Tribuna de opinión: Marta San Román, marketing refrigerantes Honeywell: "Refrigerantes: Normativa y nuevos fluidos (La versión del Principito)" - Parte 1
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
No sé si estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, pero por ser fiel a mi intención de embadurnar este artículo con un toque literario de “El Principito”, intentaré evitar mi ingenio (al ser escaso, no supone gran esfuerzo).
Lo de “El Principito” ha sido improvisación por ataque de pánico, y consecuencia de una asociación de ideas puramente semántica... “Refrigerantes” -a veces denominados “gases”- asociados al concepto de “volatilidad”, que es precisamente lo que le ha ocurrido al ordenador en el que tenía el artículo original que iba a remitir, y que se me “volatilizó” en un avión el día antes de la fecha de entrega. Y con él, todo el banco de datos que soportaban esa primera versión del escrito.
Sin ellos, mi enfoque se convierte en una visión menos técnica y más práctica de cómo podría evolucionar el panorama de los refrigerantes en la industria de la climatización.
“¡La Tierra no es un planeta cualquiera!”
¡Y España tampoco! Porque en España, los refrigerantes y los equipos de aire acondicionado que los utilizan se ven sujetos a normativas no sólo europeas, sino también nacionales (¿quizás innecesarias?) que están empezando a dibujar un mapa de alternativas para las distintas aplicaciones bastante complicado. No sólo se trata de reducir emisiones de gases de efecto invernadero (impuesto español sobre GEI y Regulación FGas), sino también de limitar el consumo energético tanto de los equipos Normativa de EcoDiseño) como de edificios (relacionado con climatización, aislamiento, iluminación, etc...).
La Fgas propone no sólo restricciones de uso en algunas aplicaciones, sino además una reducción gradual del total de emisiones (cuota) en casi un 80% de 2015 a 2030, basándose en la cantidad media de refrigerantes puesta en el mercado entre 2009 y 2012. Estas emisiones se miden en CO2equivalente, que es el peso del gas (kg) multiplicado por el PCA (potencial de calentamiento atmosférico) calculado para cada refrigerante por un organismo internacional reconocido.
El Eco Diseño se centra en emisiones de CO2e indirectas, es decir, el consumo energético. Existen refrigerantes que permiten una mayor eficiencia que otros y que contribuyen a cumplir con los objetivos de Eco Diseño (dichos objetivos son diferentes según los productos y aplicaciones, agrupados en lotes).
Y las regulaciones sobre edificios persiguen igualmente el mínimo consumo, por lo que de la misma manera, refrigerantes y sistemas más eficientes podrían verse favorecidos.
“Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.”
Porque caminar por la línea recta como se ha hecho en el pasado, en el que un par de refrigerantes valían para casi todo, no nos va a solucionar el futuro... El continuar como hasta ahora, simplemente, no es posible.
Necesitamos alternativas, indudablemente, pero que sean seguras, que funcionen adecuadamente y que sean sostenibles económica y medioambientalmente, es decir, que tanto su coste total de vida de producto (y no sólo la inversión inicial) como las emisiones tanto directas como indirectas sean los más optimizados; hablamos del TEWI (Impacto Total sobre el Calentamiento Medioambiental) o del LCCP (Rendimiento Climático del Ciclo de Vida).
Por ello, es clave no desligar la eficiencia energética de la decisión sobre tecnologías y refrigerantes para climatización; ni los costes operativos del coste inicial. Como ejemplo, comparar simplemente el precio por kilo de un gas frente a otro sin considerar inversión en equipo, costes de mantenimiento (no sólo el refrigerante en sí, sino también el coste de las botellas, la dificultad o facilidad del manejo de las mismas, ratios de fugas (gases de más presión), coste y duración de los repuestos), disponibilidad de técnicos cualificados, etc... puede llevar a decisiones que a la larga no sean rentables.
Y no existe una solución pan-universal que sea la óptima para todos los usos, en todos los ámbitos y en todos los climas. Por ello han surgido múltiples propuestas que intentan ajustarse a cada una de las aplicaciones y necesidades, y esto nos obliga a abandonar la comodidad de la línea recta para introducirnos en los vericuetos de las diferentes opciones.
“Es tan misterioso el país de las lágrimas…”
... que es preferible dejarlo en misterio y dejar de llorar. Lo dicho: el continuar como hasta ahora no es opción. No ayuda lamentarse y quejarse; no ayuda la picaresca en el regateo del cumplimiento, provocando además desajustes de mercado muy serios y agravios comparativos irreparables; y no ayuda la desinformación ni la falta de interés por aprehender las novedades tecnológicas: la falta de conocimiento no exime de responsabilidad.
Continuará....
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