¿Cómo elegir un termo eléctrico?
- Escrito por Mikel Iturbe CALORYFRIO
Los termos eléctricos son sistemas que sirven para generar un aporte de agua caliente sanitaria mediante energía eléctrica. Utilizando resistencias, calientan el agua y después la acumulan en un depósito para su posterior uso. De esta forma, conseguimos tener una instalación de ACS sin instalaciones complejas o uso de combustibles. Pero, en muchas ocasiones, no sabemos muy bien en qué nos tenemos que fijar cuando queremos elegir un termo eléctrico.
Por eso, en este artículo vamos a hacer un análisis de los factores clave en los que debemos fijarnos a la hora de tomar esa decisión.
Para elegir correctamente, debemos tener en cuenta la capacidad del sistema, las características internas, la posición y el tamaño, y la instalación.
- Capacidad del sistema
- Termo eléctrico clase A: la etiqueta energética
- Características internas
- La resistencia
- Aislamiento y recubrimiento
- Dimensión y ubicación del termo
- Medidas de ahorro
Capacidad del sistema
La capacidad del sistema, o el volumen de agua que el termo eléctrico es capaz de acumular, es un factor muy importante a la hora de comprar un sistema de este tipo. El consumo de un termo varía mucho en función de la capacidad del sistema, así como el tiempo que tarda en calentar el agua.
Por ello, conocer las necesidades de nuestro hogar puede ayudar a decantarnos por una capacidad u otra. Si vivimos solos, o somos dos personas que no se duchan de forma consecutiva, optaremos por termos de bajas capacidades. Si al contrario somos una familia con miembros que se van a duchar de forma sucesiva, lo mejor es optar por una mayor capacidad.
Podemos encontrar termos eléctricos desde 6 hasta 200 litros. Por encima de este volumen, ya estaríamos hablando de un acumulador de ACS de suelo, ya que no hay pared que resista el peso de un termo de 300kg con 300l de agua dentro.
Termo eléctrico clase A: la etiqueta energética
El Etiquetado Energético es un sistema aplicable en los países europeos, en el que podemos observar el consumo de la energía anual, del producto que se ha etiquetado. Cuando escuchamos el término "Termo eléctrico clase A", este hace referencia a la parte de la etiqueta en la que se representa la eficiencia energética del termo, que va hoy en día desde la G hasta la A, en función de la eficiencia energética que estos sistemas tengan.
Aunque sí que hay termos eléctricos clase A en volúmenes inferiores con menos de 30 litros de capacidad, debemos indicar que no existen termos de más de 30 litros que cuenten con clase A. La mejor clase energética posible en un termo eléctrico de más de 30 l es la clase B.
Características internas
Hay ciertos elementos internos del termo eléctrico que condicionan ciertos aspectos de su funcionamiento. A continuación, os hablamos de los más interesantes.
La resistencia
La resistencia de un termo eléctrico pude ser blindada de cobre, envainada o cerámica envainada. Las primeras van sumergidas dentro del termo, en contacto más directo con el agua, por lo que calientan antes. En cuanto a las cerámicas envainadas, tienen una protección con respecto al agua, pero la transferencia de calor se realiza más lentamente.
También existen resistencias con recubrimiento de níquel en los termos de acero inoxidable.
Es importante que el termo eléctrico cuente con resistencias anticalcáreas y el llamado ánodo de magnesio o de sacrificio, un elemento cuya misión precisamente es atraer la cal para que esta no se acumule sobre la resistencia sino sobre él mismo, de ahí el sobrenombre de “ánodo de sacrificio”.
Por lo tanto, la decisión depende del tipo de agua de nuestra zona. Si vivimos en una zona donde el agua es blanda, acumularemos poca cal, y podremos optar por las resistencias blindadas sumergidas. Si, en cambio, vivimos en una zona con un agua dura, deberemos proteger nuestra resistencia optando por una cerámica envainada.
El aislamiento y recubrimiento
El aislamiento del termo es uno de los factores más importantes que afectan al consumo. Un buen aislamiento permite que, tras calentar el agua, el sistema pierda menos calor que uno mal aislado. De esta forma se mantiene la temperatura deseada durante más tiempo, evitando que el sistema tenga que volver a calentar el agua.
Por otro lado, el recubrimiento es la capa interna que protege el termo de las propiedades y los efectos del agua. Un buen recubrimiento nos ayudará a proteger el equipo de la corrosión y de la acumulación de cal. Invertir en un buen material de este tipo, sin duda alargará la vida útil de nuestro equipo.
Un ejemplo de un buen recubrimiento lo hayamos en el conocido como capa “azul” o recubrimiento vitrificado.
Dimensión y ubicación del termo
Hoy en día existen termos horizontales, termos verticales, e incluso algunos modelos que pueden colocarse en ambas posiciones. En función del espacio que tengamos disponible, elegiremos unos u otros. Pero debemos tener en cuenta que, si lo colocamos en pared, esta deberá poder soportar los pesos que indica la normativa de colocación, y que también deberemos dejar espacio para acceder a los componentes eléctricos.
Debemos recordar también que es importante que el termo esté lo más cerca posible del lugar de uso, es decir, el baño, ya que esto evitará las pérdidas de calor que se podrían sufrir en tuberías excesivamente largas. Después, en el lugar de su posicionamiento necesitaremos también una toma de agua caliente, una de agua fría y una toma de corriente.
Además de la capacidad en litros, necesitamos que el termo eléctrico se adapte a las características de nuestra vivienda o a la estancia en la que vaya a ser instalado. Con esa finalidad, encontramos en mercado termos de instalación vertical; horizontal; reversibles; Slim, específicos para espacios estrechos; y compactos, ideales para espacios especialmente reducidos.
Termos eléctricos de doble tanque y diseño planto (rectangular). Son cada vez más demandados y ofrecen tiempos de calentamiento más reducidos, así como un diseño más estético y cuidado.
Medidas de ahorro
La energía eléctrica es más cara que otros combustibles, por eso los termos eléctricos no son muy recomendables en zonas en las que la entrada de agua es muy fría. Después, factores como que el termo sea programable o que cuente con una posición de funcionamiento ecológica también pueden ayudar a reducir el consumo. Si te interesa saber cómo puedes ahorrar con tu termo eléctrico, consulta este artículo.
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