Anese analiza la transposición de la Directiva de Eficiencia Energética al marco español

La eficiencia energética es un aspecto esencial de la estrategia europea para un crecimiento sostenible en el horizonte 2020, y una de las formas más rentables para reforzar la seguridad del abastecimiento energético y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

 

En octubre de 2012, se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) la Directiva 2012/27/UE que persigue el objetivo general sobre la eficiencia energética consistente en llegar a 2020 con un ahorro del 20 % en el consumo de energía primaria de la Unión, y de conseguir nuevas mejoras de la eficiencia energética más allá de ese año. Para ello, la Directiva plantea una serie de objetivos, unos instrumentos regulatorios, y un marco de seguimiento y supervisión de las medidas adoptadas por los Estados miembros. 

 

En concreto, el artículo 7, hace referencia a un sistema de obligaciones de ahorro para los Estados. A partir del consumo medio histórico de energía final de los años 2010-2012, impone a todos las distribuidores o empresas minoristas un objetivo vinculante de ahorro anual del 1,5% de las ventas, en volumen, incremental para 2014-2020, con posibilidad de mecanismos de flexibilidad. Se trata de un objetivo acumulado que exige nuevos ahorros adicionales cada año, y que en el caso de España asciende a 15.979 ktep, lo que equivale a un ahorro anual adicional de 659 ktep/año (desde julio 2014). 

 

En el Real Decreto-ley 8/2014, de 4 de julio, de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, competitividad y eficiencia, se crea un sistema nacional de obligaciones de eficiencia energética y se abordan otras cuestiones como la relacionada con la creación del denominado Fondo Nacional de Eficiencia Energética, financiación y apoyo técnico; o las auditorías y sistemas de gestión energética. 

 

Además de los aspectos mencionados, durante la jornada se tratarán temas como la percepción social, algunos ejemplos a nivel internacional, o las obligaciones y el reparto de tareas entre las distintas Administraciones para alcanzar los objetivos pretendidos. 

 

Para finalizar, se expondrán los últimos acuerdos alcanzados en el marco de la actuación de la UE en materia de clima y energía hasta el año 2030. Estos incluyen, en concreto para la eficiencia energética, un objetivo indicativo a escala de la UE consistente en que la eficiencia mejore al menos en un 27 % en 2030 con respecto a las previsiones de consumo energético futuro sobre la base de los criterios actuales.