Esto que a priori da entre miedo e ilusión significa que la automatización de tareas que antes exigían la intervención del ser humano pasarán ahora a ser automáticas y tenemos ya muchos ejemplos en la vida diaria...el billete electrónico, el mantenimiento de maquinaria industrial, los contadores inteligentes...etc. Los cambios en nuestra manera de vivir generan también nuevas oportunidades laborales y económicas que se desarrollan alrededor de esta industria.
El volumen de negocio que generará el "Internet de las Cosas", con las siglas en inglés IoT (internet of Things) será de 596.000 millones de euros en 2022. Concretamente, las Smart Cities supondrán una inversión de 87.000 millones de euros entre 2010 y 2020. Esta es la conclusión extraída del IV Informe sobre Internet of Things elaborado a finales de 2014 por el laboratorio VINT (Instituto de Análisis de las Nuevas Tecnologías) de la consultora tecnológica Sogeti.
Este informe apunta a que el desarrollo del IoT vendrá acompañado del desarrollo de las Smart Cities, concepto que cobrará especial fuerza en los próximos años y que, a su alrededor, concentrará múltiples inversiones. Desde la construcción de edificios inteligentes (213.000 millones de euros); seguido de la automoción (175.000 millones de euros), Utilities (44.000 millones de euros); desarrollo de Smart Cities (21.000 millones) e industria (17.000 millones de euros).
El sector de la construcción es el que más negocio generará con el Internet de las Cosas, 213.000 millones de euros, seguido de la automoción, las Utilities y el desarrollo de Smart Cities.
No sólo estos sectores sino que todo lo relacionado con estos cinco conceptos de base tecnológica y agrupados bajo las siglas SMACT (Social, Mobile, Analytics, Cloud y Things) protagonizarán un fuerte desarrollo en los próximos años. Los proyectos basados en Internet of Things generarán un volumen de inversión de 87.000 euros.
Hoy día, la mitad de la población mundial vive en las urbes y se prevé que en 2050 este dato alcance el 75% de la población mundial. Sin duda, la tendencia es que las ciudades sufrirán una verdadera transformación social. Además, debido a esta superpoblación en las ciudades y siendo éstas motor del crecimiento económico de las mismas, la reducción de emisiones de co2 y del consumo de energía serán temas prioritarios sobre los que actuar para lograr un crecimiento sostenible.
Las administraciones, promoviendo e impulsando la creación de Smart Cities, y las empresas, inmersas en el desarrollo e innovación de soluciones tecnológicas, jugarán un papel clave en la reactivación económica y social que suponen las Smart Cities y lo que le rodea: energía, gestión medioambiental, infraestructuras, TIC´s,…
Smart Cities: Tipologías
El informe de Sogeti clasifica las Smart Cities en 3 categorías, entre las que ya encontramos ejemplos reales:
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City in a Box , ciudades ‘a la carta’ en cuyos planos se contempla toda la infraestructura necesaria. Actualmente, el arquitecto Norman Foster trabaja en la creación de una urbe de 5 km2 de superficie, destinada a albergar a 40.000 habitantes y que estará terminada entre 2020 y 2025.
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Sensible City, fundamentada en el uso de sensores que recogen el comportamiento y rutinas de sus habitantes con la intención de tomar decisiones rápidas e inteligentes, basadas en los hábitos de comportamiento de las personas.
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City as a Platform, conjunto de aplicaciones y tecnología que recogen los datos y los aplican a las infraestructuras. Concepto donde lo digital y físico confluyen, ya que el comportamiento humano es analizado y cruzado con los datos de las infraestructuras con el objetivo de mejorar el funcionamiento y adaptarlo a las necesidades de los ciudadanos.
En este contexto, el desarrollo del IoT es imparable: salud, alimentación, tráfico, logística, administración, redes, venta al por menor, cadenas de suministro, contadores inteligentes, turismo y e-administración serán áreas clave dentro de las ciudades en las que veremos un desarrollo constante en los próximos años.
Sin duda, el desarrollo de las Smart Cities no se puede entender sin el desarrollo en paralelo del “Internet of Things”.