La inercia térmica de los materiales de construcción
- Escrito por Paula Serrano CALORYFRIO
La inercia térmica de los materiales de construcción consiste en su capacidad para almacenar calor y, por tanto, para cambiar su temperatura en un tiempo determinado. Es una propiedad que, bien aprovechada, puede servir como estrategia pasiva para estabilizar la temperatura en los espacios interiores, ahorrando el uso de sistemas mecánicos de apoyo. La inercia térmica es una propiedad física clave a la hora de trabajar la eficiencia energética de las edificaciones. Así, los materiales de gran inercia térmica necesitan mucha cantidad de energía para que se eleve su temperatura.
En resumen, es una medida pasiva que permite ahorrar en consumo de energía en calefacción e incluso en refrigeración, favoreciendo una temperatura estable y confortable en el interior de la edificación a lo largo de todo el día. Pero, para entender qué es la inercia térmica de los materiales de construcción y de qué depende su aprovechamiento, tenemos que tener en cuenta ciertos factores.
¿Cómo aprovechar la inercia térmica de los materiales de construcción?
La inercia térmica de los materiales de construcción es un recurso muy empleado en el diseño pasivo de los edificios. Su aprovechamiento dependerá de los siguientes criterios:
El clima
La inercia térmica es especialmente útil en climas con gradientes importantes de temperatura entre el día y la noche. Durante el día el material absorbe el calor procedente de la radiación solar y/o de fuentes internas. Cuando anochece y cae la temperatura, ese calor se libera lentamente. De esta manera se produce un desfase temporal entre el momento de mayor temperatura en el exterior y en el interior, que puede ser de hasta 12 horas. Si el clima es más cálido, el calor se puede disipar por la noche en forma de ventilación nocturna, para evitar sobrecalenteamientos. En cambio, en climas más fríos el calor liberado es aprovechado para mantener una temperatura confortable en el interior.
El uso del edificio
La idoneidad de construir con materiales con mayor inercia térmica y, por tanto, más pesados depende del uso del edificio. Es decir, los edificios pueden ser de uso continuado como una vivienda o un hospital, o de uso intermitente como un polideportivo o un mercado. En el primer caso interesa la construcción con materiales de alta inercia térmica para mantener una temperatura constante en el interior, aunque tarden más tiempo en alcanzar la temperatura de confort. Un uso intermitente demanda una respuesta rápida para su acondicionamiento, por lo que en este caso la inercia térmica no interesa y suelen ser construcciones más ligeras pero no menos aisladas.
La ubicación del material
Los materiales de construcción con elevada inercia térmica pueden estar ubicados en el exterior y/o en el interior. En el primer caso, ayudan a acumular el calor procedente de la radiación solar. En el segundo, están expuestos a las fuentes internas de calor o a las ganancias solares a través de huecos acristalados. Hablamos de fuentes internas como pueden ser la propia actividad de las personas, la iluminación o los aparatos y equipos en funcionamiento que desprenden calor.
La capacidad de almacenar calor
La inercia térmica de los materiales de construcción está directamente relacionada con la energía en forma de calor que son capaces de acumular. Esta cantidad de calor se puede cuantificar de manera objetiva y su valor dependerá de tres factores: la densidad del material, el calor específico y el espesor. A mayor valor de cada uno de ellos, mayor inercia térmica, es decir, mayor calor acumulado por unidad de superficie.
La inercia térmica, clave en la construcción de edificios eficientes
Conocida también como masa térmica, la inercia térmica es un concepto que se suele confundir con la capacidad de aislamiento térmico, pero no tienen nada que ver. En este sentido, resulta fundamental el conocimiento y la comprensión de los recursos de los que disponemos para el diseño y construcción de edificios eficientes. Nos referimos a estrategias de diseño pasivo como la inercia térmica, que permitan alcanzar el mayor grado de confort térmico en los espacios interiores sin tener que recurrir a equipos mecánicos consumidores de energía.
¿Te ha resultado útil? Compártelo
Artículos relacionados
- El sistema NetZero de JAGA recibe el prestigioso German Design Award 2025
- Haier presenta sus nuevas bombas de calor ACS HPM8 y HPM7 R-290: eficiencia y sostenibilidad para el hogar
- Drenaje exterior e interior con las soluciones de ACO en la fábrica Schmitz Cargobull de Zaragoza
- Arquitectura Bioclimática: Construyendo un Futuro Más Sostenible
- Pladur® presenta el Primer Informe sobre la construcción en España: La salud redefine el futuro de la construcción