Esta opción facilita la instalación y evita la utilización de herramientas adicionales. Se consigue un perfil menor que con las placas de tetones, con lo cual no se pierde altura útil en la estancia y preferible en el caso de reforma o renovación. También hay un ahorro de tiempo a la hora de su instalación.

Los paneles son universales y pueden utilizarse con tubos de diámetro comprendido entre 16 mm y 20 mm. El sistema de fijación del tubo, lo mantienen a una separación constante en múltiplos de 50 mm, tal como está previsto para conseguir una temperatura uniforme en el pavimento. Además, disponen de un sistema de unión con bandas adhesivas que impide que se cuele hormigón entre las placas. De esta manera se evita, conforme a la norma UNE-EN 1264-4, la posibilidad de la formación de puentes térmicos con el forjado que provocan pérdidas de rendimiento del sistema.

El sistema es capaz de una distribución uniforme del calor para crear distintas zonas de confort en la casa, al tiempo que se logra un gran ahorro energético.

Suelo radiante, una opción al alza

La utilización del suelo radiante va en aumento y cada vez más, tanto si es para obra nueva como para una reforma o rehabilitación se utiliza la alternativa del sistema de suelo radiante / refrescante frente al sistema de radiadores tradicional por sus numerosas ventajas.

La explicación de cómo funciona, es muy sencilla. Consiste en una red de tubos que se instalan debajo del pavimento por donde circula agua caliente a una temperatura entre 30ºC y 45ºC, y de una capa de mortero. La posibilidad de calentar agua a baja temperatura y hacerla circular por tuberías de plástico embutidas, permite el uso de esta tecnología como un sistema de calefacción muy confortable y de bajo consumo energético.

El suelo radiante, también puede ser refrescante. En invierno el agua recorre la tubería integrada en el suelo a una temperatura en torno a los 40-45 ºC y aporta el calor necesario para lograr una temperatura de confort. Pero existe la posibilidad de emplear una instalación de este tipo para conseguir una climatización integral, que nos aporte calefacción durante el invierno y refresque el ambiente en los meses cálidos. Así, en verano el agua recorrerá la instalación a unos 14-18 ºC, absorbiendo el exceso de calor del local y proporcionando una agradable sensación de frescor.

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