5 de marzo, Día Mundial de la Eficiencia Energética 2014
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
Eficiencia energética; este es un término que nos acompaña en diversos ámbitos de nuestra actualidad y que se define de muy diversas formas pero siempre en referencia a un concepto básico; el de la optimización de los recursos energéticos. Y es que es un hecho que la eficiencia energética forma parte de nuestro día a día y es nuestra responsabilidad modificar nuestros hábitos y adaptar nuestros comportamientos para conseguir que acciones cotidianas contribuyan al ahorro de energía.
La eficiencia energética se ha convertido en una necesidad y en la base de las políticas contra el cambio climático a nivel internacional. Sin renunciar a nuestra calidad de vida actual debemos obtener los mismos beneficios empleando menos recursos a través de conductas y equipos eficientes. Esto es, un mayor y mejor reciclaje, un consumo inteligente, la utilización de energías renovables, el uso de productos mejor diseñados y menos contaminantes y en definitiva, toda una serie de medidas que nos lleven a conseguir ciudades sostenibles.
En el día de la Eficiencia Energética, queremos hacer un breve repaso a todas las medidas y objetivos que como ciudadanos tenemos de cara a futuro para que el objetivo de lograr ciudades sostenibles no sea sólo un objetivo público sino también del ámbito privado de cada uno de nosotros.
La eficiencia energética plantea sus objetivos en base a tres sectores fundamentales: la edificación, el transporte y la industria.
Certificación de eficiencia energética de los edificios
Sin duda, una de los avances más significativos en materia normativa con respecto a la eficiencia energética en el ámbito de la edificación ha sido la entrada en vigor del Real Decreto 235/2013 , de 5 de abril, una transposición al ordenamiento español de la Directiva 2010/31/UE, de 19 de mayo, por el que se aprueba el procedimiento básico para la obtención del certificado energético de las viviendas y edificios tanto de nueva construcción, como existentes.
Este certificado energético permitirá que cada propietario conozca el estado energético de su inmueble y pueda poner en marcha las medidas necesarias para mejorar su calificación energética no sólo con el fin de contribuir a la sostenibilidad del edificio, sino para conseguir una revalorización del mismo.
El certificado energético califica cada vivienda con una nota que va desde la A hasta la G, calificación esta última que puede permitir un ahorro de hasta el 70% en el consumo de energía. Los elementos que más van a influir a la hora de conseguir una u otra calificación serán: la envolvente de un edificio, es decir, el aislamiento del mismo o las pérdidas de calor que se produzcan a través del suelo, paredes y techo además de otros elementos relacionados con la climatización, agua caliente o iluminación.
Además de la información sobre las características energéticas del edificio o vivienda, el certificado deberá incluir recomendaciones para la mejora energética del inmueble. En este sentido desde el Ministerio de Industria ya se ha puesto en marcha un programa de ayudas y de financiación a través del IDAE (Programa PAREER) con el fin de promover aquellas actuaciones que mejoren la calificación energética de los edificios del sector residencial.
Paralelamente, se está desarrollando otra transposición al Ordenamiento Jurídico Español partir de la Directiva 2012/27/UE de Eficiencia Energética, de octubre de 2012, también dirigida a impulsar actuaciones de ahorro y de eficiencia energética y en la que se incide en el establecimiento de una estrategia a largo plazo para movilizar inversiones en la renovación del parque de edificios tanto residenciales y comerciales tanto públicos como privados. Asimismo, los Estados miembros ejercerán una función ejemplarizante a través de los edificios de los organismos públicos.
Estas y otras modificaciones relativas a disponibilidad de sistemas de acreditación y cualificación, promoción de la eficiencia en la calefacción y refrigeración, sanciones, etc… deberán estar incorporadas a nuestro ordenamiento antes del 5 de junio de 2014.
Eficiencia en el transporte
La eficiencia en el transporte es otro de los requisitos fundamentales que debemos recordar en el día de la Eficiencia Energética si queremos garantizar la movilidad de personas y mercancías de forma sostenible. El transporte es el sector que más energía consume en España, alcanzando un 39% del total nacional, destacando los vehículos (turismos) con un 15% de toda la energía final consumida en nuestro país.
Dado que la fuente energética preponderante es el petróleo (99%), la lucha contra el cambio climático exige adoptar estrategias decididas para disminuir la dependencia del transporte de dicha fuente y avanzar en el desarrollo de nuevos combustibles y energías limpias.
En España y a través del IDAE, se están desarrollando una serie de proyectos que promueven la eficiencia y diversificación energética en la movilidad de las personas y de las mercancías, sobre todo en el subsector de la carretera que absorbe en torno al 80% de la energía consumida en el sector del transporte.
La mejora de la eficiencia energética en el transporte se fundamente, según el IDAE, en tres bloques principales:
A través del fomento de un cambio en nuestros modos de desplazamientos, principalmente desde el transporte motorizado hacia otras formas más sostenibles caminar, bicicletas, transporte urbano…) en áreas urbanas y metropolitanas.
Con medidas para el fomento de la renovación de vehículos y flotas de transporte que utilicen combustibles alternativos, vehículos híbridos o vehículos convencionales más eficientes.
Y por último a través de medidas de fomento del uso racional del transporte mediante la aplicación de técnicas de conducción eficiente a los distintos medios de transporte, promoción de viajes compartidos, etc.
Existen además diversos proyectos como el etiquetado energético de los vehículos turismos destinados a conocer el consumo de carburante y emisiones de CO2 en coches nuevos o el reciente Plan Movele, encuadrado dentro de la Estrategia Integral de impulso al Vehículo Eléctrico en España 2010-2014.
Nos enfrentamos a uno de los retos más importantes en la búsqueda de la eficiencia energética en materia de transportes. Establecer un sistema que sustente el progreso económico europeo, mejore la competitividad y ofrezca servicios de movilidad de gran calidad, utilizando al mismo tiempo los recursos de forma más eficiente posible.
Industria y consumo energético
Aunque el sector industrial es complejo por su dimensión y número de subsectores que comprende, el objetivo de la eficiencia energética en el ámbito de la industria debe dirigirse a la obtención de un rendimiento óptimo sin que ello afecte a la productividad o a la calidad de la fabricación. En definitiva, se tratará de utilizar mejor la energía.
En el sector industrial a lo largo de la historia se han producido importantes avances en el área de la eficiencia energética, uno de ellos ha sido la introducción de la cogeneración, una tecnología altamente eficiente mediante la cual se obtiene simultáneamente energía eléctrica y energía térmica aprovechando el calor residual, partiendo de un único combustible, generalmente el gas natural. La ventaja es que tiene una mayor eficiencia energética, debido a que se puede aprovechar tanto el calor como la energía eléctrica en un mismo proceso.
Debemos tener en cuenta que la eficiencia energética se debe aplicar al sector productivo de manera que se mejore la eficiencia en actividades como la producción de recursos energéticos, en la transformación y transporte de estos, en la fabricación de equipamientos industriales de manera que se pueda reducir el consumo energético.
En la actualidad, se tiene la calidad como objetivo por encima de todo. Lo que se pretende conseguir es que, sin dejar de un lado la calidad, se introduzca como especificación de los productos su mayor eficiencia energética.
En el sector industrial se debe potenciar el ahorro y la eficiencia energética de los procesos e impulsar la fabricación de productos que sean más competentes en su uso posterior o que requieran un menor consumo de energía durante su ciclo de vida útil. Se debe introducir la eficiencia energética como complemento a las fuentes de energía renovables ya que parece que existe unanimidad en adivinar un futuro en el que las energías renovables pondrán fin al problema de la dependencia y escasez de los combustibles fósiles y darán respuesta al problema de la crisis ambiental y energética.
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Modificado por última vez enMiércoles, 04 Marzo 2020 13:28
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