El biogás en España: el gas renovable

En España hay una capacidad estimada de producción de biogás como energía sostenible de más de 26.000 GWh. Esto sería suficiente para cubrir alrededor del 20% del consumo de gas natural o, alternativamente, todas las flotas de autobuses urbanos de las ciudades. Además es la única energía sostenible gestionable de forma que pueda ser usada para producir calor, electricidad con bajas emisiones o como combustible para vehículos en el momento en que existe demanda

Es una tecnología que, además de producir gas, resuelve el problema de la gestión de residuos orgánicos, convirtiéndolos, además de en combustible, en compost y fertilizante orgánicos.

A pesar de ser una tecnología completamente madura y con amplia implantación, en Epaña se trata de una tecnología infrautilizada y, a veces, desconocida en nuestro país de la que existen unas 300 instalaciones (y no todas activas), cuando en Europa se estiman en más de 17.700 y su número crece cada año. Como referencia, Italia multiplica por 5 el número de instalaciones en España y Alemania por 50. A pesar de la puesta en servicio de nuevas plantas de biometano en estos últimos años, el número ascienda a 5.

El biogás quedó relegado como opción de energía sostenible cuando hace una década se concentró todo el esfuerzo en potenciar la energía eólica y fotovoltaica. Más tarde sufrió, al igual que éstas una legislación restrictiva con peajes y trabas al autoconsumo y la cogeneración, y ahora creemos llegado el momento. Tanto la hoja de Ruta del Biogás española como la Ruta Valenciana del Biogás, han aprovechado la revisión al alza de los objetivos marcados en el RepowerEU, para volver a dotar de importancia al biogás en el mix energético, además de por su rentabilidad económica, por las ventajas que ofrece en cuanto a gestión ecológica, valorización de los residuos orgánicos y control de emisiones contaminantes. Estos planes cuentan tanto con el aprovechamiento y recuperación de las plantas de biogás existentes, como en la creación de instrumentos para facilitar una rápida implantación de nueva potencia de generación.

De entre todas las herramientas que el sector viene reclamando, sin duda alguna, la más importante es la estandarización, simplificación y mejora de tiempos de tramitación y de concesión de autorizaciones y permisos. Esto pasa por una especialización y dotación de recursos de personal en las administraciones, así como una unificación de los trámites tanto desde el punto de vista operativo como de toma de decisión o evaluación.

En el momento actual, el mercado español ya cuenta con mecanismos de retribución verde, como certificados verdes, y se está avanzando en la creación de las garantías de origen, por inyección de biometano a la red como ocurre en la mayor parte de Europa. El desarrollo de estos mecanismos permite poner en valor las externalidades medioambientales y de descarbonización del biometano y favorecerá el desarrollo del sector de los gases renovables en España. De esta forma, se otorgará un valor económico a largo plazo más allá del horizonte de precios altos de energía actuales que se espera sea transitorio y circunstancial.

Estas herramientas deben permitir el crecimiento y consolidación de este sector, tanto para la descarbonización de gas a nivel industrial como para la movilidad sostenible.

 Existiendo la legislación adecuada y el interés de las grandes compañías, faltaría saber si las empresas españolas están capacitadas para desarrollar instalaciones de biogás eficientes y adaptadas a cada necesidad y de hacer upgrading para obtener metano de calidad que pueda ser inyectado a red o utilizado como combustible en vehículos. En este punto hay que destacar que la tecnología está perfectamente madura  y probada y que las empresas españolas, ante la falta de demanda en el mercado interior, han estado diseñando plantas en todo el mundo superando importantes desafíos técnicos.

El biogás está llamado a cumplir un papel importante en la generación energética en España

A modo de ejemplo Genia Bioenergy diseñó la mayor planta de biogás monosustrato de Europa en Ucrania, que funciona con la pulpa de remolacha utilizada para producir azúcar y genera una potencia calorífica de 39MW, la primera planta en Europa capaz de generar biogás a partir de lignina y lignocelulosa (restos de poda y madera) en Holanda o el complejo ambiental de inminente puesta en operación en Evercreech, Gran Bretaña con cinco biodigestores capaz de procesar más de 85.000 toneladas de residuos orgánicos cada año para inyectar hasta 900m3/h de biometano a la red de gas y 3MW de electricidad.

En cuanto a soluciones a medida para autogeneración energética, el biogás es una alternativa rentable para la industria alimentaria o granjas de ganado lechero y porcino, que con los purines de los animales y otros desechos pueden autogenerar la energía necesaria para lograr la autosuficiencia completa de la instalación. Actualmente Genia Bioenergy está desarrollando para COVAP un planta de biogás con capacidad de gestión de hasta 140.000 toneladas anuales para biogás para autoconsumo térmico industrial, que es espera esté operativa en el tercer trimestre de 2023.

Más allá de los aspectos económicos, cada vez son más importantes para la industria los conceptos de sostenibilidad y economía circular. En este punto la digestión anaerobia reduce a 0 las emisiones de nitrógeno que produce la materia orgánica en descomposición, convirtiéndolas primero en metano almacenado, y después en C02, cuando se quema, un gas 21 veces menos agresivo con la capa de ozono que el nitrógeno.

Como, además del biogás, de la digestión anaerobia de los desechos se obtiene compost y fertilizante orgánicos, los nutrientes vuelven a la tierra para cerrar el ciclo de la economía circular. Teniendo mercado, oportunidades, voluntad institucional y tecnología, en Genia Bioenergy estamos convencidos de que el biogás está llamado a cumplir un papel importante en la generación energética en España y solo hace falta un mayor conocimiento de sus ventajas.