El impacto de las nuevas tecnologías en el sector de la refrigeración

La principal razón, señaló Sanz, ha sido el hecho de que “no se tuviera en cuenta el efecto acumulativo que podían llegar a tener ciertas sustancias no presentes en la naturaleza”. Esta situación, afirmó el ponente, ha provocado que se “haya iniciado una carrera de fondo por parte del sector en la búsqueda de nuevos refrigerantes alternativos que la naturaleza sí pueda degradar”.

Gracias al desarrollo tecnológico, indicó el representante de la asociación, “se han conseguido nuevos refrigerantes naturales obtenidos por distintos métodos -aire, agua, amoniaco, CO2, hidrocarburos, etc-, además de la aparición de nuevos componentes, como los eyectores, que se introducen en los circuitos de refrigeración con CO2”. No obstante, debido a que el desarrollo de los refrigerantes naturales aún no ha conseguido su utilización con seguridad en todas las aplicaciones actuales, “la convivencia entre refrigerantes naturales y químicos continuará, al menos, durante la próxima década”, explicó Sanz.

Además de los cambios tecnológicos, la defensa del medioambiente ha llevado al establecimiento de nuevas normas que persiguen la reducción del consumo de energía de cara a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y que, tal y como manifestó el ponente, “afectan a los muebles de uso doméstico y de refrigeración comercial, a los equipos de aire acondicionado, a las enfriadoras de agua, etc”.

En este sentido, las nuevas normativas han provocado que conceptos como el ecodiseño y la normalización sean cada vez más habituales en refrigeración, “lo que llevará a que nuestros sistemas sean más eficientes y tolerantes con el medio ambiente”, dijo Sanz. Mientras que la normalización se cataloga como una herramienta para poder realizar las cosas de forma repetitiva con unos niveles de calidad uniforme, el ecodiseño introduce valores de eficiencia energética y de tratamiento de residuos de cara a una economía circular.

La importancia de las nuevas tecnologías

La aparición de las nuevas tecnologías disruptivas como la realidad virtual, la Inteligencia Artificial, el blockchain, el Big Data, la robótica, el Internet de las Cosas, la realidad aumentada y la impresión 3D, explicó Félix Sanz, “influirán positivamente en el sector de la refrigeración”, de manera que algunas de ellas “ya se están incorporando en los distintos procesos de fabricación”. Además, indicó, la convergencia de distintos especialistas de múltiples tecnologías “permitirá que, con los mismos recursos, se puedan beneficiar el doble de personas”.

Esta situación, argumentó Sanz, “nos está llevando a niveles de eficiencia energética muy difíciles de cuantificar teóricamente, que nos introducen de lleno en la industria 4.0, la cual ya tiene prevista su interacción con sistemas de producción energética, así como de costes de materias primas, que permitirán un análisis de los balances económicos para tomar las mejores decisiones y que nos allanarán el camino hacia un futuro prometedor, lleno de retos y oportunidades”.

La robótica, por ejemplo, jugará un gran papel en los sistemas de fabricación de equipos de refrigeración; de hecho, el uso de robots es habitual en los sistemas de fabricación de componentes. El Internet de las Cosas ya se está integrando en frigoríficos domésticos. Y el blockchain se incorporará al sector cuando sean necesarias la seguridad y la confidencialidad en las transacciones informáticas.

En el caso del Big Data y la Inteligencia Artificial, su uso podría llegar a permitir utilizar los compresores como bombas de calor en momentos de baja demanda frigorífica, combinar sistemas solares con las centrales de compresores en periodos de alta demanda, cambiar consignas cuando la energía sea más barata e incluso vender el calor a otros consumidores. Sin embargo, aunque las nuevas tecnologías “han llegado para ayudarnos”, afirmó el representante de Aefyt, “será necesario conocerlas y dominarlas” de ahí la importancia de una “buena formación”.

Una de las barreras más importantes para la implementación de todos estos sistemas es la idea del rápido retorno de la inversión, de ahí que el ponente recomiende la existencia de alguna normativa que obligue a considerar los costes de todo el ciclo de vida de las instalaciones frigoríficas (inversión inicial, pérdidas de producto, explotación y costes ambientales), así como la creación de estándares consensuados a nivel mundial para que sean utilizados por todos los técnicos de fabricación e instalación, “lo que facilitará un mejor mantenimiento de las instalaciones y, por tanto, una mejor eficiencia”, aseguró.