La tecnología solar bifacial alcanzará una cuota de mercado del 10% a partir de 2019

“Nuestra evolución con la tecnología bifacial empezó en 2015”, año en que Soltec diseñó y fabricó el primer seguidor solar específico para módulos bifaciales aplicado a una planta industrial y que, posteriormente, suministró a la planta solar ubicada en el observatorio astronómico de La Silla (Chile), de 1,72 MW de potencia. “Somos expertos en innovación”, afirmó el representante de Soltec. “Gran parte de la tecnología es creación propia, aunque también nos apoyamos en centros tecnológicos”.

En 2017 Soltec lanzó el SF7 bifacial, un seguidor solar optimizado que recoge energía tanto en su parte frontal como en la trasera, ya que capta la luz solar reflejada en el suelo bajo el seguidor solar. En julio pasado, la compañía española abrió en Livermore (California) el primer centro de investigación del mundo especializado en seguimiento solar bifacial, bajo el nombre de BiTEC (Bifacial Tracker Evaluation Center), con el objetivo de medir en condiciones reales el rendimiento de los módulos bifaciales y cómo afecta a la producción de las plantas. También en 2018, Soltec ha instalado la primera planta a gran escala de 17 MW en Israel con tecnología bifacial. Para el año que viene, la multinacional tiene más de 1,1 GW contratados en plantas con esta tecnología.

El representante de Soltec recordó a los asistentes que las células bifaciales fueron fabricadas por primera vez en laboratorio en el año 1977, siendo uno de sus creadores Antonio Luque, Catedrático de Electrónica Física de la Universidad Politécnica de Madrid, y se caracterizan porque “consiguen la conversión energética eléctrica de la luz que incide sobre las dos caras de una misma célula. Esa conversión energética suma las dos corrientes y genera esa ganancia bifacial”.

El auge de la tecnología bifacial comenzó hace cuatro años, de manera que, a día hoy, los paneles bifaciales se están empezando a fabricar de forma masiva y están atrayendo la atención de la industria solar, sobre todo para su uso con seguidores solares, debido a la gran ventaja que suponen. Se estima que esta tecnología alcanzará una cuota de mercado del 10% a partir de 2019.

La ganancia de energía bifacial, explicó José Alfonso Teruel, depende, principalmente, de dos factores: uno es la bifacialidad, “que es intrínseca de cada panel”. Por ejemplo, los paneles instalados en ‘La Silla’ tienen una bifacialidad del 85%, “esto quiere decir que la potencia que pueden generar a igual radiación por la cara posterior es el 85% de lo que puede generar en la cara frontal”. El otro factor es el radio bifacial, que es la radiación que puede incidir sobre la cara posterior con respecto a la radiación que puede recibir sobre la cara frontal. “Esto depende de la instalación, condiciones del terreno y de otras variables”.

Variables que influyen en la ganancia bifacial

El albedo, señaló el representante de Soltec, “es una de las principales fuentes de radiación que afecta a la cara posterior de los módulos bifaciales” y se define por el comportamiento de reflectividad del suelo. Dependiendo del color y de la textura de la superficie del terreno donde se encuentra la instalación, la ganancia bifacial puede ser mayor o menor, “siendo la mejor opción un suelo blanco (cubierto de nieve) y liso”.

El albedo puede variar según las estaciones del año, de manera que, en invierno, en zonas de nieve, la reflexión sería del 90%, consiguiéndose una ganancia máxima de energía. En primavera, en zonas de césped, el porcentaje de radiación reflejada en la superficie es del 25%. En verano, donde puede haber pasto seco, ese porcentaje se eleva hasta el 33%, mientras que en otoño, con tierra húmeda, el porcentaje disminuye al 15%, “y todo esto hay que meterlo en nuestros cálculos de simulación, algo que está siendo muy complicado de hacer”.

Otro de los factores para comparar la ganancia de energía, señaló el Director de I+D+i de Soltec, es la altura del módulo. “A mayor altura, un panel que tiene un ángulo de visibilidad determinado tendrá mayor ganancia de energía, ya que aumenta la captura de energía y reduce la temperatura; es decir, que el rendimiento bifacial es mayor cuanta más altura tenga la instalación, pues ésta reduce la intensidad de la proyección de sombras”. De manera que, optimizando el uso de material y siempre que sea económicamente viable, “tratamos de elevarlos lo máximo posible para que capten más energía”. En el caso de Soltec, los seguidores SF7 son más altos que los de la competencia porque “tenemos una configuración de dos paneles en vertical, lo que hace que el eje de rotación se sitúe a más de dos metros de altura con respecto al terreno”.

El diseño del propio seguidor, así como la estructura, montaje y cableado, también afectan a la ganancia bifacial. El seguidor SF7 está diseñado de tal manera que el eje de rotación no produzca una sombra trasera sobre el área activa de los paneles de la cara posterior. “Al no provocar sombras traseras, no estamos afectando a la temperatura de las células”, explicó Teruel.

El representante de Soltec finalizó su intervención con un ejemplo en el que demostró que el cambio de tecnología monofacial a bifacial en una planta solar, “va a generar la misma energía pero con menos potencia instalada, lo que reduce los gastos de instalación, tanto de paneles solares, seguidores, montaje, etc”. En el caso concreto de una planta de 50 MW de potencia, Soltec estima en torno a un “7% de ahorro en la propia instalación” con respecto a la tecnología convencional.