Estas cifras no se recogen desagregadas por productos, por la enorme variedad de familias y la posible especialización de muchos de los socios en algunos subsectores.

Con respecto a las cifras de crecimiento de la distribución integrada en AMASCAL, resulta interesante resaltar que los dos primeros trimestres se han saldado con cifras positivas, si bien el cuarto trimestre fue el más bajo de la serie.

Una vez más, la climatología ha influido significativamente, pero no ha sido el único factor. El precio de la energía y de los aparatos más eficientes, así como la falta de mano de obra, han lastrado las operaciones esperadas. Se ha incrementado la renovación de equipos convencionales por bombas de calor y aerotermia, si bien el número de unidades vendidas sigue siendo por debajo de lo deseado.

Las instalaciones  de autoconsumo fotovoltaico han descendido un 28% con respecto al 2022 y se han reducido las ayudas para estas instalaciones. Ello, unido a la reducción de coste de los componentes de estas instalaciones, ha sido un factor adicional para el menor incremento del volumen de negocio de los distribuidores.

El conjunto de estos factores arroja un crecimiento medio para la distribución en un 7,66% con respecto al 2022. Las expectativas para el 2024 recogen la esperada caída de los tipos de interés y el necesario empuje que la Directiva sobre Eficiencia en Edificios (EPBD) dará a las condiciones de renovación y rehabilitación de edificios.

Los diferentes planes diseñados por la administración para la descarbonización de los edificios serán sin duda una gran ayuda para la recuperación de las cifras de crecimiento

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