Impulsado por una creciente necesidad de mejorar la eficiencia energética de los edificios, favoreciendo la sostenibilidad y haciendo frente al cambio climático, el aislamiento térmico en los edificios se ha convertido en un elemento fundamental tanto en obra nueva como en rehabilitación de fachadas. En España, la amplia mayoría de edificios, construidos antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE), no cumplen con los estándares mínimos en lo que a aislamiento se refiere, situación que sitúa a los hogares españoles como uno de los mayores focos de consumo de energía, representando un 20% del consumo total del país.
Ante esta tesitura, la Unión Europea ha establecido como objetivo para 2030 la reducción del consumo energético en un 36%, con el fin de combatir el calentamiento global. Con la obligatoriedad de contar con soluciones para el aislamiento térmico en los edificios, y valiéndose de los Fondos Next Generation, son cada vez más los edificios españoles que cuentan con un aislamiento adecuado, lo que está repercutiendo en reducciones del consumo energético de hasta el 60% gracias a sistemas como el aislamiento SATE.