Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable: Bombas de calor, rehabilitación energética y medidas de transición justa, elementos clave
- Escrito por Alejandro Rodríguez CALORYFRIO
Es factible una descarbonización del parque residencial en España compatible con el objetivo de mantener la temperatura global por debajo de 1,5 °C de calentamiento. Al mismo tiempo, es posible mejorar el confort y calidad de vida de los hogares, siempre que se implementen de manera inmediata y acelerada las medidas oportunas. Alcanzar o no estos objetivos depende sobre todo del nivel de compromiso a muy corto plazo, esto es, hasta 2030.
Esta es una de las principales conclusiones de la ‘Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable’, un detallado estudio que muestra la magnitud del cambio necesario de este sector. El documento, elaborado por la Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y el Agua Caliente, un ente formando por empresas, centros de investigación y organizaciones profesionales y medioambientales con AFEC, ASIT, CNI o GBCE entre sus miembros impulsores, proporciona soluciones concretas y recomendaciones para que las instituciones puedan acelerar la transición hacia sistemas de climatización no basados en combustibles fósiles.
La Hoja de Ruta analiza cuatro posibles trayectorias de descarbonización para el sector de la calefacción y el agua caliente residenciales en España, visualizando diferentes tramos hasta llegar a 2050. Entre estos cuatro escenarios, la Plataforma indica que es necesario apostar por el más ambicioso, el denominado ‘Emisiones Netas Cero’. Este recorrido parte de la premisa de trazar un itinerario compatible con el ‘Escenario de cero emisiones netas para 2050’ de la Agencia Internacional de la Energía, que es a su vez coherente con limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
Según los cálculos incluidos en este escenario ‘Emisiones Netas Cero’ de la Hoja de Ruta, desde 2030 se alcanzaría el 100% de energías renovables en los equipos de calefacción. En 2050, el “mix térmico” sería: 53% de bombas de calor eléctricas de alta eficiencia; 32% sistemas de biomasa y otros combustibles renovables; y 15% sistemas de energía solar térmica y otras energías renovables térmicas.
Esto supone un cambio profundo respecto a la situación actual, en la que casi el 70% de las viviendas principales se calientan con sistemas basados en combustibles fósiles. En concreto, el 42% con gas fósil, el 20% con gasóleo y el 6% con gas licuado del petróleo (GLP, generalmente butano y/o propano), según datos de la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESEE).
Medidas clave para la transición hacia una calefacción eficiente y renovable
- Sustituir gradualmente en todos los edificios hasta 2030 el uso de sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) que utilizan combustibles fósiles por otros basados en fuentes de energías limpias. Para ese mismo año, sustituir el 100% de los equipos eléctricos y de biomasa existentes por equipos de nueva generación con mejor rendimiento y alta eficiencia.
- Incrementar sustancialmente las viviendas rehabilitadas a 2050 por encima de los valores de la ERESEE, así como poner a punto como viviendas principales 1,9 millones de viviendas adicionales actualmente con uso secundario o vacío. Esto permitiría mantener la disponibilidad de vivienda prevista reduciendo a la mitad la demanda de vivienda de nueva construcción, con la consiguiente reducción del carbono embebido -las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los materiales y procesos necesarios para construir y renovar los edificios- del sector.
- Todas las viviendas de nueva construcción deberían construirse bajo la categoría A del actual Certificado de Eficiencia Energética de Edificios.
Principales hitos de la Hoja de Ruta
- Mejorar significativamente la eficiencia energética del parque inmobiliario mediante actuaciones en la envolvente y la rehabilitación en los sectores más vulnerables, tanto económica como climáticamente hablando, para conseguir que nuestro parque edificado necesite menos energía para mantenerse y que todas las personas puedan contar con las condiciones de confort térmico adecuadas.
- Ampliar la ambición del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 para lograr en 2030, como mínimo, un 85% del mix eléctrico de origen renovable, en lugar del 81% previsto en la revisión de su último borrador. Esto ayudará a que la aportación de energía renovable de las bombas de calor accionadas eléctricamente - llamadas a sustituir buena parte de los sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles - sea aún mayor.
- Sustituir los equipos de calefacción y ACS que funcionan con combustibles fósiles por otros renovables y ultraeficientes, como las bombas de calor. En determinados casos, como zonas rurales con alta producción de biomasa, se podrá recurrir a este sistema de forma controlada. Existen fuentes como el biogás que requieren establecer claramente su margen de uso y otras, como el hidrógeno verde, que no tienen cabida para su empleo en calefacción y agua caliente sanitaria.
- Proporcionar apoyo institucional al desarrollo de las redes de distrito. Al igual que las bombas de calor, estas redes ofrecen climatización (frío y/o calor) junto con agua caliente sanitaria suministrada por la red a los edificios de una zona. En España solamente un 0,15% de la demanda final de calefacción es satisfecha con redes de distrito, minoritaria y aún emergente en comparación con la media europea que se estima en un 10% o con ciertos casos como Suecia o Dinamarca que alcanzan un 50% y un 65% respectivamente.
- Ampliar los programas de ayuda destinados a la rehabilitación energética de viviendas y al despliegue a gran escala de las tecnologías renovables térmicas, facilitando los trámites burocráticos para evitar retrasos administrativos, y garantizando que las personas en situación vulnerable puedan conseguir la financiación necesaria. Esto requerirá, en determinados casos, permitir anticipos de las subvenciones para incluir a la población que no puede realizar esos desembolsos iniciales.
- Mejorar la formación de profesionales para contar con personal cualificado y especializado. Las administraciones públicas necesitan también reforzar su plantilla para gestionar sus licitaciones y los fondos destinados a subvencionar el cambio adecuadamente.
- Invertir significativamente en campañas de información pública que promuevan las oportunidades de la calefacción renovable y cómo estas pueden beneficiar a los hogares, al mismo tiempo que desincentiven la compra de nuevas calderas de combustibles fósiles.
Por qué es necesaria esta Hoja de Ruta
Los edificios son responsables del 30,1% del consumo de energía final y el 25% de las emisiones de carbono a la atmósfera en España (fuente: GBCe). Contar con hogares más eficientes energéticamente reduciría notablemente las facturas de las familias y mejoraría su salud y calidad de vida. La calefacción y el agua caliente sanitaria son los usos energéticos que requieren mayores esfuerzos para lograr su descarbonización, puesto que actualmente estos sistemas se alimentan esencialmente de combustibles fósiles.
Además, la revisión de la Directiva europea de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés) estipula que todo el parque construido deberá ser de cero emisiones en 2050, así como la eliminación de las ayudas a calderas individuales de combustibles fósiles a partir de 2025, y la sustitución completa de las calderas alimentadas con combustibles fósiles de aquí a 2040.
Francisco Zuloaga, portavoz de la Plataforma, señala: “Esta Hoja de Ruta es el resultado de meses de arduo trabajo conjunto entre el sector empresarial y la sociedad civil. Ofrece una visión muy completa de la descarbonización del sector. Y esa visión nos dice sin ambigüedad que los próximos años son fundamentales para conseguir<> que la transición sea ordenada y que beneficie a toda la ciudadanía.”
Por su parte Marina Gros, responsable de campaña de Gas de Ecologistas en Acción, resalta: “La Hoja de Ruta muestra que una transición total a una calefacción sin combustibles fósiles en 2030 es imprescindible para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. El Gobierno debe actuar de forma urgente y decidida para construir un futuro en el que la ciudadanía disfrutemos de mejor salud y confort en nuestros hogares.”
Por último, Marta San Román, directora de AFEC, la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización, afirma: “La Administración tiene por delante dos años cruciales para impulsar la calefacción renovable. El sector está listo para la transición, y solo necesita un marco de actuación claro, firme y estable para reforzar las inversiones y crear nuevos empleos”.
Puedes acceder a la Hoja de Ruta de la Calefacción Renovable en este enlace.
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