Inodoros suspendidos con cisterna empotrada, lo más demandado en los nuevos baños

Las cisternas empotradas permiten ganar espacio en la estancia al mismo tiempo que, con la última tecnología de descarga, aseguran un consumo sostenible al ahorrar un mínimo de 1,5 litros de agua en cada uso. Por su parte, los inodoros suspendidos, al elevarse del suelo, proporcionan una imagen más despejada de la estancia y facilitan la limpieza del pavimento y la pared, respondiendo al grado de higiene y confort que reclama el usuario.

Con inodoro suspendido y cisterna empotrada se pueden ganar hasta 15 cm de espacio en el baño. Además, conseguirá dar más sensación de amplitud.

Por otra parte, debemos olvidar el mito de que hay que picar la pared para llevar a cabo el mantenimiento de las cisternas empotradas. Las tareas de mantenimiento se realizan sin ninguna dificultad a través del hueco donde va colocado el pulsador: de manera sencilla, rápida y sin necesidad de herramientas.

Igualmente, en línea con las tendencias que ya se siguen en gran parte de los países de Europa, en España también comienza a vislumbrarse la apuesta por los ‘smart toilets’ o inodoros bidé, soluciones suspendidas “2 en 1” que ocupan menos espacio e incluso permiten al usuario personalizar sus opciones de higiene íntima tan solo con agua a través del Smartphone.

Pero, además del cambio del inodoro, el cambio de las griferías es otra de las actuaciones más repetidas cuando se realizan cambios o reformas en el baño. De hecho, se sustituyen en un 51% de las ocasiones, según el Barómetro del baño. En este caso, las nuevas tendencias pasan por colocar grifos inteligentes contactless que se activan al detectar la presencia del usuario y permiten controlar el consumo de agua. Elementos muy versátiles que se montan sobre encimera o mural, consiguiendo liberar espacio en el lavabo sin perder la elegancia en el diseño.

La reforma del baño, entre las más costosas del hogar

Según el Barómetro del Baño publicado por Andimac, las actuaciones que se realizan en los baños se encuentran entre las más costosas, ya que conllevan unos presupuestos que oscilan en torno a los 2.200 euros. Además, también son las más frecuentes, hasta el punto de que, en 2018, casi la mitad de los hogares acometió algún tipo de actualización en su baño.

Asimismo, Andimac detalla que en torno a 8,5 millones de hogares realizaron recientemente algún tipo de recambio, pero sólo un 5% de los hogares realizó una reforma de tres o más elementos en un baño.

Dentro de este último grupo, el 86% cambió los azulejos; el 77%, la grifería; el 76%, los lavabos; el 62%, las mamparas; y el 64%, los inodoros y los muebles de baño.

Finalmente, y en cuanto a los métodos de asesoramiento empleados antes de realizar cualquier tipo de actuación, el informe señala que el 68% de los hogares que hicieron una reforma completa buscó información online en páginas especializadas como Caloryfrio.com, mientras que este porcentaje se redujo hasta el 46% en el caso de acometer reparaciones menores y recambios puntuales. Cuanto mayor es la importancia que el consumidor da a su proyecto, más tiempo invierte en informarse. Y aunque pueda parecer contradictorio a primera vista, mayor es el peso que el punto de venta tiene como espacio de prescripción.