RadianT365 de Airzone aporta estética y eficiencia a la calefacción

Entre las funciones de RadianT365 está el encendido o apagado del equipo de producción, el control de la temperatura por estancias, las programaciones de zonas y el control completo del sistema a través de la aplicación Airzone Cloud, que funciona gracias a un Webserver.

Las dos soluciones son capaces de controlar hasta ocho estancias. 

Además, en caso de habitaciones de gran tamaño, RadianT365 permite ampliar el control, ofreciendo la posibilidad de añadir una válvula extra en dos zonas del sistema.

Ventajas

La estética es uno de los puntos fuertes del sistema de control de Airzone. 

Los termostatos RadianT365 lucen un aspecto muy cuidado, con pantalla táctil a color y marco de acero, que destaca entre los controladores existentes. El termostato maestro “Airzone Blueface” permite controlar todas las estancias incluidas en la instalación con la opción de realizar programaciones horarias y detectar errores. 

Otra de las características destacadas de RandianT365 es el control de la temperatura inicial del agua que circula en los sistemas de calefacción, gracias a pasarelas de comunicación para fabricantes de Aerotermia y Opentherm. La mayoría de los dispositivos del mercado comienzan a funcionar con la máxima potencia para llegar a la temperatura de consigna. La solución de Airzone gracias a estas pasarelas, conoce la diferencia entre la temperatura del ambiente y la del agua. De esta forma, si la temperatura del ambiente es, por ejemplo, de 10 º C y el objetivo es llegar a 20 ºC, el sistema tiene en cuenta los grados iniciales y funciona solo para conseguir los grados que faltan para llegar a la temperatura de consigna. 

A diferencia de los sistemas de calefacción que detienen su funcionamiento una vez conseguida la temperatura demandada y vuelven a encenderse cuando la temperatura se aleja de la establecida por el usuario, RadianT365 es capaz de analizar los datos de demanda y puede deducir si, en algunos casos, es más rentable prolongar el funcionamiento a pesar de haber alcanzado la temperatura deseada, teniendo en cuenta la inercia térmica. 

El objetivo es mantener el confort y la temperatura ideal durante más tiempo, y evitar el arranque y apagado repetido de los equipos, suponiendo esto un importante ahorro energético.