Subproducto de la viña y biomasa forestal para generar energía térmica
- Escrito por Montse Bueno
El proyecto titulado “Estudio sobre el aprovechamiento del subproducto de viña complementado con biomasa forestal para la generación de energía térmica en núcleos rurales” nace a raíz de la Carta de Aalborg, desde la que se invita a todos los municipios de Europa a suscribir el Pacto de los Alcaldes. Se gesta como un Plan de Acción en Energía Sostenible para la población de Sant Llorenç d’Hortons, enmarcado en la comarca del Alt Penedès (Barcelona) y, de la correspondiente auditoria energética, se extraen una serie de acciones de mejora que comportan reducir un 20% la emisión de CO2 en el municipio implantando sistemas de energía renovable.
La auditoria energética se inicia teniendo en cuenta los edificios municipales. Sin embargo, los expertos se dan cuenta de que, para poder lograr su cometido, es preciso ampliar el radio de acción al ámbito doméstico. Tras cerciorarse que, sin red de gas natural, el combustible para calefacción es esencialmente el gasoil i la electricidad, se complementa la información de base con encuestas en los hogares (20% total) para conocer los hábitos energéticos. De todo ello se desprende un coste energético en climatización de: GASOIL (1l/9,77 kWh; Consumo medio: 1.200litros/anuales): 5. 400.000 kWh. Coste: 5.400.000 kWh *0,0846 €/ kWh = 456.000 €. ELECTRICIDAD: 2.600.000kWh *0,158 €/kWh = 410.000 €. El consumo de electricidad se toma según registro del 2007 del ICAEN con un 40% del total dedicado a calefacción. En resumen: 860.000 € totales/año.
El residuo o subproducto
En unas primeras conclusiones, los expertos se cercioran de que, por un lado, la mayor preocupación de la población es el coste de la calefacción y de que, por otro, los viticultores desean obtener más rendimiento de sus viñas, al tiempo que reducir costes de explotación, centrando su atención en el residuo o subproducto. Es por ello que los ideólogos del proyecto deciden entrevistarse con interlocutores que se puedan sentir implicados en el proyecto y puedan intervenir en su desarrollo. Sus planteamientos convencen, tras resolver dudas de carácter técnico y organizativo, a una serie de organizaciones y, viendo la envergadura de la tarea, contempla la solicitud de una subvención al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya que, finalmente, se concede a la Federación Penedès/Garraf, que delega enla ingeniería Cefiner, dinamizadora del proyecto, en conjunto con las entidades: Federación de ADFs (Agencias de Defensa Forestal); CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) de la UAB, que actúa como centro de investigación, y la ADV (Asociación de Defensa Vegetal) de Sant Llorenç de Hortons junto con diversos propietarios de viña de la comarca, que proporcionan el material y la materia prima necesarios para llevar a cabo el proyecto. Todo ello al amparo de la Orden AMM/298/2012.
Así pues, el proyecto se concreta en la evaluación del uso potencial de los residuos de viña (sarmientos y viñas viejas), complementado con residuos forestales, para la generación de energía térmica en núcleos rurales de las comarcas analizadas, centralizando la generación de energía (calor) mediante redes de calor (district heatings). Del mismo modo, se evalúa la sostenibilidad del transporte de la biomasa, contabilizando la huella de CO2 emitida por cada kWh generado. Por último, se determinan los costes de la recogida y de los procesos de transformación asociados.
Resultados e implementación
Tras el estudio en detalle en el término municipal de Sant Llorenç d’Hortons - que consta de 1.900 ha, de las cuales 1.200 son de viña y generan dos subproductos: sarmiento y vid envejecida - una poda anual genera 800 kg/ha verga seca (20%) sin pre poda. Con pre poda: 600 kg/ha. También se contempla una renovación de vides cada 35 años (vid envejecida), que también se recupera. Una vez cerrado el ciclo de 35 años se dispondrá de aproximadamente 30 ha anuales, que generarán un total de 300 t de biomasa. Se toma como medida 2.500 vides/ha. El resultado final en un ciclo entero sería: 1.140 t/anuales de biomasa en el municipio (biomasa seca 20%). En una temporada y sin contemplar la vid se pueden generar 3.600.000 kWh y, si se contempla la vid y el conjunto de su ciclo de vida, se podrían llegar a generar 4.700.000 kWh.
Como, a partir de estos cálculos, se deduce que no existe suficiente biomasa, siguiendo las indicaciones de la ADF se apuesta por limpiar los bosques y entonces sí que se alcanza el volumen necesario para implementar las propuestas.
El apartado correspondiente a implementación podría ser articulado mediante diferentes fórmulas: una empresa de servicios energéticos (ESE) que asumiera el liderazgo y coste de la obra; la operación y el mantenimiento, así como los recursos. Ésta vendería la energía con un tanto por ciento de descuento respecto al gasoil y, al cabo de unos años – dependiendo del proyecto – la instalación revertiría en el ayuntamiento o bien en el municipio. Otra sería que fuera el consistorio quien liderara y costeara la obra; la operación y el mantenimiento y los recursos, aprovechando la energía para uso propio y vendiéndola a los domésticos y, en tercer lugar, podría apostarse por un modelo participativo, en que la inversión se asumiera de manera conjunta entre usuarios y una ESE o empresa experta, de modo que el usuario – al ser socio – participara de la toma de decisiones de la sociedad.
CUADRO 1
Ventajas e inconvenientes
Ventajas: proyecto globalmente local, cuyo beneficio es para el territorio en todos los ámbitos del proyecto; independencia energética, dado que las decisiones se toman de forma local; mejor gestión y mayor rendimiento; una energía más cómoda para el usuario final, y el aprovechamiento masivo del recurso.
Inconvenientes: se necesita un buen estudio tanto técnico como económico; la promoción del proyecto es complicada y, por tanto, requiere de una buena campaña de comunicación, y las posibles dificultades para localizar una ESE que aceptase a los consumidores domésticos y el modelo participativo.
CUADRO 2
Objetivos del estudio
Dar respuesta a una serie de problemas centrados en el medio rural:
- La eliminación de la dependencia de los combustibles fósiles en el consumo doméstico rural.
- La revalorización energética de los subproductos agrícolas y forestales que actualmente se están malvendiendo o transportando a lugares que generan una huella de carbono no sostenible.
- Facilitar al viticultor y forestal los datos necesarios sobre los subproductos de la viña y los residuos forestales como combustibles renovables y limpios.
- Desde y para el entorno rural, dar a conocer el potencial energético de los subproductos agrícolas y forestales, así como los beneficios que comporta.
- Mejorar la educación medioambiental y el consumo responsable de la energía por parte de la población en general y de las escuelas en particular con casos prácticos e innovadores.
- Participar en la lucha contra el cambio climático desde los gobiernos locales con infraestructuras para la población.
Modificado por última vez enMartes, 25 Noviembre 2014 09:11
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