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La batalla de la rehabilitación térmica de edificios

rehabilitación térmica de edificiosEn los procesos de rehabilitación, profesionales y usuarios deberíamos hacer un enorme ejercicio de transparencia. Dichos procesos llevan asociados unos costes económicos y de confort que deberíamos procurar que se salden de forma satisfactoria porque la batalla de la rehabilitación térmica no puede ser a costa de la seguridad y la calidad acústica

Los usuarios en el centro del proceso rehabilitador

Para ello, los usuarios deben estar en el centro de atención del proceso de rehabilitación, es decir, que la actuación rehabilitadora tiene que satisfacer las aspiraciones que la pusieron en marcha. Así, si lo que se pretendía era mejorar la prestación térmica del edificio, el resultado tiene que ofrecer una ventaja significativa sobre la situación anterior.

Pero si se acomete la reforma desde la transparencia, los profesionales pueden conseguir que los usuarios obtengan mejoras que incrementen su confort y la calidad más allá de sus iniciales aspiraciones.

El desconocimiento técnico de los usuarios es un caldo de cultivo para ocultar información o para aportar información parcial, poco clara, ininteligible, ambigua y en la mayor parte de los casos incompleta.

En cualquiera de estos supuestos, los usuarios no podrán tomar una decisión verdaderamente libre, porque para ello se requiere satisfacer ante todo su derecho a la información...a una completa, veraz y comprensible información.

Y este es precisamente el reto de los profesionales: ofrecer una información completa sobre el modo de obtener una mayor rentabilidad, un mayor confort y una mayor calidad.

Conocer los productos

Ahora bien, ofrecer buena información es un ejercicio de responsabilidad que se sustenta en el conocimiento de los productos y de sus prestaciones.

Así por ejemplo, según AFELMA es absolutamente imprescindible que los usuarios sepan que las soluciones que en un momento determinado pueden servir para mejorar las prestaciones térmicas, también pueden acarrear un empeoramiento de las prestaciones acústicas.

Es lo que puede ocurrir, por ejemplo, cuando en la fachada se emplea un aislante no absorbente, ya que acaba conectando las dos hojas de aquella y, por tanto facilita la transmisión del ruido por la estructura del edificio.

Pero también es posible emplear un aislante térmico absorbente como las lanas minerales que van a mejorar el aislamiento acústico.

La consecuencia es relevante para los usuarios. Si el aislante térmico empleado tiene propiedades acústicas la rehabilitación así concebida mejora el confort, la calidad y, por supuesto, permite un mejor aprovechamiento de la inversión.

No obstante, en una rehabilitación térmica, la necesidad de evitar el empeoramiento de las prestaciones del edificio no se detiene en la acústica, sino que se extiende a la protección pasiva contra el fuego.

Los riesgos de propagación de un posible incendio deberían tenerse en cuenta, ya que se acrecientan con los revestimientos combustibles que dotarán de mayor intensidad el incendio y, además, pueden generar humos tóxicos y gotas incandescentes.

En consecuencia, si la batalla por mejorar el comportamiento térmico de un edificio es incuestionable, también lo es que se puede llevar a cabo a costa de la seguridad. El reciente incendio de Grenfell debería servir de ejemplo para evitar soluciones que empeoren la seguridad de un inmueble y de sus ocupantes.

También en este ámbito es posible mejorar, al menos en los edificios altos o de difícil acceso para bomberos, empleando materiales incombustibles.

El reciente informe del Gobierno británico sobre el incendio de Grenfell pone de manifiesto que es necesario una nueva regulación para los edificios de 10 o más plantas. Aunque el citado informe no pide la prohibición de los materiales inflamables, Judit Hackitt, la arquitecta responsable del informe, ha dicho que apoyaría al Gobierno si decide prohibir el empleo de dichos materiales (postura defendida por el Partido Laborista, el Real Instituto de Arquitectos Británicos y los supervivientes del incendio de Grenfell) siempre que lo haga en el marco de una reforma de mayor calado. Mientras tanto, solicita que los constructores se responsabilicen de la seguridad de los inmuebles.

Sin embargo, este conocimiento, está información, este deber de formar a los usuarios está en manos de los profesionales, son ellos los que deben formular sus proyectos cubriendo estos flancos o, al menos, los que deben advertir a los propietarios de que ganar en calidad, confort y seguridad, no precisa invertir mucho más si se emplea un material que satisfaga todas estas prestaciones.

Artículo realizado por Mónica Herranz Méndez: Sª General de AFELMA (Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes)

 

Modificado por última vez enMartes, 21 Julio 2020 11:26

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