Refrigeración y calefacción con techos radiantes: Confort ideal integrado de forma perfecta en los sistemas de techo
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
Arquitectura, ingeniería e interiorismo se engranan cada vez más de forma más estrecha entre sí. Este hecho es consecuencia por un lado del desarrollo de nuevos edificios y usos, y por el otro del continuo perfeccionamiento de nuevos materiales de construcción. En ese ámbito, los techos metálicos ofrecen grandes posibilidades y atractivas perspectivas para el acabado interior.
La arquitectura interior de edificios ha sido acompañada desde siempre por placas de techo metálicas, tanto desde el punto de vista de la funcionalidad, como desde el de diseño.
De esta forma, en oficinas y en edificios públicos se suelen integrar en el doble techo multitud de elementos de las instalaciones técnicas como luminarias, altavoces o componentes de control y detección de incendios, hecho que repunta y destaca el amplio abanico de posibilidades que ofrecen estos sistemas.
Paralelamente, durante los últimos años ha aumentado de forma significativa la instalación de los falsos techos en edificios frecuentados por un gran número de público y visitantes, siendo un buen ejemplo de ello los aeropuertos o las estaciones de trenes, aportando así la primera impresión que los visitantes reciben de un país o ciudad.
Otra de las ventajas que ofrecen los sistemas de techos radiantes es, gracias a la flexibilidad de su configuración, su fácil inserción en edificios y en instalaciones ya existentes. Así, es posible instalar y añadir los techos radiantes utilizando las medidas estándar de las placas de metálicas existentes, sin tener que realizar cambios en la distribución dada.
Los techos radiantes y el confort
Durante los últimos años, la demanda de confort ha aumentado lo que, unido a la subida de los precios de la energía, produce que los arquitectos se declinen cada vez con más frecuencia por conceptos de climatización eficientes con de alto nivel de confort térmico. En estos sistemas se suele dar preferencia al agua en lugar al aire como medio de transporte de calor por su mejor capacidad calorífica. Como consecuencia, el uso de la ventilación se reduce a garantizar las condiciones higiénicas y de calidad del aire requeridas por las normativas vigentes.
Por su especial buena conductividad térmica, los techos metálicos son especialmente adecuados para combinarlos con tecnologías de calefacción y refrigeración. Esto se consigue construyendo los techos metálicos como superficies radiantes. Los techos radiantes equipados con tuberías generalmente de cobre, por las que fluye el agua que facilita el intercambio y el transporte de calor entre la oficina y el sistema de refrigeración y calefacción. De esta forma, se integran las instalaciones técnicas en el edificio sin grandes requerimientos de espacio, aumentando la eficiencia energética del sistema de abastecimiento, y ofreciendo gran confort y comodidad.
Funcionamiento de los techos radiantes
El ser humano y todos los cuerpos emiten una radiación térmica en función de la temperatura que poseen. Así, durante el verano, los techos radiantes, al estar abastecidos con agua a temperaturas más frías que la temperatura ambiente, extraen el calor sobrante del habitáculo en el que están instalados. Los techos radiantes ofrecen de esta forma una climatización especialmente agradable garantizando un acondicionamiento térmico homogéneo, sin corrientes ni chorros de aire, y con un alto nivel de confort.
Durante el invierno, la misma instalación será suministrada con el agua caliente de calefacción procedente de la central térmica.
Ya que la instalación de las superficies radiantes requiere un espacio considerablemente inferior en comparación con los sistemas tradicionales de climatización, se permite una mejor utilización espacial del edificio y el ahorro adicional de materiales.
Los grupos de techos radiantes se delimitan generalmente por zonas de regulación equipándolos con grupos multifunción de control que, conectados con un termostato y con sensores de humedad, garantizan una temperatura ambiente perfecta en todo momento.
En función de los componentes hidráulicos y del tipo de red de tuberías que posea la instalación, los techos radiantes se pueden combinar con sistemas de abastecimiento de 2, de 3 ó de 4 tubos.
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