Arquitectura biomimética: la innovación inspirada en la naturaleza

Biomímesis: innovación en la construcción

“La biomimesis es la abstracción del buen diseño de la naturaleza”, asegura Marlén López al inicio de la presentación del proyecto Naturalizando el Diseño, desarrollado en la universidad de Oviedo, donde buscan innovar en los procesos constructivos a través de la inspiración en la naturaleza y en los organismos biológicos.

En su proyecto han observado múltiples ejemplos en elementos de la naturaleza, como el modelado geométrico de las esponjas marinas, para analizar los fines estructurales que pueden sacar de ellas, ya que son un mecanismo de filtración muy bueno, o incluso seres vivos sirven de inspiración para crear envolventes arquitectónicas vivas que se adaptan a su entorno. Como es el caso de la envolvente diseñada para crear un sistema de almacenamiento en Tanzania, inspirada en la hormiga plateada del Sahara. La elección de inspirarse en este insecto es por su color plateado que repele parte de la radiación solar y puede crear un sistema de refrigeración optimo, características perfectas para construir fachadas en lugares donde las temperaturas son muy altas. 

La inspiración de las plantas para crear envolventes

López asegura que las plantas son muy innovadoras para adaptarse y sobrevivir a cualquier clima. En su proyecto han creado una base de datos con todas las adaptaciones que adquieren las plantas a los diferentes climas encontrados en el continente europeo. “Todas estas adaptaciones se trasladan a un punto de vista técnico y según nuestros intereses nos sirven de inspiración para crear innovadoras fachadas”, explica Marlen López. Un ejemplo claro es la inspiración encontrada en la planta de crecimiento almohadillado, la cual genera un gradiente térmico muy alto entre el exterior y el interior de la planta. Las geométricas abombadas de la planta les ha servido de inspiración para diseñar envolventes que amortigüen la diferencia de temperatura, sobre todo entre el día y la noche, donde se aprovecha la radiación solar del día y se va expulsando durante la noche, con el objetivo final de reducir el consumo de calefacción al máximo. 

Adaptarse al entorno

“A nuestro alrededor vemos que la naturaleza se adapta a su entorno para sobrevivir, nosotros podemos hacer lo mismo si utilizamos la biomimesis” asegura López. La cual no encuentra ningún tipo de conexión con el entorno y los edificios construidos a su alrededor. “En todas las ciudades del mundo pasa lo mismo: todos están llenos de rascacielos acristalados, que no tienen ninguna relación con los materiales, la cultura o incluso el clima del lugar”, sentencia Marlen López Fernández. La arquitecta López asegura que gracias a la bioisnpiración “podemos generar soluciones desde la fase cero del diseño, mejorando la eficiencia energética de las fachadas y envolventes”. 

López espera ver en un futuro próximo estas ideas en edificios reales, pero asegura que tras la investigación hay un proceso largo para dar el salto al mercado. Para esto ve fundamental el flujo bidireccional entre la Universidad y la industria, ya que estar en permanente contacto con las empresas les muestra la realidad de la demanda y las tendencias, para así diseñar productos que realmente puedan llegar a funcionar. Por ello cree necesario aprovecharse de las oportunidades que ofrece la industria y viceversa.

La divulgación de sus productos va dirigida a todos lo públicos. No quieren que la ciencia se quede en el laboratorio. Por lo tanto, es esencial saber contar sus investigaciones tanto en entornos técnicos como en públicos más generales. Por ello cuentan con programas de formación innovadores dirigidos a niños, preuniversitarios y personas mayores. Sin olvidar la formación universitaria, donde van dejando su semilla de la biomimesis, impulsando la creatividad en los estudiantes.