Seguridad en el uso de radiadores eléctricos contra incendios
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
Los radiadores eléctricos resultan especialmente rentables para consumos de calefacción medios, como los que se producen en zonas de clima templado. Generalmente este sistema es instalado en viviendas en las que no se puede poner una caldera de gas o gasóleo y se busca la instalación más barata y sencilla sin importar el consumo de electricidad.
Sin embargo, como aparato eléctrico que es, debemos mantener unas medidas de seguridad básicas para evitar accidentes que puedan derivar en incendios con consecuencias fatales:
Los radiadores, convectores y estufas portátiles no deben utilizarse para secar la ropa; es más, deben permanecer al menos a un metro de distancia de cualquier material inflamable.
Muy importante: no olvide desenchufar todos los radiadores eléctricos antes de retirarse a dormir.
Instalación eléctrica: revise los cables
Asímismo, no está de más repasar algunas normas de seguridad básicas para instalaciones eléctricas en general, ya que una instalación defectuosa multiplica con creces el riesgo de incencio, sobre todo si dependemos de la electricidad para calefactar nuestro hogar.
No sobrecargue los enchufes conectando varios aparatos de gran potencia en uno sólo.
Desconecte y arregle cualquier aparato eléctrico que pueda estar defectuoso. ¿Cómo saberlo? Porque huela mal, porque produzca humo, porque haga saltar el diferencial...
Revise los cables visibles por si tuviesen algún rasguño o algún otro daño. Siempre deben estar perfectamente aislados.
Compruebe que tiene un completo cuadro de protección con interruptores que corten la corriente automáticamente en caso de cortocircuito, exceso de corriente o fuga de corriente a tierra.
La luz es una fuente de calor: no instale bombillas de más potencia de la indicada en el casquillo. Y no cubra las lámparas con tejidos o papeles.
Para extinguir el fuego de un aparato eléctrico, basta con desconectarlo. Nunca emplee agua, salvo si previamente lo desenchufó.
Los aparatos eléctricos instalados nunca deben superar la potencia eléctrica de nuestra casa.
Recomendamos revisar periodicamente este tipo de instalaciones en los hogares, como ya hacemos con el gas. Aunque hoy en día no sea obligatoria, esta revisión nos ayudará a reducir el incremento de la siniestralidad en nuestro país como consecuencia de incendios eléctricos en el hogar y a contribuir a la eficiencia y el ahorro de energía eléctrica en nuestras viviendas.
Fuente: OCU
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