España supera en 2012 al Reino Unido como principal destino del gas natural licuado (GNL) en Europa. Esta situación viene apoyada por el primer puesto que ocupa nuestro país en número de terminales de descarga y regasificación, siendo el destino del 37% del GNL que se recibe en la Unión Europea.
Esto ocurre en una Europa donde cerca del 82% del gas proveniente de terceros países lo hace a través de gasoducto y el 18% restante en forma de GNL. Situación que contrasta con la realidad Española, donde el 60% del gas que se consume llega en forma de GNL, mientras que el 40% restante lo hace en forma de gasoducto. Cabe recordar la seguridad de suministro que proporciona un sistema energético basado en altos índices de recepción de gas en forma de GNL, al facilitar la recepción de cualquier punto del planeta.