El consumo energético volvió a crecer en España en 2015
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
Con carácter anual, la compañía BP elabora un informe mundial sobre los mercados energéticos - BP Statistical Review of World Energy 2016-, informe que fue presentado en España a principios del mes de julio y en el que, entre otras conclusiones, se afirma que el consumo energético en España se incrementó en un 1,7% el pasado año.
El informe también revela que las emisiones de CO2 en nuestro país crecieron más de un 6% a consecuencia de un incremento del uso del carbón.
Mix energético en España 2015
El informe Statistical Review 2016, elaborado por BP, desvela que el consumo energético en España experimentó un incremento del 1,7 % durante 2015 volviendo a la senda del crecimiento tras encadenar varios años de descensos desde el año 2008, con la única excepción del repunte experimentado en 2010.
Así, durante el año 2015 el consumo energético en España fue de 134,4 millones de toneladas de petróleo equivalente, aún lejos de recuperar los niveles récord de 2007 donde se consumieron 158 millones de toneladas de petróleo equivalente *(Para la comparación de diversas fuentes de energía se han igualado las cifras de cada energía a toneladas equivalentes de petróleo).
En cuanto al consumo energético por fuentes de energía, hay que destacar el crecimiento experimentado por el carbón, con un alza del 23,9% respecto a 2014, como consecuencia de la caída del precio internacional de este combustible, el menor precio del CO2 y la situación climatológica, que estuvo marcada por la falta de lluvias, lo que provocó la menor aportación de energía hidráulica-, así como la sucesión de anticiclones que a su vez incidieron en una menor aportación de la energía eólica.
Así, el carbón reemplazó gran parte de la menor aportación de la energía hidráulica, que registró un descenso del 28,8% debido a que 2015, tal como se ha dicho anteriormente, fue un año muy seco y algunos embalses estuvieron a la mitad de su capacidad durante el pasado ejercicio.
En consecuencia, las emisiones de CO2 crecieron un 6,8% en 2015, muy por encima de la media de la UE (1,3%). De hecho, España fue el país de la UE que ha registrado un mayor incremento de sus emisiones por detrás de Portugal y se disputa con Colombia, el séptimo puesto en el ranking mundial, por detrás de Turkmenistán (18,3%), Qatar (13%), Vietnam (11,4%), Filipinas (8,6%), Portugal (7,6%) y Bangladesh (7,1%).
Esta modificación en el consumo ha producido cambios en la configuración del mix energético de España. En 2015, destaca que el petróleo, el gas natural y el carbón han ganado cuota en su aportación a la demanda, mientras que la energía nuclear, la hidroeléctrica y las renovables han perdido peso. Con todo, el mix energético quedó distribuido de la siguiente manera: petróleo (45%), gas natural (18,5%), carbón (10,7%), nuclear (9,6%), hidráulica (4,7%) y renovables (11,5%).
Crecen las renovables en la UE
El consumo de energía primaria de la Unión Europea también dio un giro respecto a su tendencia bajista registrada en los últimos años. En 2014, el consumo se redujo un 3,9% mientras que en 2015 creció un 1,6%, lo que supone su mayor crecimiento desde 2010 y representa el 12,5% del consumo mundial de energía.
Este crecimiento se debió fundamentalmente al aumento del consumo de las energías renovables en la generación de electricidad (+14,9%), al gas natural (+4,6%) y al petróleo (+1,5%) que compensaron las caídas en la energía hidroeléctrica (-9,6%), el carbón (-1,8%) y la energía nuclear (-2,2%).
En este sentido, el mix energético en la Unión Europea está compuesto por petróleo (36,8%), seguido por el gas natural (22,2%) y el carbón (16,1%), energía nuclear (11,9%), hidroeléctrica (4,7%) y renovables (8,3%).
Las energías renovables para generar electricidad aumentaron en 17,7 millones de toneladas de petróleo equivalente* en 2015, lo que supuso el mayor incremento de la historia en la UE. Entre ellas, hay que destacar la energía eólica, con un crecimiento de un 23,5% en 2015 y que representa el 52% de las renovables en la generación de electricidad.
Cabe reseñar que la UE es responsable del 37,7% de la producción mundial de renovables. La intensidad energética (cantidad de energía necesaria por unidad de PIB) cayó un 0,4% en 2015, una cifra muy inferior al -2,1% de media de la última década.
Desde el lado del suministro, la producción de energía primaria de la UE cayó un 0,6% debido a las reducciones del gas natural en un (-8,0%) fundamentalmente por la caída registrada por los Países Bajos, la hidroeléctrica (-9,6%), el carbón (-3,4%), la energía nuclear (-2,2%) y los biocombustibles (-0,6%), lo cual superó a los aumentos de las renovables en la generación de electricidad (+14,9%) y del petróleo (+6,6%) cuya producción aumentó por primera vez desde 2002.
La producción de las refinerías de la UE creció un 5,8% en 2015, muy por encima del promedio de la última década (-1,5%) y del promedio mundial de 2015 (+2,3%). Esto marca el primer incremento de la producción de las refinerías de la UE desde 2005 y el mayor desde 1986.
En cuanto al gas natural, el estudio revela que las importaciones netas de gas natural de la UE aumentaron un 7,4% gracias al crecimiento de un 9,9% de las importaciones rusas por gasoducto, representando Rusia más del 50% de las importaciones netas por gasoducto de la UE en 2015.
Por último, las emisiones de CO2 de la UE derivadas del uso de la energía crecieron por primera vez desde 2010, un aumento de un 1,3% en 2015 frente a una caída media en la última década del -1,9% a medida que el crecimiento de las emisiones relacionadas con el gas y el petróleo compensaban las caídas de las emisiones del carbón.
A nivel mundial, mayor oferta de petróleo
A nivel mundial, el informe BP Statistical Review revela un 2015 con una mayor oferta de petróleo en EEUU y el incremento de la producción de la OPEP. También se ha evidenciado una desaceleración del crecimiento del consumo global energético, un cambio en el mix hacia combustibles con menor contenido en carbono y un incremento de las energías renovables como consecuencia de la reducción de sus costes.
Por el lado del suministro, los avances tecnológicos han aumentado las alternativas y disponibilidad de los diferentes combustibles. La revolución de los recursos no convencionales en EEUU ha abierto enormes posibilidades, mientras que el avance de la tecnología ha impulsado el crecimiento de las energías renovables a menores costes.
La producción mundial de petróleo creció aún más rápidamente que su consumo por segundo año consecutivo, aumentando en 2,8 millones de barriles por día, su mayor crecimiento desde 2004.
Este crecimiento del 3,2% se debió principalmente al comportamiento registrado por algunos productores de petróleo en Oriente Medio, que decidieron mantener al máximo su producción para evitar una pérdida de cuota de mercado a pesar de la caída de precios del petróleo. Países como Irak o Arabia Saudí alcanzaron niveles record hasta impulsar la producción de la OPEP en 1,6 millones de barriles diarios y superando records anteriores alcanzados en 2012.
En un escenario de reanimación del consumo mundial y de fuertes caídas de precios a lo largo del ejercicio provocadas por el elevado crecimiento de la producción de la OPEP, el petróleo gano cuota de mercado por primera vez desde 1999 y representó el 32,9% del consumo mundial.
Junto al petróleo destaca también el aumento de la demanda de gas natural, un 1,7%, lo que supuso una importante aceleración con respecto al débil crecimiento (+0,6%) experimentado en 2014. A este crecimiento contribuyeron dentro de las economías emergentes, Irán (+6,2%) y China (+4,7%), que registraron los mayores incrementos del consumo, mientras que Rusia (-5%) y Ucrania (-21,8%) experimentaron las caídas más significativas.
Entre los países miembros de la OCDE fue EEUU (+3%) el que experimentó el mayor aumento del crecimiento, en tanto que el consumo de la UE (+4,6%) se recuperó tras un largo declive en 2014.
En cuanto a la producción de gas natural, ésta creció un 2,2%, siendo EEUU (+5,4%), Irán (+5,7%) y Noruega (+7,7%) los países que registraron un mayor crecimiento. En la UE sin embargo la producción se redujo considerablemente, siendo los Países Bajos los que registraron la mayor caída del mundo (-22,8%).
Es destacable que en 2015 se produjo un cambio en los flujos comerciales del GNL, desplazándose desde los mercados asiáticos hacia Oriente Medio, el Norte de África y Europa. Este cambio ha provocado una convergencia en precios que anuncia sin duda un escenario de mayor integración del mercado del gas natural a nivel mundial.
En cuanto al resto de las fuentes de energía, la producción del carbón cayó un 4% debido principalmente a la caída en EEUU, Indonesia y China. También lo hizo su demanda, que experimentó su mayor caída de la historia (-1,8%) y fue el único combustible que perdió cuota de mercado en 2015. Esta disminución se debió a la caída del consumo en EEUU y China, aunque en este país sigue siendo el combustible dominante y representa actualmente el 64% del consumo de energía.
La producción mundial de energía nuclear creció un 1,3% y también lo hizo la producción de energía hidroeléctrica en un 1%, siendo China el mayor productor del mundo.
Por su parte, las energías renovables representaron el 6,7% de la generación mundial de electricidad, dato muy relevante si lo comparamos con el 2% de hace una década, siendo China y Alemania los países que registraron los mayores incrementos de energías renovables para generar electricidad.
Las emisiones mundiales ralentizan su crecimiento
Con ello, el mix energético a nivel mundial quedó configurado en el 2015 como sigue: petróleo (32,9%), carbón (29,2%), gas natural (23,8%), energía hidroeléctrica (6,8%), nuclear (4,4%) y renovables (2,8%). Es destacable el crecimiento del consumo de energías renovables (eólica, solar y biocombustibles) en 2015 que experimentó un incremento del 15,2% respecto al año anterior.
En conjunto, la demanda mundial de energía primaria creció sólo un 1%. Este aumento es significativamente inferior al promedio de los últimos 10 años, lo que refleja la continua debilidad en la economía global y un menor crecimiento del consumo energético en China que aumentó solo un 1,5% en 2015, la tasa más baja en casi 20 años, como consecuencia de la transformación de una economía industrial a una basada en los servicios. Aun así, el gigante asiático continuó siendo el mercado de mayor crecimiento del mundo para la energía por décimo quinto año consecutivo.
En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono derivadas del consumo mundial de energía, es destacable su lento crecimiento, de tan sólo un 0,1%, la menor tasa desde 1992, debido fundamentalmente a un crecimiento más lento de la demanda de energía, y a un cambio del mix energético en detrimento del carbón. Un dato, sin duda, alentador.
Puede acceder al informe completo a través de este enlace: BP Statistical Review of World Energy 2016
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