Verdades y mentiras sobre las calderas de condensación
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
Por falta de costumbre o por desconocimiento, España continúa atrás en la instalación de calderas de condensación en comparación con otros países europeos como Inglaterra o Alemania. En muchas ocasiones esta falta de decisión por parte de los usuarios de instalar una caldera de condensación se debe a que en torno a este tipo de calderas, circulan una serie de mitos que en la mayoría de los casos carecen de fundamento.
Veamos algunos de los más comunes:
- Las calderas de condensación son demasiado caras
El precio de las calderas de condensación se ha reducido considerablemente en los últimos años. Hoy en día podemos adquirir una calderas de condensación al mismo precio que una caldera convencional. Además, la inversión merece realmente la pena si tenemos en cuenta el ahorro de combustible que este tipo de calderas garantiza a medio-largo plazo.
- No son compatibles con sistemas ya instalados
Falso. Las calderas de condensación pueden instalarse sin ningún problema sustituyendo una instalación anterior y son perfectamente compatibles con radiadores y suelo radiante. Tan sólo debe llevarse a cabo una buena limpieza del antiguo sistema de calefacción.
- Su instalación es muy complicada
La única diferencia entre una caldera de condensación y una convencional es que las primeras necesitan un desagüe para los restos de la condensación, consistente en un simple tuvo de PVC. Por otra parte, su emplazamiento no tiene por qué ser distinto al de las calderas convencionales. Lo único que se debe tener en cuenta que el vapor que surge de la condensación puede ser visible en determinadas ocasiones, con lo que conviene colocar la salida de gases en un lugar donde no moleste éste vapor.
- Sólo obtienen un buen rendimiento cuando condensan
No es cierto. Siempre tendrán mejor rendimiento que una caldera convencional estén condensando o no. Una caldera de condensación obtiene una eficiencia de rendimiento de entre un 84 y un 92 por ciento, comparado con una caldera tradicional, que obtiene un 78 por ciento y una caldera antigua que obtiene de 55 a 65 por ciento.
- Las calderas de condensación requieren radiadores más grandes
Nada más lejos de la realidad. En la gran mayoría de las instalaciones, los radiadores son ya de gran tamaño. Existe una ventaja marginal aproximadamente del 3 % que puede ser obtenida al aumentar el tamaño de los radiadores para un nuevo sistema, lo que facilitaría ligeramente la vuelta del agua refrigerada a la caldera y maximizaría el tiempo gastado en la condensación , pero esto es por lo general poco rentable y poco práctico.
- Son menos fiables
Falso. En Estados Unidos se lleva utilizando este tipo de caldera desde los años 80. En nuestro país todavía no son muy utilizadas, pero la tecnología actual y los años de experiencia en otros países europeos demuestran que este tipo de calderas funcionan igual de bien que las calderas tradicionales.
- Son difíciles de mantener y reparar
No es cierto. La única diferencia con las calderas convencionales es que hay que asegurarse de que el tubo de extracción esté limpio mientras esté en activo.
- Si no se instalan tantas calderas de éste tipo es porque no hay mucha oferta
Falso. El de las calderas de condensación es un mercado en alza en nuestro país. Existen una gran variedad de marcas que ofrecen calderas de condensación de diferentes características y cualidades. Consulte siempre a su instalador de confianza que le recomendará el modelo que mejor se adapte a sus necesidades.
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