El creciente mercado ilegal de gases refrigerantes, lastre para la industria del frío y freno para los objetivos medioambientales
- Publicado en Refrigeración y Frío
Desde su llegada en 1996 como alternativa a los clorofluorocarbonos (CFC) y tras más de 14 años en uso, los HFC deberían avanzar hacia una nueva transición en la industria de la refrigeración. Una transición que ha de dar paso a una generación de gases -con menor potencial de calentamiento global del que tienen los HFC- y que responde a un imperativo llamado F-Gas, regulación europea que entró en vigor en 2015 y que ha fijado la reducción del uso de los HFC en un 80% para 2030.
A fin de cumplir con este objetivo, la F-Gas delimita las importaciones de estos gases mediante un sistema de cuotas cuya efectividad se está viendo mermada debido al comercio ilegal. Una actividad que, además de eludir dichas cuotas y esquivar los debidos controles aduaneros y obligaciones económicas y legales pertinentes, pone en jaque los objetivos medioambientales de todo un continente como el europeo. Y con ellos, el propio liderazgo de Europa en el ámbito de la sostenibilidad y el medio ambiente.