La Rehabilitación energética, una oportunidad de inversión, crecimiento y generación de empleo

La Rehabilitación energética supone una oportunidad de inversión, crecimiento y generación de empleo. Con las condiciones favorables, se puede definir un modelo de negocio distinto para el sector de la construcción, basado en la rehabilitación y acorde con los retos que debe afrontar nuestra sociedad.

El impulso de la rehabilitación energética de los edificios existentes, requiere una importante coordinación entre los distintos niveles de la administración y con el resto de agentes del sector, debe ser una tarea multidisciplinar entre los arquitectos, ingenieros, aparejadores, administradores de fincas, constructores y demás actores involucrados.

El apoyo por parte de la administración central del estado y el resto de las administraciones es fundamental y deben realizar un papel ejemplarizante, unificando una posición del sector para potenciar su estructura en el conjunto de la sociedad.

España puede alcanzar en 2050 los 10 millones de viviendas rehabilitadas energéticamente, reduciendo su consumo de calefacción en un 82% y sus demandas de energía comercial para el Agua Caliente Sanitaria (ACS) en un 60%.

La mejora de la eficiencia energética debe constituir el eje sobre el que se reformule el sector de la edificación, como uno de los sectores dinamizantes de nuestra economía y con un parque edificatorio como el español, la rehabilitación es el principal campo de acción con que contamos.

Las Empresas de Servicios Energéticos representan un estupendo modelo de negocio que debe ser tanto para el sector público, como para el privado.

Por otro lado, hay que destacar la labor que desde el Grupo Editorial El Instalador hacemos en cuanto a divulgación y difusión con la organización de este tipo de eventos, en los que ofrecemos los diferentes puntos de vista, tanto desde la administración, las empresas privadas, clientes finales, instituciones y asociaciones del sector.

La certificación y la rehabilitación en la edificación debe plantearse como un instrumento fundamental para alcanzar los objetivos fijados por Europa para 2020 y 2050 en materia de eficiencia y reducción de emisiones contaminantes en la atmosfera.