¿Qué sistemas hay para ahorrar agua en casa?
- Escrito por María Domínguez
Para ahorrar agua en el hogar es necesario hacer un uso lo más eficiente posible, para así no desperdiciar este recurso tan valioso. En esta tarea nos sirven de ayuda distintos mecanismos de ahorro y sistemas para aprovechar mejor el agua en casa.
Aunque a priori pueden parecer cantidades pequeñas las que desperdiciamos en el día a día, no hay que perder de vista que solo con dejar abierto un grifo estaremos gastando 12 litros por minuto. Si, además, tenemos en cuenta que el agua apta para consumo humano supone solo el 3 % del total del agua del planeta, es nuestra obligación hacer un consumo responsable.
¿Cuánta agua consume un hogar medio?
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) cada persona en España consume de media 133 litros de agua al día, sin duda una enorme presión para nuestros ríos y humedales para abastecer a toda la población. En otros lugares de Europa, como en Inglaterra, se dispone de contadores de agua que vinculan el precio del agua al volumen de agua consumida en el hogar. Se consigue así limitar el consumo, puesto que se ha demostrado que la instalación este tipo de contadores ha reducido el consumo un 13 % respecto a casas que no cuentan con ellos.
No hay que olvidar que son muchas las actividades cotidianas que suponen un enorme consumo de agua. Tirar de la cisterna son 10 litros, una ducha de 5 minutos son hasta 100 litros, la lavadora utiliza 100 litros en cada ciclo y, si nos lavamos las manos y dientes con el grifo cerrado, gastaremos un litro y medio al día. Por todo esto, acciones muy sencillas pueden implicar un gran ahorro.
Consejos para ahorrar agua en casa: principales sistemas de ahorro
Más de la mitad de la población mundial vive ya en ciudades, una cifra que no deja de aumentar. Esto hace imprescindible el uso eficiente y responsable del agua en los hogares. Para lograrlo, te proponemos unos sencillos consejos para ahorrar agua en casa, como es la instalación de mecanismos de reducción de consumo (grifería electrostática, grifería temporizada, pulsadores de descarga en los inodoros, etc.). Asimismo, los sistemas de recogida y reutilización del agua permiten recoger y aprovechar el agua dándole más de un uso, aunque no sea para consumo humano. Es el caso de la reutilización de aguas grises o de aguas pluviales, como explicamos a continuación:
Reutilización de aguas grises
Las aguas grises son las aguas residuales domésticas no originadas en los retretes pero que se pierden a través de los desagües, como el agua utilizada para fregar o para ducharse, o la que desechan las lavadoras y los lavavajillas. Con la depuración de aguas residuales domésticas, se aprovechan para su posterior reutilización como agua no potable, por ejemplo para las cisternas o para el riego. Este sistema permite un gran ahorro en el consumo y una gestión más sostenible y eficiente.
Según Julio Rodríguez Vivanco, del Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM), la reutilización de aguas grises de las cisternas puede suponer un «ahorro en torno a 50 litros por persona y día que, para una familia media de 4 personas, supondría un ahorro de unos 200 l/día». Esto equivale a entre un 24 % y un 27 % del consumo diario de la vivienda. Además, añade, «si este sistema se implanta en hoteles o instalaciones deportivas, estaríamos hablando de cifras aún más importantes, en torno al 30 % de ahorro».
Reducción de consumo de agua caliente sanitaria
Otros sistemas permiten aprovechar el agua que se pierde mientras esperamos a que se caliente. Existen aparatos que, instalados bajo el grifo, facilitan la reutilización de un agua que de otra forma se perdería.
También existen sistemas de recuperación del calor en la ducha, que aprovechan la temperatura del agua ya utilizada para que el calentador no tenga que consumir tanta energía.
Reutilización de aguas pluviales
También es posible reutilizar y reciclar las aguas pluviales mediante sistemas de recogida situadas en cubiertas, tejados o patios. Posteriormente se emplea esa agua de lluvia para, por ejemplo, el riego de jardines.
En función de cada caso es posible instalar un sistema de mayor o menor recogida, también según el uso que se vaya a hacer de la misma. Este tipo de sistemas es muy indicado para edificios terciarios, en los que hay un importante consumo de agua.
En el contexto de crisis climática en el que vivimos se hace imprescindible apostar por un uso eficiente del agua, especialmente en un país como España en el que las sequías cada vez son más frecuentes. El ahorro en el consumo debe plantearse desde la propia construcción de las edificaciones, algo clave junto al compromiso diario de las personas usuarias.
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