera para producir tableros de partículas

Los residuos de madera incluyen fracciones de madera no procesada y fracciones de madera procesada. Cuando la madera recuperada es no procesada se puede utilizar para la producción de tableros de partículas de alta calidad, ya que reúne los requisitos de composición y calidad necesarios. La madera procesada en cambio ya sea tableros de fibra OSB o MDF, la madera contrachapada o los materiales recubiertos, contiene materiales que se pueden seleccionar, reutilizar o rechazar.

Actualmente existe una creciente demanda de tableros de partículas de alta calidad con un contenido reciclado de hasta el 100%. Pero para ello es necesario disponer de tecnologías avanzadas de clasificación, como alternativa a las convencionales menos eficientes, capaces de detectar impurezas de todo tipo e incluso tamaño, así como separar por tipo de madera. La alta precisión de estos procesos son determinantes tanto para la cantidad de contenido reciclado como de la calidad del producto final. 

La lana mineral

Los residuos de lana mineral se pueden reutilizar para fabricar nuevos productos de lana mineral o bien se pueden reciclar para fabricar otros productos diferentes como ladrillos y tejas. Tanto la lana de vidrio como la lana de roca son lanas minerales y contienen material reciclado. La lana de vidrio se fabrica a partir arenas silíceas y vidrio reciclado. La lana de roca se fabrica a partir de roca volcánica y otros materiales reciclados de otras industrias.

La lana de roca, por ejemplo, se fabrica a partir de roca, una materia prima que abunda pero que es necesario emplear de forma más eficiente. Razón por la cual se debe incentivar el reciclaje de la lana de roca, ya que es 100% reciclable y se puede reciclar infinitamente sin afectar a su calidad, para fabricar nuevos productos. Y ello es posible si la lana de roca no contiene sustancias tóxicas y además se aplican técnicas de demolición selectiva y no se mezcla con otros residuos. Existen empresas que fabrican productos de lana mineral que ofrecen a la vez el servicio de recogida y reciclaje.

Conclusiones

La gestión adecuada de los residuos y de los materiales reciclados, incluido la correcta manipulación de los residuos peligrosos, aporta grandes beneficios para la sostenibilidad y calidad de vida, además de para el sector de la construcción y el reciclaje. Se genera empleo, se reduce el uso de materias primas y se reduce el destino final de residuos a vertedero.  Como consecuencia de ello, se potencia la demanda de materiales reciclados. Pero para aumentar la demanda de estos materiales se debe de seguir la jerarquía de residuos, establecer una buena planificación de la gestión de los residuos y aportar pruebas que garanticen la calidad necesaria para su reintroducción en el ciclo productivo.

Fuentes: Circular economy action plan (CEAP) de marzo de 2020; Ley 7/2022 de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular; Protocolo de gestión de residuos de construcción y demolición en la UE de Septiembre de 2016

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Modificado por última vez enViernes, 19 Julio 2024 09:54

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