Diferencial Eléctrico: Cómo funciona la protección diferencial y por qué es clave para tu seguridad

¿Qué es un diferencial eléctrico y cómo funciona?

Un interruptor diferencial es un dispositivo de protección que actúa cuando detecta una corriente residual (una fuga de corriente) que sale del circuito sin regresar. Esta "fuga" puede deberse a un contacto accidental de una persona con una parte activa del circuito o a fallos en el aislamiento de cables, que llevan a que parte de la corriente se desvíe a tierra.

Esta fuga, siempre se deriva a tierra, ya sea a través de nuestro propio cuerpo o a través de la carcasa de un aparato siempre que exista una conexión a la toma de tierra.

La función del diferencial es monitorear continuamente la cantidad de corriente que entra y sale de un circuito. Si detecta una diferencia entre ambas, el diferencial se desconecta automáticamente para cortar el flujo de corriente, lo que protege a la persona y a la instalación de peligros eléctricos.

Funcionamiento paso a paso:

1. Entrada de corriente: La corriente entra al circuito a través de uno de los terminales del diferencial.
2. Toroidal: Un sensor interno mide la corriente de entrada y de salida en todo momento.
3. Detección de fugas: Si el diferencial detecta una diferencia entre la corriente que entra y la que sale (una fuga), el dispositivo actúa.
4. Desconexión inmediata: El diferencial interrumpe el flujo de corriente en cuestión de milisegundos, protegiendo así a las personas y a la instalación.

Contactos eléctricos: directos e indirectos

Para entender el impacto de un diferencial, es importante conocer los tipos de contactos eléctricos a los que puede enfrentarse una persona:

1. Contacto directo: Ocurre cuando una persona entra en contacto directo con una parte activa del circuito, como los cables eléctricos. Este tipo de contacto es extremadamente peligroso porque expone a la persona a la totalidad de la corriente que pasa por el circuito.
2. Contacto indirecto: En este caso, el contacto no es con una parte activa, sino con una parte conductora expuesta de un equipo eléctrico que, debido a un fallo de aislamiento, se ha energizado. Es decir, se produce una fuga de corriente que pone en riesgo a quien entre en contacto con esa parte.

Por ejemplo, una lavadora que tiene una fuga de agua y esta toca una parte activa con tensión y la carcasa de la misma.

Ambos tipos de contacto pueden generar graves consecuencias en la salud de las personas, lo que hace que la protección diferencial sea tan necesaria.

Impacto de la corriente eléctrica en el cuerpo humano y la importancia del tiempo de exposición

La electricidad puede causar daños serios en el cuerpo humano, especialmente cuando la corriente pasa a través del corazón o el cerebro. La gravedad del daño depende de factores como la intensidad de la corriente y el tiempo de exposición:

• Corrientes por debajo de 1 mA: Generalmente, se perciben como cosquilleos y no suelen ser peligrosos.
• Entre 1 mA y 10 mA: Se empieza a notar una sensación dolorosa, pero aún es posible retirarse de la fuente de electricidad.

(En hidromasajes, SPAs o zonas donde el cuerpo este en contacto con agua la protección obligatoria es de 10mA)

• Entre 10 mA y 30 mA: La corriente puede provocar contracciones musculares fuertes, que impiden a la persona soltarse de la fuente eléctrica.

(Por ello, la protección diferencial es de máximo 30mA)

• Entre 30 mA y 100 mA: El riesgo es elevado, ya que esta cantidad de corriente puede interferir con el ritmo cardíaco, provocando arritmias o fibrilación ventricular, que es potencialmente mortal.
• Por encima de 100 mA: El contacto con esta cantidad de corriente durante más de unos pocos segundos puede causar un paro cardíaco y quemaduras graves.

El tiempo de exposición es crítico: una corriente elevada durante unos segundos es suficiente para causar graves daños o la muerte. Por eso, los diferenciales en las viviendas están ajustados para desconectarse al detectar una corriente de fuga de 30 mA, una cantidad que ayuda a prevenir daños en el sistema cardiovascular humano en caso de contacto directo o indirecto.

Tipos de diferenciales: ¿qué significan las clasificaciones AC, A, F y B?

Existen varios tipos de diferenciales, cada uno diseñado para actuar frente a diferentes tipos de fugas de corriente. A continuación, una descripción de los tipos más comunes:

1. Tipo AC: Es el tipo más básico de diferencial. Detecta únicamente fugas de corriente alterna, es decir, la corriente que varía de forma sinusoidal. Este tipo es el más común en aplicaciones domésticas sencillas.

En algunos países de Europa está prohibido su uso, ya que las cargas que se conectan actualmente en las viviendas rara vez son “puramente resistivas” como las antiguas incandescentes, por lo que estos diferenciales pueden no detectar algún tipo de fugas o producir saltos intempestivos.

2. Tipo A: Además de detectar fugas de corriente alterna, el diferencial tipo A puede detectar corriente continua pulsante. Este tipo es ideal para circuitos que incluyen dispositivos electrónicos con componentes como convertidores de frecuencia y fuentes conmutadas.
3. Tipo F: Este diferencial es una evolución del tipo A y detecta, además de las fugas de corriente alterna y continua pulsante, algunos tipos de fallos específicos en dispositivos electrónicos modernos, como los que utilizan variadores de frecuencia. Es más adecuado para proteger equipos sensibles que requieren una respuesta rápida en caso de fugas.

Aunque no es obligatorio, la instalación de este tipo de diferenciales aumenta la seguridad y la protección del cuadro eléctrico, por lo que es altamente recomendable instalar este tipo de diferenciales de “serie” en viviendas y locales. Más incluso si se le suma la característica “superinmunizado”.

4. Tipo B: Este diferencial es capaz de detectar todo tipo de fugas de corriente, incluyendo corriente continua pura. Se usa en instalaciones industriales con equipos que requieren esta protección avanzada, como estaciones de carga para vehículos eléctricos o instalaciones fotovoltaicas.

Diferencial superinmunizado: qué significa y cuándo es útil

El término "superinmunizado" hace referencia a un diferencial especialmente diseñado para ser resistente a disparos intempestivos. Esto significa que, además de ser sensible a fugas de corriente, está fabricado para soportar pequeñas fluctuaciones o variaciones en la corriente que no representan un riesgo real. Así, se evita que el diferencial actúe sin necesidad, algo que puede ocurrir en entornos donde hay muchos equipos electrónicos o en instalaciones industriales.

Este tipo de diferencial es ideal para lugares donde las sobrecargas temporales o las interferencias de corriente son comunes, ya que reduce la frecuencia de desconexiones innecesarias y evita problemas en la continuidad de la energía.

Es muy común que en algunas viviendas actúe el diferencial sin ningún tipo de motivo, incluso sin estar en casa. Esto se debe a que los ruidos en la red eléctrica, interferencias o armónicos, pueden hacer actuar a los diferenciales que no tienen esta característica.

Conclusión

La protección diferencial es uno de los pilares de la seguridad eléctrica en cualquier hogar o instalación. Al detectar fugas de corriente y cortar el suministro de inmediato, estos dispositivos protegen tanto a las personas como a la instalación en sí. En particular, la sensibilidad de 30mA en viviendas está diseñada para salvaguardar la vida de los habitantes en caso de contacto accidental con la electricidad.

Conocer la diferencia entre tipos de diferenciales y saber cuándo usar un diferencial superinmunizado permite seleccionar la mejor protección según las características de cada instalación. Al final, invertir en un buen sistema de protección diferencial es asegurar la tranquilidad y seguridad de todos los que habitan o trabajan en ese espacio.

Y repito, el diferencial es el único elemento que puede salvarte la vida en caso de un contacto eléctrico.