El biorrefino de cultivos de la UE produce más alimento que combustible

Desarrollo rural y seguridad alimentaria

Gracias a la generación de bioetanol en Europa se produjeron unos 4,48 millones de toneladas de alimentos para animales ricos en proteínas, alimentos que habrían requerido importaciones de terceros paises fuera de la UE.

La industria del biorrefino para obtener bioetanol y piensos valoriza el cereal europeo transformado este en bioetanol (independencia energética) y proteínas concentradas, esta últimas de alto valor en la alimentación ganadera y que compiten favorablemente con la soja importada (independencia alimentaria).

Las ONG ecologistas han presentado la producción de biocombustibles basados ​​en cultivos como problemática, pero ello es fruto de la falta de conocimiento y distinción entre las diferentes formas de procesar un cultivo o residuo. No es lo mismo procesar aceites importados de indonesia en una refinería que implementar una industria agroindustrial de producción de proteínas y energía, integrada en nuestro entorno rural y generado competitividad y empleo donde más se necesita: en los pueblos que sufren la despoblación. 

Algunas asociaciones ecologistas que abogan exclusivamente por la electrificación, paradójicamente no ven problema en el cambio de uso para la generación de electricidad renovable de miles de hectáreas de suelo fértil por campos fotovoltaicos, pero ven el problema escasez de alimentos que tiene su fundamento precisamente en la falta de opciones industriales que den valor al cultivo europeo de cereales frente a la soja y los cereales de otras partes del mundo. El biorrefino de bioetanol en Europa no solo reduce la necesidad de importar combustibles fósiles, sino que refuerza la seguridad alimentaria gracias a la proteína del alimento para animales obtenida del proceso de producción. 

Si se socava la débil industria del biorrefino de cereal en época de estabilidad, mayor parte del cereal europeo no será competitivo en muchas zonas de Europa y más tierras cambiarán de un uso agrario a otros usos residenciales o energéticos, agravando una situación de dependencia del exterior.

No es posible achacar la fata de competitividad del campo europeo a los costes laborales, sino a la falta de industria rural vinculada a la materia prima. Los países que tienen industria de biorrefino de cereal fuerte como EEUU son los menos dependientes alimentariamente y no son bajos sus costes laborales precisamente. El biorrefino sirve para fortalecer los ingresos de los agricultores, lo que los alienta a continuar produciendo alimentos.

Reducción de emisiones y seguridad energética

Según datos de ePURE, el nivel de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del etanol producido en la UE en comparación con la gasolina fósil alcanzó un nuevo máximo, alcanzando el 76,9 %.  Los nuevos datos confirman que el bioetanol es la solución de reducción de GEI más rentable que tiene la UE.

Emisiones auditadas evitadas con el uso de bioetanol frene a combustibles fósiles

Reducir la producción de biocombustibles es un error político, aunque se produzca el esperado auge de los vehículos eléctricos y de hidrógeno, los coches de gasolina y diésel seguirán circulando por las carreteras europeas durante las próximas décadas, reducir la dependencia del petróleo de toda esa flota debiera ser una prioridad.

Eliminar una energía autóctona como el bioetanol abre la puerta a una mayor dependencia de los combustibles fósiles y a perder una nueva oportunidad para nuestra industria rural agroalimentaria.