Rehabilitar los edificios es una actividad que sólo cuenta con beneficios y externalidades positivas:
- Permite la incorporación de tecnologías avanzadas
- Ahorro en gasto energético
- Reducción impacto medioambiental.
- La generación de empleo sostenible
- Reducción dependencia energética del exterior.
- La reducción de la pobreza energética
- Incremento de la producción y actividad económica del país, consolidando su crecimiento económico.
Rehabilitar conlleva ventajas pero el principal problema es el de la financiación y el retorno de la inversión. Hoy por hoy se precisan ayudas, estímulos. Por eso ha surgido la Línea PAREER-CRECE.
El nuevo Programa de Ayudas para la Rehabilitación Energética de Edificios existentes (Programa PAREER-CRECE), gestionado por el IDAE, establece importantes modificaciones que dan mayor coherencia a las normas nacionales frente a las normas europeas. Si el anterior programa de 2013 destinó las ayudas exclusivamente a viviendas y hoteles, ahora se extienden a la rehabilitación de todos los edificios existentes destinados a cualquier uso.
En el nuevo PAREER el objeto de las ayudas es incentivar y promover actuaciones para reducir las emisiones de dióxido de carbono, mediante el ahorro energético, la eficiencia energética, las energías renovables térmicas en los edificios existentes y crear oportunidades de crecimiento y empleo cumpliendo la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética.
También recientemente, el Comité de Seguimiento y Control del Fondo Nacional de Eficiencia Energética ha aprobado la ampliación del presupuesto de las líneas de ayudas del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
la rehabilitación es una prioridad y una oportunidad para todos: reactiva un sector muy dañado, mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos y reduciendo nuestra dependencia energética.
Estas nuevas líneas de ayudas se dirigirán a promover la mejora de la eficiencia energética en todo el ciclo del agua, por un lado, y en los sistemas ferroviarios, por otro, a las que se suma una tercera línea, iniciada en 2015, para la rehabilitación energética de edificios, dotada con 82 millones de euros, que irá dirigida, principalmente a actuaciones integrales en edificios propiedad de empresas arrendatarias, explotadoras o de servicios energéticos, de edificios o de parques de edificios de viviendas o de otro uso, que puedan no tener cabida en el actual Programa PAREERCRECE (ver información completa en el artículo:
“Nuevas líneas de ayudas para proyectos de ahorro y eficiencia energética en rehabilitación”
¿Por qué rehabilitar barrios, edificios y nuestras viviendas?
Las razones son:
De necesidad
España cuenta con 25 millones de viviendas y uno de los mayores parques de edificios obsoletos energéticamente. Se calcula que hay unos 2.000.000 de viviendas en mal estado de conservación.
En materia de eficiencia energética el déficit es muy importante: el 90% de los edificios son anteriores a la aplicación del CTE y el 60% de las viviendas españolas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética (son anteriores a la aplicación de la NBE-CT 79).
De cumplimiento legal
La Estrategia de rehabilitación a largo plazo es una obligación que establece la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética. Los planes de rehabilitación deberán incluir todo “el parque nacional de edificios, residenciales y comerciales, tanto público como privado”.
Según el Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética (PNAEE 2014-2020), el parque edificatorio comprende 10 millones de edificios de los que 9,7 millones son de uso residencial y el resto terciario. El sector de los edificios representa el 30% del consumo final de energía, correspondiendo el 18% a las viviendas y el 12% al sector terciario. El parque edificado concentra un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (junio-2014) se centra más en el sector residencial haciendo solamente una primera aproximación al terciario. Desde abril de 2013 España cuenta con un nuevo Plan Integral de Vivienda y Suelo que supone un conjunto de medidas:
- Ley de rehabilitación, renovación y Regeneración urbanas
- Plan estatal de alquiler y rehabilitación
- Certificación energética de los edificios
- Revisión del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios)
Así mismo, los Estados miembros se asegurarán de que a partir del 1 de enero de 2014, el 3% de la superficie total de los edificios en su propiedad que ocupe la Administración Central se renovarán cada año, de manera que cumplan al menos los requisitos mínimos de rendimiento energético (Art 4 Directiva 2010/31/UE).
la rehabilitación de edificios tiene mucho que aportar para paliar esta lacra social, posibilitando que el índice de pobreza energética en nuestro país disminuya y más personas puedan disfrutar de unos niveles adecuados de confort y de calidad de vida en sus viviendas.
El 3% se calculará sobre la superficie total de edificios que el estado tenga en propiedad, con una superficie útil de más de 500m2 y que ocupe la Administración Central del Estado y que a su vez, el 1 de enero de cada año, no cumpla los requisitos nacionales de rendimiento energético mínimo. Dicho límite bajará a 250 m2 a partir del 9 de julio de 2015.
De oportunidad, empleo y mercado
Se estima que existe un importante potencial de ahorro y hasta ahora la actividad en renovación ha sido muy escasa, prácticamente sólo motivada por la Inspección Técnica de los Edificios de los Ayuntamientos. El principal problema es el de la financiación y el retorno de la inversión.
Según la Comisión de Infraestructuras y urbanismo de la CEOE, la actuación en unas 250.000 viviendas por año, con una media de 15.000€ por intervención (desde la pequeña reforma hasta la rehabilitación integral) puede suponer 135.000 empleos directos.
Además, en España la construcción de nuevos edificios se ha reducido de forma muy relevante: se estima que en 2050 los edificios nuevos construidos entre hoy (2013) y 2050 representarán como máximo un 10% del parque de edificios existente.
De esta forma, la rehabilitación es una prioridad y una oportunidad para todos: reactiva un sector muy dañado, mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos y reduciendo nuestra dependencia energética. En ese sentido cabe recordar que no es un gasto, sino una inversión que se autofinancia y se rentabiliza por vía de los ahorros generados y la revalorización conseguida.
De lucha contra la pobreza energética
Fue Claude Turmes, eurodiputado luxemburgués de la Comisón Europea de Industria, Investigación y Energía quien afirmó que: “Los gobiernos tienen la opción de proteger a los ciudadanos frente a la pobreza energética”. En este sentido, la Unión Europea trabaja en desarrollar una serie de políticas energéticas (Directivas 2009/72/CE y 2009/73/CE del mercado interior de electricidad y gas) que obligue a los estados miembros a desarrollar planes para abordar esta problemática mejorando la eficiencia energética de las viviendas.
En España, un paso más en la lucha contra esta lacra ha sido la de incluir el concepto de pobreza energética en el marco legislativo, a través de la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas. Y es que la rehabilitación de edificios tiene mucho que aportar para paliar esta lacra social, posibilitando que el índice de pobreza energética en nuestro país disminuya y más personas puedan disfrutar de unos niveles adecuados de confort y de calidad de vida en sus viviendas.
Otras conclusiones en materia de rehabilitación
En una de las recientes “Tribunas de opinión de Caloryfrio” , Alberto Aceña, gerente de la Asociación ANERR (Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma) afirmaba que ha llegado el momento de crecimiento del sector de la rehabilitación.
Según Aceña “El sector se ha ajustado y las empresas están ya más preparadas gracias a estructuras acordes a la situación y con más miras hacía la rehabilitación energética” añadiendo que “el cliente final está recuperado la confianza en la economía y es menos adverso al gasto y por tanto, más proclive a estudiar la posibilidad de llevar a cabo un proyecto de rehabilitación, que bien explicado le hará ver que las mejoras en confort, ahorro y el incremento del valor patrimonial que al inmueble le pueden suponer, puede justificar claramente su inversión y por tanta lo posibilidad de contratar una obra de rehabilitación.
Así, El apoyo de la Administración debe ser decidido, no sólo incentivando sino ofreciendo un marco regulatorio que integre la rehabilitación, con sus particularidades. Se deben involucrar todos los sectores profesionales: técnicos, tecnólogos, administradores de fincas y gestores de los edificios.
Y habrá que tener en cuenta que:
- La rehabilitación es rentable en todos los sectores edificatorios. En vivienda la amortización se produce a más largo plazo, por lo que requiere de incentivos adicionales.
- Todos los elementos del edificio tienen potencial de ahorro. La intervención en la envolvente, pese a su retorno de inversión más largo, a la larga genera mayores ahorros por su perdurabilidad.
- La intervención a nivel de barrios es beneficiosa: reduce costes, redunda en beneficio de todos los ciudadanos y aumenta la viabilidad.
- Es necesario concienciar al ciudadano: la rehabilitación no sólo generará ahorros que ayudarán a financiarla, sino que mejorará en su calidad de vida. Y para ello, ya se han puesto en marcha las primeras campañas de comunicación promovidas por el Minetur como la protagonizada por Antonio Resines.
En definitiva, la rehabilitación supone una dinamización económica de los sectores de la construcción y servicios energéticos y la consiguiente creación de empleo a nivel local.
Más información:
www.controlastuenergia.gob.es