En la actualidad, se ha experimentado un notable incremento en la integración de la conectividad en los hogares, marcando un cambio significativo en la forma en que las personas interactúan con sus entornos domésticos.
Esta tendencia se ha acelerado con el avance tecnológico, ofreciendo a los usuarios la capacidad de controlar y gestionar diversos aspectos de sus hogares mediante sistemas automatizados y dispositivos conectados a internet, entre ellos, los sistemas de calefacción. Y es que, según el 2º estudio de “Hábitos de consumo de calefacción y climatización de los hogares españoles”[1] de Bosch Home Comfort, el 30% de los hogares españoles cuenta con dispositivos conectados, siendo lo más habitual tener entre 2 y 5.