Rehabilitación de fachadas: SATE vs otros sistemas de aislamiento de viviendas

Ahora bien, a la hora de referirse a aislamiento térmico, existen múltiples soluciones que cuentan con sus propias características. Entre los sistemas más populares el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) destaca como una opción superior en términos de ahorro energético y durabilidad en la rehabilitación de fachadas. Sin embargo, también existen otras alternativas como el sistema de aislamiento de fachadas ventiladas, el aislamiento térmico de fachadas por el interior y el sistema de aislamiento de fachadas por inyección en cámara.

En este artículo, detallaremos las características de cada solución y estableceremos cuál es la opción idónea. Pero, antes, ¿conoces todos los motivos por los que debes rehabilitar la fachada de tu vivienda y mejorar su aislamiento?

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¿Por qué contar con un aislamiento térmico en edificios?

Como se ha introducido, el aislamiento térmico en edificios es una solución fundamental a la hora de favorecer la eficiencia energética. Más allá de los requerimientos establecidos en el CTE, y del cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea, son diversos los aspectos sobre los que este tipo de soluciones tienen un impacto significativo en los edificios.

A nivel de ahorro energético, el aislamiento térmico economiza sustancialmente los costes de climatización. El consumo de energía en edificios se divide, principalmente, en calefacción y refrigeración. La instalación de estos sistemas minimiza la necesidad de calentar o enfriar el interior de las viviendas. De esta forma, y dependiendo de la solución aislante, la reducción del gasto en energía puede alcanzar hasta el 60%.

Otro de los puntos clave respecto al aislamiento térmico de edificios es, precisamente, el confort interior. Un edificio bien aislado mantiene una temperatura interior constante y agradable, independientemente de las condiciones climáticas externas. Esto mejora significativamente la comodidad de los ocupantes y reduce las fluctuaciones de temperatura que pueden afectar la salud y el bienestar de estos.

Por otro lado, la sostenibilidad es otro de los aspectos sobre los que incide directamente el aislamiento térmico en edificios. La reducción del consumo energético, asociado a un buen aislamiento, supone una disminución de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero. Esto convierte a las soluciones para aislar edificios y viviendas en un elemento esencial para combatir el cambio climático y cumplir con los objetivos de sostenibilidad.

Ahora bien, ya se ha comentado que no todas las soluciones inciden de la misma forma en términos como el ahorro energético o el confort térmico interior en obra nueva y rehabilitación de fachadas. Así que es momento para conocer los sistemas de aislamiento térmico más popular y establecer cuál es el más idóneo.

Comparativa entre aislamientos térmicos para rehabilitación de fachada

Sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE)

El sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) es una solución integral que se aplica en la envolvente del edificio, generalmente en la fachada. Consiste en la colocación de paneles aislantes, de poliestireno expandido, poliestireno extruido o lana de roca, adheridos a un muro y protegidos con un enfoscado formado por varias capas de mortero, una de las cuales cuenta con una malla de refuerzo.

Habitualmente, el sistema se finaliza con una imprimación pigmentada y un mortero de revestimiento acrílico. Esta solución cuenta con una sobresaliente versatilidad estética, permitiendo una infinidad de acabados en las fachadas SATE, que se ajustan a las necesidades y preferencias de los propietarios.

Este sistema de aislamiento exterior de fachadas SATE se emplea, fundamentalmente, para favorecer la eficiencia energética en viviendas de nueva construcción y en rehabilitación de fachadas de edificios existentes, alcanzando niveles de ahorro energético de hasta un 60%. Su gran capacidad para estabilizar la temperatura interior de la vivienda, gracias a la eliminación de los puentes térmicos, contribuye a acabar con las incómodas oscilaciones térmicas en el conjunto de los cerramientos y en la estructura del edificio. Además, más allá de sus propiedades para el aislamiento térmico, este sistema también es efectivo para aislar acústicamente los edificios.

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Sistema de aislamiento de fachadas ventiladas

El sistema de aislamiento de fachadas ventiladas es una opción que implica la creación de una cámara de aire entre la capa de aislamiento y la fachada exterior. Se trata de una solución que conlleva una mayor dificultad a la hora de instalarla y, generalmente, implica mayores costes que el SATE, tanto en instalación como en mantenimiento. Si bien ofrece algunos beneficios, habitualmente no alcanza el nivel de eficiencia energética y durabilidad del SATE.

A nivel de eficiencia energética, proporciona un correcto aislamiento térmico, pero al no formar una barrera continua y por la aparición de puentes térmicos que pueden producirse en el montaje de la estructura, no es tan eficiente como el sistema de aislamiento térmico por el exterior. Además, la cámara de aire puede permitir la transferencia de calor a través de convección, reduciendo su capacidad para mantener la temperatura interior constante.

Respecto a su vida útil, el sistema de fachadas ventiladas puede ser vulnerable a la aparición de ciertos insectos y a la acumulación de humedad en la cámara de aire, lo que podría causar problemas a largo plazo, como la corrosión de los materiales y el crecimiento de moho. Estas circunstancias pueden afectar negativamente a la durabilidad del sistema.

Aislamiento térmico de fachadas por el interior

El aislamiento térmico de fachadas por el interior implica la instalación de material aislante en el interior del edificio, normalmente en las paredes, aunque también se puede encontrar en suelos y techos. Pese a que se trata de una opción viable en ciertos casos, conlleva limitaciones importantes en comparación con el SATE.

En términos de eficiencia energética, el aislamiento interior no es tan efectivo como el SATE, debido a que no evita la transferencia de calor a través de la estructura del edificio, que está expuesta directamente a los condicionantes ambientales. Esto implica que se requiera de más energía para mantener la temperatura deseada.

Por otro lado, uno de los grandes inconvenientes de este tipo de aislamientos es su impacto en el espacio interior de la vivienda. La instalación de aislamiento por el interior reduce el espacio habitable dentro de los edificios, disminuyendo los metros cuadrados hábiles de la vivienda. También, durante el proceso de instalación, también supone un incordio para sus habitantes. Además, puede requerir la reubicación de conductos eléctricos, fontanería y otros servicios, incrementando el coste y la dificultad de la obra.

Sistema de aislamiento de fachadas por inyección en cámara

El sistema de aislamiento de fachadas por inyección en cámara implica la inserción de material aislante en la cavidad de la fachada a través de inyecciones. Normalmente, los materiales empleados son espuma de poliuretano y lana mineral insuflada. Este tipo de solución puede ser una opción más económica y eficiente en algunos casos, aunque cuenta con dificultades importantes en comparación con el sistema SATE.

El aislamiento por inyección en cámara tiene un rendimiento energético limitado, ya que no garantiza una cobertura completa, pudiendo dejar espacios sin cubrir y permitiendo una transferencia térmica no deseada. Además, requiere de un mantenimiento periódico para asegurar que el material aislante permanezca en su lugar y funcione correctamente. La falta de mantenimiento adecuado puede dar lugar a un deterioro prematuro y a una disminución del rendimiento.

Sistema SATE: una solución que destaca en eficiencia energética y prestaciones

 Una vez analizados las soluciones más populares en cuanto a aislamiento de edificios, el sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) se erige como una de las mejores opciones a nivel de rendimiento energético y durabilidad. También cabe tener en cuenta las excelentes opiniones de las fachadas SATE. Eso sí, como en cualquier tipo de solución constructiva, existen factores como las características del edificio, condiciones del entorno o preferencias y necesidades del cliente que influyen directamente en la decisión del sistema a instalar.

Sin embargo, la capacidad para formar una barrera protectora continua de aislamiento en la evolvente del edificio convierte al SATE en una solución superior en comparación con otros sistemas. Esta solución no solo proporciona un ahorro energético notable, que puede alcanzar incluso el 60% en los costes de suministros energéticos, sino que también proporciona una durabilidad y un acabado excepcional. La versatilidad estética que dispone esta solución permite mantener o mejorar la apariencia de los edificios, satisfaciendo las preferencias de diseño de los propietarios.

En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son imperativas, el SATE es una de las mejores opciones para la rehabilitación de fachadas existentes y, además, se está convirtiendo en la solución predilecta en obra nueva. Al adoptar esta tecnología, los propietarios y los profesionales de la construcción pueden contribuir significativamente a la reducción de emisiones de carbono y al logro de un futuro más sostenible y confortable para todos empezando desde casa.

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