Más de 300.000 viviendas unifamiliares en España tendrán una instalación fotovoltaica de autoconsumo en los próximos tres años

El estudio pone de manifiesto que el 16,4% de los encuestados (de un total de 750 familias entrevistadas) tienen intención de instalar, en el corto/medio plazo, un sistema de autoconsumo fotovoltaico en su hogar, lo que significa que cerca de 330.000 viviendas unifamiliares (de los dos millones de viviendas unifamiliares de un total de seis millones contabilizadas en el estudio), podrían contar con una instalación de estas características en el plazo de tres años.

Una cifra interesante si tenemos en cuenta que el número de instalaciones de autoconsumo residenciales inyectadas a red en nuestro país no supera, actualmente, las 10.000, pero muy alejada de los datos que vienen de otros países como Alemania, donde ya existen más de 1,6 millones de hogares que tienen una instalación fotovoltaica; Reino Unido, con cerca de 800.000 viviendas; e Italia, con unas 200.000.

Poniendo un precio medio final de 9.000 euros por instalación, el volumen de negocio que se calcula para el próximo trienio en este sector en España alcanzaría los 3.000 millones de euros. Además, el incremento de nuevas instalaciones supondría, por un lado, la puesta en marcha de 1.500 nuevos megavatios fotovoltaicos de capacidad en el sector residencial que, una vez operativos, generarían 2.500 MWh anuales (es decir, el 1% de la demanda peninsular) y evitaría la emisión de 900.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y, por otro lado, la creación de entre 7.000 y 8.000 nuevos empleos a nivel nacional.

El observatorio, que nace con la voluntad de actualizarse anualmente, también refleja que la razón de mayor peso por parte de los consumidores a la hora de valorar la instalación de un sistema de autoconsumo en su vivienda habitual, obedece más a una motivación económica, que se traduce en un ahorro del 50% en la factura de la luz, que a una preocupación medioambiental. De hecho, aunque más de un 60% de los encuestados consideran que el cambio climático es un problema relevante, menos de un 30% estaría dispuesto a tomar medidas que supongan un gasto para reducir su efecto.

Falta de información

A pesar del alto potencial para el desarrollo del autoconsumo en nuestro país, el estudio de Solarwatt refleja que una de las principales barreras que está frenando el desarrollo de este mercado a nivel nacional es la ausencia de información, lo que agudiza la sensación de incertidumbre de los potenciales clientes que, a pesar de conocer las bondades de esta tecnología, “no saben por dónde empezar”, de ahí que la mayoría utilicen Internet como principal canal para obtener información. Según Macías, “el consumidor está interesado, pero no sabe dónde informarse. De hecho, muchos de ellos aún no se han enterado de que ya no existen barreras para el autoconsumo en España”.

Una de las principales razones que ha perjudicado la expansión de esta tecnología ha sido la inestabilidad regulatoria, marcada por una época en la que se fomentó la instalación de grandes parques fotovoltaicos en el país, que gozaron de subvenciones estatales (primas) y de descuentos por vender el excedente a la red y que, prácticamente, de la noche a la mañana, cambió radicalmente, lo que provocó una gran inseguridad jurídica.

En opinión de Macías, “esto fue un absoluto dislate porque todos sabíamos que se estaba dando una prima muy alta sin un límite de tamaño en la planta, lo que provocó un efecto llamada tremendo y generó en la conciencia de algunos ciudadanos la idea de que la fotovoltaica era un chollo y todo el mundo quería poner una planta fotovoltaica, ya que el Gobierno te garantizaba durante 25 años una rentabilidad del 15%, pagándolo todos con nuestros impuestos”.

La escasa presencia de este tipo de instalaciones en el entorno más inmediato del propio consumidor, también genera cierta inseguridad a la hora de tomar una decisión porque nadie quiere ser el primero en poner una instalación de este tipo, unido a otros interrogantes relacionados con las labores de mantenimiento o la durabilidad de la propia instalación.

Apoyo de las instituciones

En estos años, aseguró el Director General de Solarwatt, “hemos pasado a un escenario donde la energía solar fotovoltaica ya es muy competitiva. Es mucho más barato producir con energía solar que con cualquier otra fuente, incluso a escala doméstica, ya que cuesta menos producir el kilovatio desde casa que lo que le cuesta a la propia comercializadora que vende la electricidad comprarla en el pool”. En este sentido, explicó Macías, lo que ahora mismo necesitamos es “eliminar barreras”.

Los mercados europeos y mundiales se han ido configurando de forma diferente en los últimos años y se empieza a crear el mercado del autoconsumo. El problema, afirmó Macías, “es que nadie se ha molestado en informar al cliente y las instituciones públicas no lo están haciendo adecuadamente y las empresas solas no lo podemos hacer”.

En este sentido, el representante de Solarwatt pide que las administraciones aporten su granito de arena, inviertan en mejorar y ampliar la comunicación con los ciudadanos y sepan transmitir la importancia de este mercado para que los clientes potenciales dispongan de datos fiables sobre el rendimiento de este tipo de instalaciones, sus costes, el ahorro que pueden conseguir y las garantías que ofrecen los fabricantes.

“No estamos pidiendo al Gobierno que ponga dinero para hacer las instalaciones ni que las empresas inviertan a fondo perdido”, señaló Macías. “Esta es una inversión absolutamente rentable y la única cuestión es cómo el sistema eléctrico lo va a integrar para que no se resienta”.

Ahora todas las comercializadoras tienen alguna oferta de autoconsumo, aunque “sabemos que el proceso de implementación será lento”, manifestó el Director General de Solarwatt, de ahí que el autoconsumo aparezca como una posible herramienta de “conquista y fidelización del cliente”.