Calefacción por zócalo radiante
- Escrito por Idoia Arnabat CALORYFRIO
La calefacción por zócalo radiante se caracteriza por aportar confort y ahorro energético a la misma vez que juega con el diseño y emplea alta tecnología. Este sistema calefactor comparte una apariencia similar con un zócalo tradicional, se puede sustituir el zócalo tradicional por un zócalo radiante y se integraría de una manera óptima en la arquitectura del hogar.
Cómo funciona el zócalo radiante
Ventajas del sistema zócalo radiante
Otros campos muy importantes en los que este sistema de calefacción es diferenciador con el resto
Instalación de zócalo radiante
Cómo funciona el zócalo radiante
El principio físico de funcionamiento se asemeja al funcionamiento de los recipientes isotérmicos que se utilizan, por ejemplo, para mantener un café caliente durante todo el día. El café se mantiene caliente no porque se aporte energía calorífica, sino porque se aíslan las paredes exteriores y no se realiza un intercambio con el foco frío.
El 20% de la potencia del zócalo radiante estará empleado en este cometido mientras que el 80% restante lo empleará en transmitir calor por radiación a través de la propia pared.
Además, toda la pared no emitirá calor con la misma potencia. Si miramos la pared de abajo a arriba observaremos que conforme nos vayamos alejando del zócalo radiante, también disminuirá la potencia de radiación.
La parte inferior de la pared cuenta con más potencia de radiación y ahí es donde más se necesita, ya que en la parte inferior es donde se encuentra el aire más frío.
A la misma vez que se asciende por la pared la potencia de emisión del calor va disminuyendo, pero también aumenta la temperatura del aire. Como estos dos gradientes de temperatura son inversos hacen que la persona que esté en la habitación tenga una sensación de temperatura uniforme. Esta característica diferencia el sistema de zócalo radiante con otros sistemas de calefacción en los cuales tenemos calor en la cabeza y frío en los pies.
Ventajas del sistema zócalo radiante
El zócalo radiante elimina la posibilidad de la aparición de humedad en las paredes y la molesta condensación de agua en ventanas. Ello lleva a que sea un elemento constructivo muy interesante para lugares públicos y museos, donde la correcta conservación de la pared y las obras de arte que sobre ellas se encuentran expuestas es crítica. El Museo del Vaticano, por ejemplo, ya está calefactado con este sistema.
Otra gran ventaja de este producto es que consigue no haya movimiento de micro-partículas de polvo. Esto evita el picor de garganta y reduce los efectos que provocan alergias y problemas asmáticos. Es por ello que en Austria ya son 6 los hospitales que han adoptado este sistema, colocando el zócalo radiante por encima del zócalo convencional para facilitar el trabajo de las máquinas de limpieza industrial.
Podemos colocar cualquier tipo de objeto delante del zócalo radiante sin reducir la eficiencia de este sistema de calefacción porque como la transferencia de calor se hace por radiación y se emite por toda la pared, no influye la presencia del mencionado objeto. Esta ventaja hace que lo podamos poner delante de muebles, cortinas, sofás, etc... por lo que este sistema no limita en ningún caso las posibilidades decorativas del lugar a calefactar ya que da igual lo que esté delante.
Además, siguiendo con las posibilidades decorativas e integradoras, es importante subrayar que este sistema se adapta a la forma física de la superficie a calefactar (esquinas, curvas, etc.).
Otros campos muy importantes en los que este sistema de calefacción es diferenciador con el resto
- Permite realizar una interconexión con sistemas de energía solar térmica ya que tiene un alto rendimiento con bajas temperaturas de entrada de agua al colector.
- Es el elemento calefactor ideal para viviendas bioclimáticas y/o construcción sostenible puesto que este sistema tiene una mínima cantidad de agua en su circuito.
Pongamos de ejemplo que se quiere calentar una vivienda de 150m2. Tan solo necesitaríamos 12 litros de agua para calefactarla lo cual refleja lo energéticamente eficiente que es este sistema. Cuando el sistema de regulación indica al distribuidor que se ha conseguido la temperatura deseada la inercia térmica del volumen del agua solo variaría en ± 0.1 ºC.
Vamos a comparar la inercia que necesita un zócalo radiante y un sistema de radiadores. Como bien hemos dicho el zócalo necesita una variación de 0.1 ºC mientras que los radiadores necesitan una variación de ± 1.5 ºC. La eficiencia energética del zócalo es claramente superior al de los radiadores, ya que este sistema consigue un 30% de ahorro energético respecto a un sistema.
- El tiempo de reacción de este sistema de calefacción es de tan sólo 30-35 minutos para que el sistema esté a pleno rendimiento.
- No es necesario hacer una instalación completa desde el principio. Es un tipo de sistema que crece con las necesidades del cliente, es decir, se puede ir calefactando habitaciones poco a poco. Esta versatilidad hace que sea una forma fácil de introducir este producto en el hogar familiar, y una vez que las necesidades crecen el sistema puede ampliarse.
Instalación de zócalo radiante
A la hora de la instalación, es un sistema que puede funcionar con cualquier tipo de fuente de calor. Lo único que se necesita es que el agua este a una determinada temperatura a la entrada del colector sin importar su procedencia (caldera de gas, caldera de gas-oil, energía solar térmica, geotermia, biomasa, etc..).
También existe la modalidad de instalación por electricidad. Este tipo de instalación utiliza los mismos elementos que las instalaciones que utilizan caldera como base del apoyo energético, por lo que si con posterioridad se desea convertir la instalación en un sistema de zócalo radiante por caldera la conversión es inmediata y sin cambio de elementos. Esta disposición es muy utilizada para domicilios donde no hay red de gas o donde el usuario no quiere hacer una costosa inversión en calderas. Se puede tomar como ejemplo una segunda vivienda
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