Gestión de las aguas pluviales: Normativa y aplicaciones en la construcción
- Escrito por Milagros Sanz
Las aguas pluviales, es decir, el agua que proviene de las precipitaciones, son una fuente de recurso natural que históricamente se ha subestimado. En los últimos años, debido a la creciente preocupación por la sostenibilidad y el cambio climático, la gestión adecuada de estas aguas ha cobrado una importancia cada vez mayor.
La recogida y uso de las aguas pluviales es una práctica que contribuye a la optimización del recurso hídrico, aunque su implementación está aun escasamente regulada en nuestro país, ya que el Código Técnico de la Edificación (CTE) no incluye ningún apartado específico sobre la reutilización del agua de lluvia. Como documento de consulta existe la Norma UNE-EN 16941-1:2019, que se centra en regular los sistemas de reutilización de aguas pluviales.
¿Qué son las aguas pluviales?
Las aguas pluviales son aquellas precipitaciones que caen sobre la superficie terrestre y escurre por tejados, calles, suelos y otros espacios. A diferencia del agua potable, las aguas pluviales generalmente no son aptas para el consumo humano debido a posibles contaminantes presentes en la superficie donde se recolectan, como polvo, residuos orgánicos e inorgánicos, y contaminantes químicos. Este recurso puede ser aprovechado de diversas formas cuando se implementan sistemas adecuados de recogida y gestión.
Las aguas pluviales, en lugar de ser canalizadas al sistema de alcantarillado, pueden ser filtradas, almacenadas y reutilizadas, proporcionando una fuente de agua sostenible y reduciendo la presión sobre los recursos hídricos convencionales. El uso eficiente de las aguas pluviales tiene ventajas tanto medioambientales como económicas. Permite reducir la dependencia de fuentes de agua potable, al tiempo que contribuye a una gestión más eficiente del recurso. Además, puede mitigar los problemas derivados del drenaje insuficiente en entornos urbanos, como las inundaciones.
Normativa aplicable en la recogida de aguas pluviales
Actualmente, no existe una regulación legal específica en España para las instalaciones de aprovechamiento de aguas de lluvia en los edificios. Si hacemos referencia al Código Técnico de la Edificación (CTE) aprobado en 2006 no se especifica en él, de manera explícita, el posible aprovechamiento de las aguas pluviales en los edificios. La única referencia que podremos encontrar en el Documento Básico HS4 (suministro de agua), se expresa que, «si se dispone de una instalación para el suministro de agua no apta para el consumo humano, las tuberías, los grifos y otros puntos terminales de la instalación deberán estar convenientemente señalizados, con el propósito de que puedan ser identificados de forma clara e inequívoca».
Dentro del CTE, el documento DB-HS 5, relacionado con la "Evacuación de aguas", recoge las especificaciones técnicas sobre los sistemas de drenaje, tanto de aguas residuales como pluviales. Se regula cómo debe gestionarse el agua que cae sobre los edificios y sus alrededores para evitar problemas como la saturación de los sistemas de alcantarillado, las inundaciones y la erosión del suelo, pero no establece ninguna condición para su posterior reutilización. La gestión de aguas pluviales está desprovista de una regulación específica en nuestro país, quedando esta práctica, que ayudaría a ahorrar miles de litros de agua al año.
UNE-EN 16941-1:2019
La UNE-EN 16941-1:2019 es una norma europea que se centra en los sistemas de reutilización de aguas pluviales. Esta norma establece los requisitos básicos para el diseño, instalación, mantenimiento y monitoreo de los sistemas destinados a la recolección de aguas de lluvia con fines no potables. El objetivo principal de la norma es asegurar que estos sistemas funcionen de manera eficiente, garantizando la calidad del agua recogida y que esta se ajuste a los usos previstos.
La norma UNE-EN 16941-1:2019 clasifica los diferentes componentes de un sistema de recogida de aguas pluviales: la captación, el almacenamiento, el tratamiento (si es necesario), la distribución y, finalmente, el uso. También establece requisitos para la instalación de sistemas de recogida en edificios tanto comerciales como residenciales. El diseño del sistema debe estar adaptado a las condiciones climáticas y al volumen de precipitaciones del lugar, así como a la demanda potencial de agua no potable.
Este estándar es esencial para garantizar la seguridad y eficiencia de los sistemas de recolección, evitando problemas como el estancamiento de agua, la proliferación de bacterias o la contaminación del recurso hídrico. Además, considera la posibilidad de utilizar estas aguas en combinación con otras fuentes no potables, como el agua reciclada, para optimizar el uso global del agua en edificaciones y zonas urbanas.
La estructura de una instalación para el aprovechamiento de las aguas pluviales puede sintetizarse:
Diagrama de flujo del uso del agua de lluvia UNE-EN 16941-1:2019.
Usos y aplicaciones de las aguas pluviales recogidas
El agua de lluvia, una vez recogida y tratada adecuadamente, puede tener múltiples aplicaciones, la mayoría de ellas no potables. Algunos de los usos más comunes de las aguas pluviales incluyen:
- Riego de jardines y áreas verdes: Una de las aplicaciones más comunes es el riego de zonas ajardinadas. El agua de lluvia es naturalmente suave y carece de los químicos que a menudo se encuentran en el agua tratada, lo que la convierte en una opción ideal para el mantenimiento de jardines y áreas verdes en entornos urbanos y rurales. Al utilizar aguas pluviales para riego, se puede reducir considerablemente el consumo de agua potable, especialmente en épocas de sequía o en regiones con recursos hídricos limitados.
- Limpieza de exteriores e interiores: Las aguas pluviales pueden ser empleadas para la limpieza de calles, aceras, patios, vehículos e incluso en algunos casos, interiores de edificios, siempre que no se necesite agua potable. Este uso es especialmente útil en instalaciones industriales, comerciales o en infraestructuras urbanas como polideportivos y centros logísticos.
- Sistemas de sanitarios: En edificios comerciales y residenciales, el agua de lluvia puede utilizarse para alimentar sistemas de inodoros y urinarios, disminuyendo la cantidad de agua potable que se requiere para estos fines. Teniendo en cuenta que este consumo supone entre el 20 y el 30% del uso de agua por persona y día, esto contribuye a la reducción de los costos de consumo de agua y se ajusta a los criterios de sostenibilidad establecidos en muchas normativas de edificación.
- Sistemas contra incendios: El agua de lluvia almacenada puede servir como una fuente de agua en sistemas de rociadores contra incendios o para otras necesidades relacionadas con la seguridad contra incendios. Aunque su uso en estos sistemas depende de factores como el volumen de almacenamiento disponible y la calidad del agua recogida, es una opción viable en determinadas situaciones.
- Usos industriales: Muchas industrias utilizan grandes cantidades de agua no potable para procesos de refrigeración, limpieza o incluso en la producción de ciertos productos. El uso de aguas pluviales puede ayudar a reducir la dependencia de agua potable, especialmente en sectores que operan en zonas con restricciones hídricas.
Descubre cómo aprovechar las aguas pluviales en:
Beneficios y consideraciones
El uso de las aguas pluviales tiene múltiples beneficios, entre los que destacan la reducción del consumo de agua potable, la disminución del volumen de agua que entra en los sistemas de alcantarillado (lo que alivia la presión sobre infraestructuras urbanas) y la mitigación de riesgos asociados a inundaciones en áreas urbanas densas.
En la mayoría de las viviendas actuales que cuentan con inodoros de doble descarga, se utilizan entre 3 y 6 L de agua por descarga. En los sistemas más antiguos, se utilizan aproximadamente 13 L de agua cada vez que se tira de la cadena. Si suponemos que cada hogar tiene 3 habitantes y que cada persona tira de la cadena 3 veces al día, eso supone más de 14.000 L de agua utilizados para un sistema de doble descarga y más de 42.000 L para un modelo antiguo al año. Todos estos miles de litros de agua se podrían ahorrar con una correcta reutilización de las aguas pluviales.
Hay que tener en cuenta que su implementación requiere una inversión inicial en infraestructura, así como un mantenimiento regular para asegurar que los sistemas de recolección y almacenamiento funcionen de manera óptima.
Sin embargo, el aprovechamiento del agua de lluvia resulta rentable gracias al ahorro a largo plazo ya que la reducción del consumo de agua potable se traducirá en un ahorro a la hora de pagar el consumo municipal de agua.
Además, es esencial que el agua recogida se someta a un tratamiento adecuado antes de su uso, dependiendo de las necesidades específicas. En algunos casos, esto puede implicar simplemente la filtración para eliminar sólidos, mientras que en otros usos más exigentes puede ser necesario un tratamiento más profundo para eliminar contaminantes potenciales.
Retos del sector de la construcción en la gestión de aguas pluviales
A pesar de los beneficios evidentes, la integración de sistemas de recogida y reutilización de aguas pluviales en proyectos de construcción aún enfrenta varios desafíos:
Costes iniciales y viabilidad económica: Aunque la implementación de sistemas de recogida y tratamiento de aguas pluviales puede reducir costes a largo plazo, los gastos iniciales de diseño, instalación y mantenimiento pueden ser una barrera para muchos proyectos, especialmente en edificaciones residenciales.
Regulación y normativas locales: A pesar de la existencia de normativas como la UNE-EN 16941-1 y el CTE, no todas las regiones aplican de forma consistente las mismas normativas o incentivos para la recogida de aguas pluviales. Esto puede generar inconsistencias en los proyectos de construcción y en la adopción de estas soluciones.
Falta de concienciación y demanda: A nivel de la arquitectura y la ingeniería, no todos los profesionales y promotores valoran los beneficios a largo plazo de integrar estos sistemas en sus proyectos. La falta de demanda por parte de clientes y promotores también influye negativamente en la inclusión de estas tecnologías en las nuevas edificaciones.
Mantenimiento y gestión: La eficiencia de los sistemas de recogida de aguas pluviales depende del mantenimiento regular y adecuado. La falta de planificación para el mantenimiento de estos sistemas puede reducir su eficacia a lo largo del tiempo.
¿Es una realidad que los arquitectos incluyen la recogida de aguas pluviales en sus proyectos?
Cada vez más arquitectos y urbanistas están tomando conciencia de la importancia de gestionar eficientemente las aguas pluviales en sus proyectos, impulsados por la creciente demanda de edificaciones sostenibles y certificaciones como LEED o BREEAM, que valoran positivamente la gestión responsable del agua. Sin embargo, no siempre es una práctica generalizada. Aunque el concepto de "arquitectura sostenible" está en auge, muchos proyectos aún no incluyen de manera sistemática la captación y reutilización de aguas pluviales.
No obstante, la tendencia es clara: los proyectos urbanos del futuro deberán integrar sistemas de gestión de aguas pluviales, no solo como una forma de cumplir con la normativa, sino como una estrategia para abordar los desafíos relacionados con el cambio climático, la escasez de agua y la creciente urbanización.
A pesar de los beneficios evidentes, la integración de sistemas de recogida y reutilización de aguas pluviales en proyectos de construcción enfrenta diversos desafíos:
1. Costos Iniciales
La instalación de sistemas de recogida de aguas pluviales puede implicar una inversión inicial significativa en infraestructura, lo que puede disuadir a desarrolladores y propietarios de adoptarlos, especialmente en mercados sensibles al precio.
2. Falta de Conocimiento y Capacitación
Existe una brecha de conocimiento entre los profesionales de la construcción respecto a las mejores prácticas y tecnologías disponibles para la gestión de aguas pluviales. La formación y capacitación son esenciales para fomentar la adopción de estas soluciones.
3. Normativas y Regulaciones Complejas
La diversidad de normativas a nivel nacional, regional y local puede generar confusión y dificultades para cumplir con todos los requisitos legales, desincentivando la implementación de sistemas de recogida de aguas pluviales.
4. Integración en el Diseño Arquitectónico
Incorporar sistemas de recogida y almacenamiento de aguas pluviales requiere una planificación cuidadosa en el diseño arquitectónico, lo que puede complicar los procesos de diseño y aumentar los tiempos de desarrollo de proyectos.
5. Mantenimiento y Operación
Los sistemas de recogida de aguas pluviales requieren un mantenimiento regular para asegurar su funcionamiento eficiente y prevenir problemas como obstrucciones o contaminación del agua almacenada.
La inclusión de arquitectos en proyectos de gestión de aguas pluviales
La participación de los arquitectos es fundamental para la exitosa integración de la gestión de aguas pluviales en los proyectos de construcción. Los arquitectos pueden:
- Diseñar Infraestructuras Integradas: Incorporar sistemas de recogida y almacenamiento de aguas pluviales desde las fases iniciales del diseño, asegurando una integración armoniosa con la estructura y estética del edificio.
- Seleccionar Materiales y Tecnologías Adecuadas: Elegir componentes y tecnologías que optimicen la eficiencia y funcionalidad de los sistemas de gestión de aguas pluviales.
- Promover la Sostenibilidad: Fomentar prácticas sostenibles que reduzcan el impacto ambiental de las edificaciones, alineándose con tendencias globales hacia la construcción verde.
- Colaborar con Especialistas: Trabajar en conjunto con ingenieros y especialistas en gestión del agua para desarrollar soluciones integrales y efectivas.
Conclusión
La recogida y uso de aguas pluviales es una práctica que tiene el potencial de transformar la gestión del agua en la construcción. Los sistemas de captación de aguas pluviales no solo promueven la sostenibilidad, sino que también ofrecen soluciones prácticas a problemas hídricos y medioambientales actuales. La correcta implementación y uso de estos sistemas pueden contribuir significativamente a la preservación de los recursos naturales y la reducción del impacto ambiental en las edificaciones.
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