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Toshiba afirma que la aerotermia con bomba de calor ayudará a la descarbonización y desgasificación en Europa

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Las bombas de calor llevan decenas de años en el mercado como solución para la climatización de edificios y otro tipo de construcciones aportando calor y frío. Aunque en otros países de Europa su expansión ha sido más rápida, en el mercado español se ha ido abriendo camino paulatinamente, con un total de 10 millones de equipos vendidos en el sector doméstico nacional en la última década, un crecimiento que también se está haciendo patente en lo que llevamos de año, con más de 900.000 unidades vendidas.

Toshiba Calefacción & Aire Acondicionado, fabricante mundial de equipos de climatización, reunió ayer en Madrid a un grupo de periodistas –encuentro en el que Calor y Frío estuvo presente-, para dar a conocer sus previsiones sobre la extensión e implantación en los hogares españoles de la aerotermia, la cuarta energía renovable considerada como la base de una nueva generación de sistemas de climatización y agua caliente, “al tratarse de una energía segura y limpia, técnicamente viable, que incluso abarata los precios de la energía”, señaló Carlos Gómez Caño, Director General de la compañía.

Gómez Caño auguró que “la bomba de calor será el único sistema de calefacción dentro de 30 ó 40 años, ya que es el único que no emite partículas nocivas a la atmósfera, lo que supone una reducción considerable de las emisiones de CO2. Este proceso, afirmó el representante de Toshiba, “ayudará a la descarbonización de la economía en 2050 -un objetivo marcado por la Unión Europea donde el sector de la calefacción/refrigeración se está empezando a tener en cuenta-, y al cumplimiento del compromiso alcanzado en la COP21”.

La evolución tecnológica de la aerotermia ha permitido aumentar las prestaciones de la bomba de calor. Además de utilizar el calor del aire para producir calefacción o refrigerar, la nueva generación de equipos también permite calentar agua, lo que supone una alternativa a las calderas de gas natural y gasóleo, “con ahorros estimados del 40% y del 60%, respectivamente”, manifestó el Director General de Toshiba. Además, hoy en día es posible utilizar estos aparatos sin necesidad de conectarse a la red eléctrica, gracias al uso de paneles fotovoltaicos y baterías de almacenamiento como apoyo para los equipos.

Alto rendimiento y mínimo mantenimiento

Aunque desde Toshiba reconocen que el desembolso inicial de una instalación de aerotermia es algo más elevada que el de una caldera tradicional, a la larga resulta más rentable, “gracias a la vida útil de los equipos, su prácticamente nulo mantenimiento –salvo en caso de avería- y su elevado rendimiento, ya que por cada kilovatio de consumo eléctrico es posible dar 10 kilovatios de refrigeración o de calor”, explicó Gómez Caño.

Además de edificios de viviendas, la aerotermia también se usa en entornos profesionales. Grandes infraestructuras, fábricas, hoteles, hospitales, centros de enseñanza, etc han adoptado de manera masiva la climatización por bomba de calor.

Toshiba cree que en los próximos 20 años el mercado de la aerotermia de aplicación residencial –tanto para agua caliente, como para calefacción y refrigeración- crecerá un 50% al año. Para ello, explican, los fabricantes deben ser capaces de transmitir las bondades de sus equipos, no solo en el plano económico, sino también como sistema energético limpio y beneficioso con el medio ambiente.
 

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